Primera médica Yucatán

La médica pionera del mundo tenía 28 años y la de México, 30 años

Una capitalina intentó ser la pionera, pero fue la tercera mujer en intentarlo, una meridana, quien se convirtió en la primera médica de Yucatán.

La pionera de Yucatán obtuvo el título de medicina a menor edad (23 años) que las primeras médicas del mundo (la británica Elizabeth Blackwell, a los 28 años) y de México (Matilde Petra Montoya Lafragua, a los 30 años), pero mientras el orbe y el país tuvieron su primera mujer médica en el siglo XIX, a Yucatán le tomó otro siglo.

La primera médica de Yucatán

La primera mujer que intentó estudiar medicina en Yucatán fue María Luisa Aldaz, quien llegó de Ciudad de México con su título de bachiller y en 1887 se inscribió en la Escuela de Cirugía Práctica y Medicina, fundada en 1833, 54 años antes, en Mérida, informa Carlos José Castro Sansores, director de la hoy Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), en entrevista con Diario de Yucatán.

Dr. Carlos Castro Sansores

Sin embargo, dice el director, ella se vio obligada a desistir de los estudios de medicina porque unos cuantos compañeros estuvieron acosándola verbal y sexualmente.

La segunda mujer que lo intentó fue Rosa Torres, quien se inscribió en 1921 pero se tituló en 1931, por problemas de salud.

Tuvieron que transcurrir 37 años desde 1887 para que cinco jóvenes mujeres yucatecas se inscribieran a la escuela de medicina en 1924, dice el director Castro Sansores.

De este grupo fue Consuelo Vadillo Gutiérrez, nacida en 1907 en Mérida, la primera mujer yucateca en obtener el grado de doctor en medicina y cirugía en la Península de Yucatán. Ingresó el 2 de enero de 1924. Su título tiene grabado la fecha del 4 de febrero de 1930 como egresada de la Universidad Nacional del Sureste (hoy Uady).

La primera médica de Yucatán, a los 23 años de edad

Con base en las mencionadas fechas, Consuelo Vadillo ingresó a la escuela de medicina a los 17 años de edad en 1924 y, tras seis años de estudios, se graduó a los 23 años de edad en 1930, es decir, a menor edad que las pioneras del mundo y de México.

La doctora Consuelo Vadillo desempeñó su profesión enfocada en la obstetricia, la cirugía y la urología, indica el doctor Castro Sansores.

El entonces gobernador Rolando Zapata Bello en el acto en que se nombró al Hospital Materno Infantil “Doctora Consuelo Vadillo Gutiérrez” en Mérida en 2018

El Hospital Materno Infantil, en la ciudad de Mérida, lleva el nombre de “Doctora Consuelo Vadillo Gutiérrez” desde el año 2018, destaca el entrevistado.

Según la semblanza leída en el acto oficial de 2018, Consuelo Vadillo fue parte de una familia de médicos. Su padre, un tío y un hermano suyo fueron médicos.

En los seis años que estudió medicina afrontó hostilidades de algunos familiares, alumnos y vecinos, pero su padre siempre la apoyó, incluso ante la oposición de colegas. También en sus prácticas hospitalarias sufrió el maltrato y burlas de médicos y enfermeras. A pesar de ello, el 3 y 4 de febrero de 1930 presentó el examen final y obtuvo

Cómo era Yucatán cuando estudió la primera mujer médica

Personal y jefes del Servicio, adscritos a la Campaña Contra la Fiebre Amarilla en Mérida, Yucatán (1922). Los médicos vestían de traje y corbata o con bata clínica. Foto: Revista Biomed 2004

Cuando Consuelo Vadillo Gutiérrez comenzó a estudiar medicina en 1924, Yucatán tenía 103 años de independizarse de España, vivía desde 1920 una crisis económica que de 1926 a 1934 fue la peor del siglo XX, por la caída de las ventas del henequén; la salud de la población aún era pésima, no había promoción de medidas preventivas sanitarias, y los médicos cuyos estudios fueron costeados por el Estado solo trabajaban en provecho propio, según relata el doctor Carlos Urzaiz Jiménez en su “Reseña histórica de la enseñanza médica en Yucatán”, publicada en la “Revista de la Universidad de Yucatán” en 1983, hace 41 años.

