La presidenta del DIF de Tizimín, Gabriela Mézquita, en albergue de Mérida donde hay niños de Tizimín, rescatados de hogares con problemas
La presidenta del DIF de Tizimín, Gabriela Mézquita, en albergue de Mérida donde hay niños de Tizimín, rescatados de hogares con problemas

TIZIMÍN.— A pesar que el trabajo infantil se ha reducido en el municipio, aun no se ha podido erradicar en su totalidad pues todavía es común ver a uno que otro niño vendiendo dulces o cualquier producto en las calles.

Por los estacionamientos de los supermercados, en la puerta de tiendas de conveniencia o bien por las calles de los fraccionamientos, hay menores de edad ofreciendo desde frutas de la temporada, sunchos, palanquetas entre otros productos alimenticios, buscando así tener un ingreso económico para el apoyo de su familia.

Las autoridades municipales reconocen que este problema social no se ha podido eliminar de raíz, sin embargo hay un monitoreo constante de las familias que viven esta situación, denuncias en la Procuraduría de Protección de Niñas y Adolescentes de Yucatán (Prodennay) así como un trabajo en conjunto con el departamento de Prevención de la Policía Municipal.

La presidenta del DIF Municipal, Gabriela Mézquita Alonzo, explica que hay protocolos que se siguen desde que detectan a un menor laborando en la calle entre los cuales está verificar si va acompañado de algún mayor de edad, familiar o tutor, así como también si va solo.

Incluso dice que fue una de las principales tareas que hizo el DIF al inicio de la administración porque las primeras acciones fue trabajar en conjunto con la Fiscalía General del Estado para atender casos urgentes que les parecían graves y que afortunadamente lograron sobrellevar.

“Se hizo una labor jurídica con los padres, porque eran demasiados los casos de menores que estaban trabajando en la calle y que ni siquiera estaban inscritos en una escuela”.

“Hemos avanzado para que los padres de familia hagan conciencia, hay casos de éxito, porque han regresado los niños a casa y no los sacan más a trabajar”.

Sin embargo, la presidenta del DIF señala que cuando los padres de familia han insistido en poner a trabajar a los niños lo que hacen es reportar al Departamento de Prevención del Delito quien les da seguimiento y si es necesario volver a intervenir a través del DIF lo hacen o de lo contrario los invitan a volver a casa.

“En otros casos los papás han insistido, pero trabajamos con el departamento de prevención del delito, de la Policía, y cuando se les detecta por las noches la misma policía los invita a volver a casa.

Gabriela Mézquita detalla que se ha hecho una diferencia entre los niños que están solos en la calle trabajando y los que están acompañando a sus padres.

“Es muy importante no criminalizar la pobreza, porque está el papá que sale a trabajar y tiene a uno de sus hijos con él, pero evidentemente está haciendo su labor de acompañamiento, de educar a su hijo, en lo que él trabaja y en lo que él se desarrolla para que ese menor tenga alimentos, estudios o un techo donde vivir”.

Aunque explica que cuando detectan a algún niño solo en las calles sin la presencia de un adulto, se hace un padrón, donde se ubica casa, escuela y, si lo hubiera, número de teléfono.

Precisa que se visita la escuela y se contactan con directores para saber el panorama del menor, si acude todos los días, si está bien alimentado, sus condiciones económicas entre otros.

Dice que es un estudio socioeconómico el que se realiza y de ahí se valora los requerimientos de los padres buscando que no envíen al menor a trabajar y darle las herramientas que necesitan o incluirlos en los programas mensuales que maneja el DIF.

Añade que también les ha tocado atender casos donde no hay tutor con ellos y tampoco van a la escuela, de inmediato acuden a Prodennay a presentar la documentación para que ellos hagan una labor de investigación profunda y tomen cartas en el asunto.

Se le pregunta sobre números de casos, pero dijo que no hay cifras exactas, porque aparte hay niños que son visitados en los albergues de Mérida.

“Recordemos que cada mes visito los albergues donde hay niños tizimileños; por cierto esta semana tuvimos dos ingresos uno de comisarías y otro de Tizimín por omisión de cuidados”.

La presidenta del DIF, dice que en un día de convivencia con los niños en algunas ocasiones le toca celebrar con ellos algún cumpleaños y hacen que el niño se sienta feliz y querido, pero procuran que además algún familiar esté pendiente de ellos y en contacto, pues no se trata de solo abandonarlos y que el DIF se haga responsable.— WENDY UCÁN CHAN

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