Un mariachi espera la llegada de la pareja de una fiesta de compromiso en Los Ángeles, en 2022
Un mariachi espera la llegada de la pareja de una fiesta de compromiso en Los Ángeles, en 2022 Credit: AP

NUEVA YORK (AP).— Elise Plessis no ha tenido una relación duradera desde hace 26 años. Es por decisión propia, pero cuando llega el Día de San Valentín todavía sufre de “Fomo”, en inglés literalmente “miedo de perdérselo”, no ser parte de algo en lo que todos parecen participar o que aprovechan.

Soy la solterona de la familia y del grupo de amigos”, dice Plessis, de 53 años, residente en Manitoba, Canadá. “El Día de San Valentín me hace sentir desesperanzada, como una perdedora incapaz de encontrar a alguien que me quiera”.

Pero no se quedará sentada en casa, maldiciendo su destino, autoimpuesto tras cansarse de relaciones tóxicas. En cambio, planea hacer lo que aconsejan los investigadores y psicólogos que se especializan en la soledad: hará algo por los demás como una manera de no dar vueltas al tema en su cabeza.

En su caso, ayudará a otros a encontrar el amor. Se convirtió en casamentera certificada el año pasado y organizó recientemente un evento de citas rápidas con miras a San Valentín.

“Creo que, si yo no puedo encontrar el amor, (el encuentro de citas) es lo menos que puedo hacer”, opina.

Un problema de Salud Pública

El Día de San Valentín es una de esas festividades que quienes las detestan llaman “forzadas”, comerciales y costosas si se quiere estar a la altura de las expectativas. Este año es el primero desde que el director de Salud Pública de Estados Unidos emitió un aviso en que declaraba que la soledad y el aislamiento son una “epidemia” con consecuencias nefastas.

El doctor Vivek Murthy, principal vigilante de la salud pública en Estados Unidos, alertó que la soledad generalizada plantea riesgos para la salud tan mortales como fumar hasta 15 cigarros al día. Le cuesta a la industria de la salud miles de millones de dólares al año.

Aproximadamente la mitad de los adultos dice haber experimentado soledad. El problema comenzó mucho antes de la pandemia de Covid-19 y ha empeorado en los últimos años.

Es como el hambre o la sed. Es una sensación que el cuerpo nos envía cuando nos falta algo que necesitamos para sobrevivir”, explica el doctor Murthy. “Millones de personas en Estados Unidos están luchando en las sombras y eso no está bien”.

Al igual que el Día de San Valentín, la soledad se ha convertido en un negocio grande, con una avalancha de libros que ofrecen autoayuda e información. La temporada ofrece grandes ganancias a las aplicaciones y los sitios web de citas que sacan provecho de los usuarios que buscan superar emocionalmente esta fecha.

Ni los solteros se libran de lo “comercial”

Hay guías de regalos para San Valentín y algunas para quienes odian la festividad. Hay recetas consideradas perfectas para la ocasión, consejos para elegir flores que no maten a la mascota del destinatario y estantes de tiendas repletos de tarjetas. Y, gracias a un episodio de la serie “Parks and Recreation”, las vacaciones en pareja se han diversificado e incluyen ahora el Día de las Amigas (13 de febrero), principalmente para mujeres solteras y amigas.

David Sbarra, profesor de Psicología de la Universidad de Arizona, en Tucson, estudia la soledad y el aislamiento social. Es uno de los que consideran un poco exagerada la idea de que la soledad es una epidemia mortal. Pero no duda de adónde puede llevar San Valentín a las personas solitarias.

“Puedes argumentar muy claramente que exacerba la experiencia de angustia psicológica entre las personas que ya se sienten solas”.

“Una manera sencilla de decirlo es que las personas se ven a sí mismas socialmente aisladas en lugar de cambiar su percepción hacia oportunidades para reconectar. ¿Con quién puedo salir? ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo ayudar a los demás? ¿A quién puedo enviar mensajes de texto o llamar? Eso es muy importante”, explica.

