Mexicanos en Juegos Paralímpicos: Amalia Pérez busca su quinta medalla de oro

MÉXICO.- La mexicana Amalia Pérez es una leyenda del deporte paralímpico desde su debut en Sidney 2000 no se ha bajado del podio y, en las últimas cuatro citas, obtuvo solo medallas de oro, aspirando en París a su quinta corona consecutiva para volver a hacer sonar el himno de México en la mayor competición internacional de deportistas con discapacidad.

Nacida en Ciudad de México en 1973, Amalia llega a París con 51 años de edad pero convertida en un símbolo del deporte paralímpico mexicano.

Es una de las tres levantadoras de pesas, junto con la egipcia Fatma Omar y la nigeriana Lucy Ejike, que ha ganado seis medallas paralímpicas en su carrera. Las tres consiguieron su sexta medalla en los Juegos de Tokio.

La deportista mexicana nació con artrogriposis múltiple, un padecimiento que se caracteriza por presentar contracturas en las extremidades, lo que limita el movimiento de la persona. En el caso de la pesista la parte afectada fueron las piernas.

La madre de Amalia sufrió un accidente y el parto se precipitó, por lo que nació a los seis meses. El médico, al ver el estado del bebé y que la madre ya tenía hijos, le sugirió un aborto.

“Le dijo a mi madre que no iba a tener tiempo para cuidarme, que probablemente moriría en un año como máximo. Me sugirió que me inyectaran aire en el corazón para que no existiera”, declara la mexicana.

Amalia Pérez, la multicampeona paralímpica

Empezó a practicar deporte como parte de su rehabilitación, aunque no fue hasta los dieciocho años cuando se introdujo en la halterofilia.

Su trayectoria en el deporte comenzó en 1991, en los Juegos Nacionales de Guadalajara. Años después llegó a los Juegos Paralímpicos de Sídney 2000, dónde se llevó la plata en la categoría de hasta 52 kilos.

En Atenas 2004 repitió plata, una experiencia que atesora como uno de sus recuerdos paralímpicos favoritos, sobre todo porque acababa de ser madre.

“Fue una motivación tener a mi hija pero sobre todo también demuestra que no hay que retirarse del deporte ni darse por vencida cuando se tiene la gran oportunidad de ser madre”, expresa.

Con el paso de los años acumuló participaciones en diferentes torneos. Ganó el oro en los Juegos Paralímpicos Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020.

A los Juegos de París llega en buenas condiciones y entre las diez mejores del mundo. “Sé que las chicas ya me están alcanzando y, lejos de molestarme, me gusta mucho porque sé que fui una impulsora de esta disciplina”.

“Quiero que la gente nos vea, que nos aplauda, que nos llene de mucha adrenalina y emoción. Sobre todo, agradecemos que el público nos mire y conozca nuestro potencial. Estamos deseosas de mostrar nuestras capacidades”, apunta.

Pese a todo, no será fácil conseguir la corona de campeona paralímpica que espera retener Amalia, acompañada como siempre de su esposo y entrenador, José Enrique Alvarado.

En mayo, en el Mundial en Acapulco (México), consiguió el oro al levantar 129 kilos en la categoría de hasta 67 kg, por delante de su compatriota Fátima Castellanos Rodríguez.