24 de Julio del 2025: DEPORTES: Aspectos del Tercer Juego de la Serie de Beisbol entre los Leones de Yucatan Vs Diablos del Mexico En la Imagen .- - Foto de José Valerio Caamal Balam

Los Leones de Yucatán terminaron viéndose desdibujados en una serie en que, aunque se sabía era difícil, tenían que mostrar las agallas de un equipo con ganas de ser contendiente.

Pero no pudieron. No tuvieron argumentos ante los Diablos Rojos del México, que los vencieron la noche del jueves, 4-3, exhibiendo esta vez a una ofensiva pobre, chata. Muchos aficionados dijeron algo: sin ánimos.

De un juego a otro se notó una diferencia abismal. Los Leones del miércoles fueron unos y los Leones del jueves, otros. Inestabilidad bárbara.

Los melenudos se salvaron de no caer al séptimo puesto de la Zona Sur ya que en la jornada perdieron los Bravos de León, apaleados por los Conspiradores de Querétaro.
Ante otra gran entrada en el Parque Kukulcán, los Diablos mostraron que son los Diablos. Y perdonarlos es casi ponerse una pistola en la sien.

Falló el abridor león, Odrisamer Despaigne, y aún así se mantuvieron en la pelea. El cubano estuvo como en muchas de sus salidas de este año: tambaleante. En tres entradas fue sacudido con nueve hits y tres anotaciones. De los que quedaron a deber en esta campaña.
Dejó el juego 3-1 y a los Leones vaya que les dio trabajo meterse a la pelea. Una y otra vez fallaron con el bate. Hubo turnos que, se ve en el pitcheo a pitcheo, con bateadores que son out por regla.
¿Qué los mantuvo en la pelea? Un gran relevo, casi perfecto, de Derek West, quien retiró a 11 en fila, antes de dar una base por bola, y luego sacó el último out de la octava, su cuarto acto de trabajo grandioso. Se necesitan otros como West, como Negrín, como Drake…
Para entonces, los Leones, cansados de fallar y fallar, empataron a duras penas en la octava, 3-3.
Una vez, en la cuarta, llenaron la casa con uno fuera y no anotaron más que una vez. Dejaron a diez en las bases y se fueron de 10-2 con gente en posición de anotar. Así, imposible.

El gusto del empate y estar en la pelea, sin embargo, les duró muy poco.
En la novena subió a lanzar Edwin Escobar, quien había tenido mejoría, solo que esta vez se vio mal y los Diablos lo aprovecharon para tomar la delantera 4-3. Con eso les bastó a los pingos.

En el cierre, quisieron los melenudos, pero no fue suficiente.

Con el “Emperador” Tomohiro Anraku lanzando, hubo pasaporte a Henry Ramos con dos fuera y tocó el turno a Yadir Drake, en busca de su hit 500 con los Leones. Pero el nipón ponchó al antillano para bajar el telón de un partido que fue intenso, como toda la serie, pero que lamentablemente a las fieras les quedó grande.

Yucatán se va de gira a Oaxaca. El viernes abrirán serie ante los Guerreros empatados con los Bravos en ganados y perdidos (37-43), pero lo que los tiene de sextos es su carreraje: menos 18, por menos 48 de los leoneses.

La suerte está en sus propias manos. De nadie más.

Pero francamente, a como jugaron en estas tres series en casa, perdiendo siete de nueve, difícilmente podrán aspirar a algo grande si llegan a la postemporada.