• Arriba, revirada a la inicial, con Art Charles esperando el tiro en la inicial. A la izquierda, el cubano Yoanner Negrín, en el homenaje para retirar su número. A la derecha, el jonrón de Yangervis Solarte, anoche en el segundo encuentro de la serie entre Leones y Diablos, en el Parque Kukulcán

Luego de seis derrotas seguidas, la victoria de ayer fue un bálsamo para los Leones de Yucatán.

En una noche muy especial, por el retiro del número de uno de los lanzadores emblema del equipo en la última década, los melenudos por fin batearon más allá de la segunda entrada, su relevo aguantó y vencieron a los Diablos Rojos del México y cortaron su racha de seis descalabros.

De paso, se mantuvieron en el sexto sitio de la Zona Sur por méritos propios, pues los Bravos de León también ganaron y siguen arriba de la novena brava solamente por el diferencial de carreras. Era, antes del juego de ayer, menos 19 de los selváticos y menos 47 de los del Bajío, que ganaron anoche por paliza de 17-6 a los Conspiradores de Querétaro.

No fueron pocos los que señalaron que influyó la presencia del presidente ejecutivo de los Leones anoche en el parque de pelota. Erick Arellano Hernández encabezó la ceremonia en que el club retiró el número 25 de Yoanner Negrín, inmortalizado en una pausa del juego en la quinta entrada. El “Asere” es el pelotero 13 al que se le retira su número en la historia, primero desde Oswaldo Morejón en 2016. Su familia lo acompaño en la entrega de dos placas y un jersey enmarcado con su “25” para tenerlo como parte de las leyendas del equipo.

Como sea, si por el dueño o por los duendes del béisbol, los Leones se sacudieron la malaria.

Batearon desde temprano, anotando cuatro carreras en las primeras dos entradas, y luego de tres actos en blanco, despertaron en la sexta, con tres más, y cerraron con dos en la octava. Para entonces, los Leones ganaban 10-5.

Pero ante los Diablos, y con el bullpen de los selváticos, esa diferencia representa nada. En la novena, los pingos amenazaron y se acercaron con dos, poniendo el drama y dejando a muchos sin uñas y comenzando con los improperios que han salido en estos días de malaria.

Clave, sin duda, el que César Valdez haya trabajado otra vez con fuerza en cinco actos. Nada espectacular, cierto, pero mantuvo la delantera.

Y la ofensiva, que esta vez respondió tras la penosa noche del martes, en que dejaron 14 en base. Esta vez “sólo” fueron 11 que se quedaron suspirando en las colchonetas, y batearon de 15-5 con gente en posición de anotar.

Se notó mucho el aporte de peloteros como Yangervis Solarte, quien, raro en este equipo que no se jacta por eso, bateó jonrones de ambos lados del plato, uno de dos carreras que coronó un ataque en la segunda entrada, y otro solitario en la octava. El de la segunda, clase de estacazo por el izquierdo, casi sacándola del estadio. Si fuera el antiguo Kukulcán, terminaba en la calle.

Norberto Obeso anotó tres carreras y Yadir Drake se fue con tres imparables, en una ofensiva de solamente 11 incogibles, pero de batazos importantes.

En el tercero de la serie, Odrisamer Despaigne abrirá por los Leones esta noche. La victoria es realmente urgente. Sí o sí. Y, dijeron varios, “que se quede el dueño a ver jugar a sus Leones”. También, sí o sí.— Gaspar Silveira

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