NUEVA YORK (HealthDay News).— Las intensas fluctuaciones meteorológicas ocasionadas por el cambio climático podrían contribuir a un aumento en las muertes por accidente cerebrovascular (ACV), dice un estudio.

Los frentes helados y las olas de calor se asocian con más de medio millón de muertes anuales en los últimos años, informan investigadores en reciente edición de la revista “Neurology”.

“Los cambios dramáticos de temperatura en los últimos años han afectado a la salud humana y han causado una preocupación generalizada”, subraya el investigador Quan Cheng, del Hospital Xiangya de la Universidad Central del Sur, en Changsha, China.

“Nuestro estudio encontró que estos cambios en las temperaturas podrían aumentar la carga de ACV en todo el mundo, sobre todo en las poblaciones mayores y en las áreas con más disparidades en la atención de la salud”.

Los frentes fríos en particular se vincularon con más accidentes cerebrovasculares, afirman los expertos. Pero en general las temperaturas que suben o bajan demasiado pueden aumentar el riesgo de ACV.

Las temperaturas más bajas hacen que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que aumenta la presión arterial. La presión arterial alta es uno de los principales factores del riesgo de accidente cerebrovascular.

Las temperaturas más altas pueden causar deshidratación, lo que espesa y ralentiza la sangre, factores que también se asocian con el accidente cerebrovascular.

Tan solo en Estados Unidos, las muertes por ACV aumentaron 26 por ciento de 2011 a 2021, según la Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association). Parte de esto podría relacionarse con el cambio climático.

En el estudio, el equipo observó tres décadas de registros de salud de 200 países y territorios, y comparó las muertes por ACV con la temperatura local en ese momento. Hubo 521,000 muertes por ACV en 2019 vinculadas a temperaturas demasiado bajas o demasiado altas.

Los frentes fríos se vincularon con más de 474,000 de esas muertes.

Es una cifra considerable del total de 6.6 millones de muertes en todo el mundo atribuibles a un accidente cerebrovascular en 2019.

La tasa de mortalidad por accidente cerebrovascular vinculada con los cambios de temperatura fue de 7.7 muertes por cada 100,000 personas para los hombres y de 5.9 por cada 100,000 para las mujeres.

Asia Central fue la región con la tasa más alta de mortalidad por accidente cerebrovascular asociada a la temperatura, con 18 por cada 100,000 habitantes.

“Se necesita más investigación para determinar el impacto del cambio de temperatura en el accidente cerebrovascular y para orientar las soluciones para abordar las desigualdades en salud”, plantea Cheng.

“La investigación futura debe tener como objetivo reducir esta amenaza mediante la búsqueda de políticas de salud efectivas que aborden las posibles causas del cambio climático, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y los procesos industriales”.

De un vistazo

Extremos

En 2019 hubo 521,000 muertes por ACV vinculadas a temperaturas demasiado bajas o demasiado altas. Los frentes fríos se relacionaron con más de 474,000 de esos decesos.

Continente afectado

Asia Central fue la región con la tasa más alta de mortalidad por accidente cerebrovascular asociada a la temperatura, con 18 por cada 100,000 habitantes.

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