A los Leones de Yucatán el chip formateado que tienen ahora les dice “ganar hoy”. Lo que hagan los demás hay que seguirlo, claro, pero si no triunfan, sirve de poco.
Y en el primero de una serie que puede definir su futuro, anoche ante el Águila de Veracruz, salieron con la diestra en alto. ¿Sufrieron? Vaya que sí. Pero ganaron 3-2 en un duelazo con pitcheo del bueno, tras la lluvia, en el Parque Kukulcán.
César Valdez lanzó cinco actos, con pelota de tres hits y una carrera. Se pensó que podría durar más, pues solo hizo 67 pitcheos, pero el piloto debutante Eliézer Alfonzo lo retiró.
El relevo puso a temblar a todos y, tras salir milagrosamente de una casa llena en la séptima y otra amenaza en la octava, se estrenó Jake Sánchez como león y, con corredor en segunda, puso fin al encuentro, también con el Jesús en la boca.
Poco bateo
Yucatán bateó poco ante un pitcheo sólido como el que presentó el Águila. Pero al menos metió las carreras necesarias para ganar. Una cayó por error, anotada por Norberto Obeso en el acto inicial; otra, por sencillo remolcador de Yangervis Solarte, y la que marcó la diferencia a final de cuentas fue del considerado “MVP” de la temporada melenuda, Yadir Drake, con su vigésimo jonrón del año, dejando entonces el score 3-1. La enjundia de Solarte y, más la del “Black Panther”, deben ser fundamentales para los restantes ocho juegos, máxime cuando no se batea a la hora oportuna, como ayer.
Lo demás fue rezar y rezar. Y tras ganar, pensar en que necesitan otro triunfo el miércoles y en las noches que siguen. No hay otra opción.
