VALLADOLID.— Porfirio Sobrino Navarrete, encargado del departamento de Normatividad de la Secretaría de Fomento Turístico del gobierno estatal, es señalado como el enlace con la Secretaría de Turismo de la Federación para la expedición de licencias de guías de turistas piratas, incluso es el filtro para que los interesados obtengan su acreditación.

La semana pasada se destapó la corrupción que impera en la zona arqueológica de Chichén Itzá, cuando un influencer dio a conocer que los guías de turistas no están preparados para dar el servicio y estafan a los visitantes contándoles historias que no son reales.

Luego se procedió a realizar una investigación del asunto, de tal modo que algunos guías de turistas profesionales en el ramo ratificaron la denuncia y dieron detalles de la corrupción que impera en la zona arqueológica de Chichén Itzá, en donde según señalan están involucradas autoridades de la Sefotur y Sectur, incluso empresas operadoras de Turismo, y lo consideraron una mafia y delincuencia organizada en ese lugar.

El gobierno del Estado se ha tratado de lavar las manos en el asunto, argumentando que es responsabilidad de Sectur llevar al cabo las investigaciones correspondientes, pues el estado según dijo no tiene nada que ver, sin embargo algunas personas han dicho lo contrario.

Ahora se sabe que Porfirio Sobrino Navarrete, quien desde la pasada administración que encabezó el priista Rolando Zapata Bello, ocupa el cargo de responsable del departamento de Normatividad y ahora con el gobierno de Mauricio Vila Dosal y con Michell Fridman al frente de Sefortur, fue ratificado en el mismo puesto, ya que según dicen los guías de Chichén Itzá, les conviene porque él es el puente con Sectur y es quien se encarga de todo lo relacionado a la expedición de las licencias a los guías de turistas.

¿Cómo funciona la mafia de los guías?

De acuerdo con datos ofrecidos por guías profesionales, la corrupción funciona de la siguiente manera: primero los interesados en ser guías de turistas se inscriben en el Instituto, propiedad de Daniel Quijano Ecegueda, quien les cobra hasta $100,000, luego Quijano turna los documentos a la Sefotur que verifica que todo esté en orden.

La Sefotur es el filtro, que se encarga de reunir los documentos del interesado, mismo que ponen si habla, inglés, francés o Italiano, ya que en la credencial se pone el idioma que habla el guía además del Español, luego lo envía a la ciudad de México, en donde solo analizan los documentos y expiden la credencial y luego lo envían al Estado.

Es así como se cierra el círculo de los involucrados, incluso se sabe que ahora están a punto de recibir sus credenciales 80 nuevos guías, pero éstos tendrán que buscar empleo en otros lugares, debido a que Chichén Itzá está saturado.

Del mismo modo los guías profesionales exponen la presencia de más de 1,000 guías piratas extranjeros que de la misma manera consiguieron su acreditación, pero en este caso la situación también es grave porque según aseguran existe una violación a las leyes mexicanas.

Se expone que para evaluar a los guías de la zona de Chichén Itzá es muy sencillo y debe estar a cargo de funcionarios de Sectur. Al azar se van abordando a los que están en el lugar, y si la credencial dice que habla inglés que les explique la historia de Chichén en esa lengua, de no hacerlo se le retira de inmediato la acreditación.

Amplio número de guías no habla el idioma que dice acreditar

Se habla que el 80% de los acreditados no habla el idioma que indica su credencial, de modo que todo es mentira. Dicen que es obvio que si el gobierno del Estado no quiere meterse en el asunto es porque sabe que saldrá salpicado de tanta corrupción, según dicen.

Comentaron que hasta el momento ninguna autoridad del estado ni federal ha acudido a la zona a realizar algunas investigación del problema, de modo que todo sigue sin novedad, solo hay comentarios entre los mismos guías de lo que está pasando.— Juan Antonio OsoriO Osorno DiariodeYucatan

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