1924 fue el año cuando (en octubre) se declaró a México libre de la fiebre amarilla, enfermedad que causó epidemias desde la época prehispánica, informa a su vez el Dr. Renán A. Góngora-Biachi en un artículo de 2004.

En 1924 la Universidad Nacional del Sureste tenía tan solo dos años. En 1922 el gobernador Felipe Carrillo Puerto la constituyó con un presupuesto de 176,000 pesos, y con 1,737 estudiantes (entre ellos 74 campechanos y 12 tabasqueños) y unos 150 maestros en ocho colegios, entre ellos la Escuela de Medicina y Cirugía con anexo la de Farmacia, que en 1833 fue fundada como Escuela de Cirugía Práctica y Medicina.

Cómo era la Escuela de Medicina donde estudió Consuelo Vadillo

Consuelo Vadillo estudió para doctora (1924-1930) cuando la Escuela de Medicina y Cirugía tenía 91 años de existencia, así como dos años como facultad, y funcionó en un departamento del hoy hospital Agustín O’Horán, edificio que en 1924 tenía 16 años, pues se inauguró en 1906.

Un departamento del hospital O’Horán fue la octava sede de la Escuela de Medicina de 1922 a mayo de 1931; antes y después, la séptima (1907-1922) y novena (1931-1943), fue una casa quinta que el gobierno de Yucatán compró, el predio 648 al final poniente de la calle 59, que luego quedó en el terreno del hoy parque zoológico El Centenario, detalla el Dr. Arturo Erosa Barbachano en su libro “Breve historia de la Escuela de Medicina” (1994).

De pie a la izquierda, Bernardino Enríquez, director de la Escuela de Medicina, y otros integrantes del primer Consejo Universitario en el edificio de la calle 60 con 57 de Mérida. Foto: Fototeca Guerra de la Uady

En cuanto a los directores de la facultad de medicina cuando Consuelo Vadillo estudió ahí, el Dr. Erosa precisa que fueron cinco: los doctores Bernardino Enriquez Palma (en 1924), Antonio Aguilar Puerto (1925), Mariano Correa Espinosa (1926-1930), Efraín Gutiérrez Rivas (1930) y Alberto Rendón Peón (1930-1932).

En esta misma época, cuando Consuelo Vadillo estudió medicina, en Yucatán funcionó una escuela de homeopatía, también fundada por Carrillo Puerto, pero sobrevivió con dificultades solo 16 años y desapareció para siempre en 1936, indica el Dr. Urzaiz.

Cómo eran las clases de medicina cuando estudió Consuelo Vadillo

Desde que se fundó la Escuela de Medicina en 1833 el programa de estudios era de cuatro años y se dividía en dos bloques: Vísperas (Física, Química, Minerología, Botánica y Zoología) y Cátedra Prima de Medicina (Anatomía, Fisiología, Patología, Medicina Operatoria, y Partos, Materia Médica y Terapéutica); el año lectivo era de septiembre a junio o julio, describe el Dr. Erosa. La Cátedra Prima, según el decreto de 1833, se asignaba a un doctor que a la vez era el director y tenía sueldo público mensual de 75 pesos al mes.

Al terminar los cuatro años, agrega el Dr. Erosa, el alumno obtenía el título de Bachiller en Medicina y podía ejercer fuera de Mérida y donde no había médico. Para el diploma de Licenciado debía practicar dos años en el hospital de la escuela. Para el título de doctor, debía ejercer tres años como licenciado.

Consuelo Vadillo Gutiérrez y Holda Sansores Manzanilla, alumnas distinguidas de la Escuela de Medicina y Cirugía de la Universidad del Sureste en 1929. Foto: Facebook/ Mérida en la Historia

Sobre cómo era la enseñanza cuando estudió Consuelo Vadillo, el Dr. Erosa narra que en 1925, con muchas protestas, se modificó el calendario escolar de la Escuela de Medicina y las clases empezaron en enero y terminaron en diciembre; en 1928 el Dr. Alvar Carillo Gil funda la cátedra de Clínica Pediátrica, y en 1930 se pensó en cerrar la Escuela de Medicina por las penurias económicas del gobierno, pero el personal trabajó sin remuneración y costeó el mantenimiento del plantel.

Por su parte, el Dr. Urzaiz relata que en 1925 ocurrió una verdadera innovación en los métodos de enseñanza de la medicina en Yucatán, donde “hasta entonces la clase de obstetricia era completamente teórica y los estudiantes rara vez tenían oportunidad de presenciar un parto”.

