El sentir general de los aficionados y la gente del fútbol en México es que en la selección tricolor hay que hacer algo a la voz de ya para salir del bache.
Y para muchos, en la derrota ante Estados Unidos en la final de la Copa de Naciones de la Concacaf, más que el 2-0 con que ganó la selección de la vecina nación, lo que caló hondo es la falta de convencimiento del trabajo que se realiza, en la cancha y fuera de ella.
“Es un reflejo de lo que ha sucedido en los torneos mexicanos. Se han preocupado de no tener ascensos y descensos, de no invertir en buenos jugadores, se trae más cantidad que calidad, y se requiere con urgencia el relevo generacional”, asevera José Casellas Peón.
Desde Cancún, donde reside, la otrora estrella de la Tercera División Profesional, jugador de Primera y seleccionado nacional, fue uno de varios personajes del balompié que ofrecieron un punto de vista sobre lo que se vive en el Tri que dirige Jimmy Lozano, a quien ratificaron a pesar del estrepitoso fracaso en la de Copa de Naciones.
En términos generales, Casellas Peón, Gerardo “Tato” Torres (exseleccionado nacional), Raúl Comas Bolio (exentrenador de Segunda División), Martín Matienzo (exjugador de Primera y Segunda), Alfredo García Salmones Muñiz (técnico de Deportiva Venados en Liga Premier) y Eduardo Fernández Aldana (director de Selecciones de Yucatán), coinciden en que los procesos que se siguen no son los adecuados en estos momentos.
Entre sus puntos de vista destacan, como dice Casellas Peón, la renovación de jugadores y plantillas.
“Tristemente la selección no dio un buen partido, fue ampliamente superada por Estados Unidos. Y todo eso es una cadena, son muchos factores. Por mencionar, se dan pocas oportunidades a las fuerzas básicas, y ahora va reflejándose todo eso. Los que están en el extranjero no son muchos y los que están ya son de cierta edad, hace falta esa sangre nueva que venga a refrescar, trabajar y dar oportunidad a mexicanos y jugadores jóvenes”.
“Antes había jugadores clave, importantes, que desequilibraban, hacían diferencia, ahora no contamos con ninguno de ellos”, expresa.
El maestro Raúl Comas Bolio lo secunda: “Vimos un equipo mexicano muy desordenado, con falta de coordinación en sus líneas, con jugadores que no pueden desarrollar más fútbol de lo que tienen, que ya llegaron a su tope.
México debe hacer un cambio generacional, aun sacrificando resultados, trabajar a mediano y largo plazo.
¿El resultado? Era el esperado, por mal manejo de todos, de directiva, de cuerpo técnico y jugadores. Si no cambia este equipo, no habrá nada que hacer en Copa América y mucho menos en el Mundial de 2026.
Los directivos ofrecieron un cambio estructural y no lo cumplieron, después de casi dos años de Qatar”.
Con amplia experiencia en el fútbol, tras ser jugador de América, de Venados y otros clubes, Martín Matienzo insiste en el punto:
“Los directivos del fútbol no han entendido que lo más importante es lo deportivo por encima de lo comercial/económico, y nuestra selección mexicana es un espejo de lo siguiente: los directivos corruptos y ambiciosos han dañado irreversiblemente la estructura deportiva en sus raíces”.
También apunta lo siguiente:
1. Quitar el ascenso y descenso. 2. Utilizar solo franquicias para poder jugar en la Liga MX y en Liga de Expansión. 3. Tener intereses vulgares en ser dos equipos un mismo dueño. 4. Haber aceptado la Liga de Expansión por dinero (que reciben de la FMF) para poder avalar y no ascender a la Liga MX. 5. Poner como más importante lo comercial/dinero que al tema deportivo”.
“Y para muestra un botón de cómo el mayor adversario, deportivamente hablando, Estados Unidos, nos ha rebasado por mucho por cómo ha trabajado más, en cómo hacer estrategias deportivas, que por lo comercial”.
Para Gerardo “Tato” Torres fue triste ver cómo México se vio sin idea ni orden. En cuestiones de fútbol, el que fuera jugador de Atlas y Morelia, además de seleccionado mexicano, destacó que “fuimos dominados casi todo el partido.
En el primer tiempo no se crearon opciones claras de gol y eso es preocupante. En el segundo tiempo cuando el entrenador mexicano mete dos delanteros, se jugó un poco más en el campo rival, pero fue más por empuje o imperio que por argumentos”.
Un México sin orden, en todo momento, y eso, dice el técnico de Deportiva Venados de Premier, Alfredo García Salmones Muñiz, se debe en parte al orden jerárquico. “A nivel selección mayor se necesita un mánager deportivo, un técnico de vasta experiencia, que conozca las entrañas del fútbol mexicano y pueda guiar al técnico nacional y ayudar, compartir opiniones”.
Como los demás expertos en este pánel, expresa que “hablando del fútbol de Primera, tenemos que ajustar el tema de extranjeros a como se manejaba anteriormente, a cinco en el terreno de juego, así los mexicanos tendrán mayor participación y minutos de juego. Estamos hablando de que son casi nueve extranjeros, más la gente que es naturalizada. Hay equipos que juegan casi sin jugadores mexicanos”.
Eduardo Fernández Aldana, con una década de jugador con los Venados y ahora responsable de las selecciones locales, ve positiva la anunciada continuidad de Lozano, pero con puntos de relevancia en el manejo del Tri.
El “Yuca” señala que “Jimmy es un gran entrenador, sus números en la selección son reales, su cuerpo técnico trabaja muy bien, pero es un momento crucial para tomar decisiones importantes y que las riendas de la selección sean realmente de él.
“Darle el voto de confianza es bueno, pero debe hacer dos o tres cambios necesarios, va a tocar a las vacas sagradas, no sé si a todas, pero debe poner un golpe sobre la mesa y decir: ‘esta es mi selección’. Sabemos que estar en selección es complicada, se manejan muchos intereses, hablar de eso es difícil, pero haber perdido contra Estados Unidos es una muestra que llevan (los norteamericanos) trabajando bien, no es culpa de Jimmy, sino de las circunstancias. Por ejemplo, que regrese el ascenso y el descenso, para que haya competencia. Si habrá cambios, se tiene que empezar desde los cimientos, para llevar a la selección mexicana a otro nivel, al que se espera”.
Y usted, lector, ¿qué opina?— Gaspar Silveira Malaver