Ésas son las cosas que Tori Mattei, de 27 años y residente en Nueva York, ha descubierto por sí sola en los últimos cuatro años de soltería. Ha tenido citas desde que terminó dos relaciones consecutivas de largo plazo.

“Ya que he sido soltera por un tiempo, me fijé la meta de tener una cierta cantidad de citas para seguir sintiendo que puedo hacerlo y no sentirme incómoda o nerviosa”, manifiesta. “He tenido muchas primeras citas en los últimos años. No muchas segundas citas”.

El Día de San Valentín era un tema importante en sus relaciones. A veces era una noche acogedora. Generalmente, había regalos de flores, perfumes o joyas. “Decididamente, me sentía apreciada”, admite.

Ahora vive sola en Manhattan, a diferencia de muchos amigos que tienen compañeros de departamento. Muchos de sus amigos están en una relación.

“En ciertos momentos, disfruto estar sola y tener paz y tranquilidad. Pero en momentos como el Día de San Valentín o incluso en el Super Bowl tengo que hacer un esfuerzo adicional para no sentirme sola”, añade.

“Tengo que asegurarme de hacer planes para mí misma. Solo hace falta un día triste en el que te sientas sola para que parezca que siempre estás sola”, apunta.

Mattei no se considera una persona que odia el Día de San Valentín. “Simplemente, no me gusta la presión de hacerlo romántico cuando, en realidad, si alguien me diera una rosa en la calle eso me alegraría el día. Eso es todo lo que se necesita”.

Su mejor consejo para sobrevivir el Día de San Valentín es tan dulce como ésos en forma de corazón que tienen palabras y que son comunes en esta época.

“Muéstrale amor a alguien. Me encanta dar regalos a otras personas, poner una sonrisa en su cara. Y si no puedes pensar en alguien a quien quieras mostrarle amor, entonces muéstrate amor a ti mismo. Cómprate dulces. Me compro flores con mucha frecuencia. Me encanta cómo se ven. No me importa haberlas comprado para mí”, revela.

La soledad, un riesgo

El doctor Jeremy Nobel, quien escribió “Project UnLonely: Healing Our Crisis of Disconnection (Proyecto noSolitario: Sanando nuestra crisis de desconexión)”, coincide con todo lo anterior. La soledad, indica, se presenta de muchas formas, desde el aislamiento físico hasta el rechazo debido a las diferencias.

“Creo que la ciencia es bastante clara respecto a que la soledad aumenta el riesgo de mortalidad prematura”, dice Nobel, quien imparte un curso para estudiantes de medicina en la Escuela Chan de Salud Pública de Harvard para ayudarlos a reconocer mejor la soledad en los pacientes.

A través de su Project UnLonely and Foundation for Art & Healing (Proyecto NoSolitario y Fundación para el Arte y la Sanación), Nobel ofrece programas que utilizan las artes para crear conciencia sobre los desafíos de salud causados por la soledad y el aislamiento social, incluso entre los jóvenes.

En el Día de San Valentín, el proyecto ofrece una sesión gratuita por Zoom para colorear para cualquiera que quiera registrarse. Crayones, rotuladores, lápices de colores, pasteles al óleo: la decisión es tuya.

La soledad es subjetiva”, subraya Nobel: es la brecha entre las conexiones sociales que quieres tener y las que tienes. “El Día de San Valentín es el momento de celebrar el amor y la conexión, lo cual es fantástico a menos que no tengas esa conexión”.

La psicoterapeuta Kelli Miller, en Los Ángeles, trabaja con parejas e individuos y escribió “Love Hacks: Simple Solutions to the Most Common Relationship Issues (Trucos del amor: soluciones simples a los problemas de relación más comunes)”. El Día de San Valentín es un desencadenante común de conflicto entre sus clientes. Si no tienes el amor que deseas, busca alegría en tu interior, invita.

“Ve al teatro. Invítate a cenar. Sé que mucha gente no quiere cenar sola, pero a veces el simple hecho de estar rodeado de otros seres humanos puede ayudar”, subraya.

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