Consuelo Vadillo durante dos años atendió partos

Desde 1925 los estudiantes de medicina no solo atendieron los partos, normales y subnormales, sino también realizaron las operaciones obstétricas bajo la vigilancia del profesor. Esta costumbre prevaleció muchos años y, luego, fue adoptada en algunos departamentos de cirugía, abunda el Dr. Urzaiz. Fueron precisamente obstetricia y cirugía dos de las especialidades de Consuelo Vadillo.

En aquellos días, recuerda el Dr. Urzaiz, no había en Yucatán ningún médico en ejercicio que se pudiera llamar especialista; en 1927 destacó el primero, el Dr. Alvar Carrillo, quien tras un curso en Ciudad de México se dedica enteramente a la pediatría; esto repercute en la enseñanza y en 1928, coincide, se instaura la clase clínica de patología infantil.

Clases dos veces al día: de traje o con bata clínica

Adicionalmente, el Dr. Urzaiz informa que se cuidaba mucho la disciplina en el atuendo de los estudiantes: los de los primeros años asistían de traje completo y corbata; los internos podían vestir bata de clínica cuando estaban de guardia.

Debido a que había pocos alumnos, las clases teóricas se impartían de tarde en el local de la escuela y a hora fija; cada curso tenía siempre un mismo aula todo el año.

Las materias

A mi juicio personal, consideró el Dr. Urzaiz, en esa época (hasta los años cincuenta) era muy deficiente. “La anatomía —los 7 señores volúmenes de (el francés Jean Leo) Testut— debía aprenderse de memoria y, más que enseñar en detalle los recovecos del cuerpo humano, perseguía como fin formar una barrera o tamiz que regulara el paso de los años siguientes”.

La histología (el estudio de  la estructura microscópica de los tejidos), indica el Dr. Urzaiz, pecaba de la misma falta de objetividad; fisiología carecía de recursos y en ocasiones, de profesor; anatomía patológica era teórica, la medicina operatoria sorprendía por su eventualidad, la farmacología terapéutica era reconocida como importante pero era tan descuidada que, ordinariamente, no ocurría una clase en todo un año, y la bioquímica no era parte del programa de estudios.

Las únicas materias de carácter social o formativo, abunda el Dr. Urzaiz, eran la higiene, la ética y la medicina legal, así que muchos temas humanos del ejercicio médico no se abordaban.

En las mañanas, precisa el Dr. Urzaiz, se impartían las clases clínicas en el O’Horán a nivel aceptable. Los alumnos, desde el tercer año de estudios, entraba en contacto con el enfermo como “ayudantes” y en el internado, desde el quinto año, como “practicantes”.

La evaluación final: seis horas en dos días

Al terminar la carrera, los alumnos presentaban un examen de seis horas, divididas en dos horas, y una tesis impresa, por lo común de bajo valor académico; cumplidos estos requisitos se obtenía el título de Médico Cirujano y Partero, vigente desde 1922 y que en 1948 quedó solo como Médico Cirujano, como hasta hoy, expresa el Dr. Urzaiz.

En el caso de Consuelo Vadillo, su tesis fue “Tratamiento del prolapso genital de Cefort”. La Universidad del Sureste le expidió el 7 de marzo de 1930 el título de Médico Cirujano, que quedó registrado el 25 de febrero de 1933 en el Departamento de Salubridad.

No se le permitió ejercer en el hospital

Ya graduada, solicitó ejercer en el hospital de Mérida, el O’Horán, pero no pudo porque no se admitía a mujeres. Ante ello ejerció como médica privada, sobre todo en Mérida.

Después estudió ginecología, urología y cirugía con una beca en la Universidad Johns Hopkins, luego en la Facultad de Medicina para Mujeres y en la Universidad de Columbia, las tres en Estados Unidos, y retornó a Yucatán, pero de nuevo afrontó hostilidades como médica, así que se dedicó a la medicina privada, en la que atendía gratis a personas pobres, según su semblanza oficial.

Flor de Lourdes Estrella Santana es Licenciada en Educación por la Uady. Ingresó a Grupo Megamedia en el año 2000. Ha sido reportera, redactora y editora. Escribe contenidos generales, especialmente...