Tizimín, Yucatán.- Los cenotes de Yucatán albergan contaminantes como microplásticos y metales pesados, entre ellos arsénico, cobre, aluminio, cromo, mercurio, plomo y estaño, entre otros, revela un estudio recién publicado por la Universidad Autónoma de Campeche (Uacam).
El crecimiento poblacional, los malos hábitos y la actividad económica, ejercen presión sobre las reservas de agua e influyen en su calidad, indica la investigación firmada por Jaime Rendon-von Osten, Erick Sosa Rodríguez, Merle M. Borges Ramírez.
Y dos de ellos platicaron con el Diario sobre los hallazgos que prenden la alerta para proteger los cuerpos de agua, ante el potencial riesgo para la salud y los ecosistemas.
Como parte del estudio pionero, se tomaron 14 muestras en cenotes de 8 municipios de Yucatán, a más de 30 metros de profundidad para evaluar el riesgo ecológico, dijo en entrevista con el Diario Jaime Rendon-von Osten, uno de los investigadores.
“Creo que de lo más valioso es que se hicieron (las muestras) en sedimentos, que sirven como adherentes de los contaminantes”, comenta el también especialista en dispersión de residuos de plaguicidas.

Explicó que los metales pesados son elementos que ya están en la naturaleza.
“Entonces, el arsénico, el plomo, el mercurio, el cromo, el aluminio son elementos de la naturaleza, pero que por la actividad humana se han incrementado de manera exponencial.
“En el caso de los desechos plásticos se van fragmentando conforme va pasando el tiempo, pasan de un macroplástico que puede ser un envase, a un mesoplástico, de ahí a microplástico y posteriormente pasa a nanomateriales”.
Explica Rendon-von Osten que se fragmentan hasta convertirse en “partículas que están entre los 5 y punto 2 milímetros”.
El experto platica que les surgió la duda: “¿Será que los metales pesados también se adhieren a los microplásticos? Y sí, encontramos que, en el caso del mercurio y aluminio, hay una correlación”, y ese es uno de los hallazgos en los cenotes de Yucatán.
¿Cómo llegan los contaminantes a los cenotes de Yucatán?
Pero ¿cómo viajan estos contaminantes hasta el acuífero de Yucatán?
La investigación de la Universidad Autónoma de Campeche Evaluación del riesgo ecológico de metal(oides) en microplásticos y sedimentos a diferentes profundidades en cenotes de Yucatán, México, responde las interrogantes.
Primero, los investigadores ponen bajo la lupa un dato importante: de los 106 municipios del estado de Yucatán solo el 5% cuenta con relleno sanitario y el 95% del resto de municipios cuentan con tiraderos a cielo abierto.
Entonces, exponen que tanto los microplásticos como los metales pesados —dañinos para la salud y que podrían resultar tóxicos—, entran a través de escorrentías de aguas residuales abiertas, vertederos, las granjas de puercos, actividades agrícolas con el uso de plaguicidas que viajan por aire, quema de basura, también actividades recreativas, industriales y urbanas, pues no hay que olvidar que en la región hay suelo kárstico altamente poroso, que es más permeable.

Pero Jaime Rendon-von Osten hizo énfasis en la quema de basura para su reducción y el vertido a cielo abierto como fuente de contaminación en las aguas subterráneas de esta zona de la Península de Yucatán.
“Eso está pasando no nada más en la Península, sino en todo México, se quema la basura, este en las zonas rurales. Entonces, ¿qué es lo que ocasiona esto? (…)
“Queman plástico que afecta la salud, con otros compuestos orgánicos que pueden estar ahí y principalmente metales pesados”.
¿Cuál es el metal que más hay en los cenotes de Yucatán?
Sin embargo, uno de los datos reveladores del nuevo estudio científico —publicado hace dos semanas en este mes de julio de 2025—, es cuál es el metal más recurrente en estos cuerpos de agua.
“¿Cuál es el metal que más encuentra? El aluminio”.
Jaime Rendon-von Osten, director de Epomex e investigador de la Universidad Autónoma de Campeche.
“Todas las latas de aluminio, todo lo que lo que nosotros generamos y al tirar al aluminio, pues lo estamos metiendo al ambiente otra vez y eso empieza a circular”.
“Aunque no representa tanto riesgo como plomo, mercurio y arsénico”, expresa el también director del Instituto de Ecología, Pesquerías y Oceanografía del Golfo de México (Epomex), de la Uacam.

¿En qué municipios están los cenotes donde hallaron metales pesados y microplásticos?
Las muestras se tomaron en cenotes de 8 municipios del estado que es parte de la Península de Yucatán, en el sureste de la República y son:
- Kaua
- Motul
- Chichimilá
- Ticuch
- Chankom
- Tekom
- Tizimín
- Kopomá
¿Cuántas muestras se analizaron y cómo?
El buzo y espeleólogo Erick Sosa Rodríguez fue quien llevó a cabo la titánica tarea de recolectar un total de 14 muestras de sedimentos en 8 cenotes de Yucatán.
Y también compartió con el Diario su experiencia de bucear a diferentes profundidades, que van desde los 2 hasta los 32 metros.

Explicó en entrevista que las diferentes profundidades a las que las muestras fueron tomadas se debieron a que los cenotes son cuevas que, dependiendo de sus características hidrológicas y geológicas, son diferentes.
“Eran al menos dos muestras, una muestra a nivel cercano a la superficie, o sea, la parte más somera y la más profunda. Eventualmente también hacíamos colecta en el monte de derrumbe.
“Se encontraron varios objetos, medidores de luz, llantas, basura, medicinas. (…) En general todos los sitios están muy contaminados con residuos sólidos”, narra Sosa Rodríguez.
Aunque la dificultad para tomar muestras fue muy específica de cada uno de los cenotes estudiados en Yucatán, las concentraciones de metales pesados en ambos y los microplásticos en los sedimentos mostraron una distribución normal, especifica el documento al respecto.
¿Cuáles son los microplásticos y metales que más se hallaron en los cenotes?
- Los polímeros más abundantes fueron el polietileno (PE), polietileno tereftalato (PET), poliamidas (PA) y poliéster (PES).
- Aluminio (Al), cromo (Cr), Estaño (Sn) y cobre (Cu) fueron los metales que mostraron mayores concentraciones.
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En este sentido, este que es el primer estudio de microplásticos en sedimentos a diferentes profundidades en dolinas kársticas, puso de relieve el Índice de Riesgo Ecológico Potencial (Peri), que evalúa el potencial peligro de los sedimentos y el impacto de múltiples contaminantes en un ambiente particular, durante un largo período de tiempo.
Conclusiones del estudio en cenotes de Yucatán
Los acuíferos kársticos, como los cenotes, son parte de la riqueza cultural de la región, pues se consideraban sagrados para rituales en la civilización maya.
También generan ingresos por actividades turísticas.
Sin embargo, lo más importante es que hoy son la principal fuente de agua potable para actividades agrícolas y consumo de la población.

Por eso, Jaime Rendon-von Osten insiste en que cuidar los cuerpos de agua es una responsabilidad compartida: por una parte, las autoridades correspondientes para procurar el tratamiento de los residuos sólidos, con el objetivo de disminuir el impacto de los tiraderos a cielo abierto.
No obstante, remarca la corresponsabilidad de la ciudadanía, tomar consciencia en la importancia de evitar quemas, hacer uso adecuado de plaguicidas; así como cuidar la disposición final de los desechos, puesto que estos se fragmentan hasta formar minúsculas partículas que podrían ser tóxicas y dañinas para la vida en todas sus formas, incluyendo la humana.
