Erick Arellano Hernández no dudó un solo momento en su expresión a la pregunta del Diario sobre lo vivido por los Leones de Yucatán: “Es un fracaso… claro que es un fracaso”.
Y el presidente ejecutivo de los Leones dice que “incluso pasando a playoffs, lo es”.
Foto: Carlos De La Cruz
Antes del playball del juego de anoche jueves ante el Águila de Veracruz, último de la campaña regular en el Parque Kukulcán, el empresario mazatleco resaltó que “hemos tenido una temporada muy mala, que sólo podría medio componerse si calificamos”.
“Ya lo han visto todos, lo que yo veo es lo que ven ustedes, así es esto”.
Pero dejó claro que espera que, en los siete partidos por jugarse, incluido el de anoche, “el equipo pueda hacer algo para poder meternos a playoffs. Esperemos que se logre ese objetivo”.
Las estadísticas para nada mienten y las posibilidades de pasar a la fiesta final son reales, pero la situación complicada.
“Imagínate… Nos vamos a quedar fuera de un playoff por primera vez en diez años”.
Los Leones entraron al juego el jueves a dos juegos del sexto sitio de la Zona Sur, en el que iban empatados en récord el Águila de Veracruz y los Olmecas de Tabasco, pero con los jarochos rankeados en quinto por mejor diferencia en carreraje.
Evidentemente que puede verse como dice el presidente melenudo: fracaso. Con el número de partidos que restan por jugarse, ni ganándolos todos, los selváticos no van a alcanzar la barrera de los .500 en ganados y perdidos. Si triunfan en los siete duelos, alcanzarán marca de 45-46.
Lo que igual dijo el presidente melenudo es que “si nos enrachamos y entramos a los playoffs, esa va a ser otra historia”.
El tercer duelo ante el Águila arrancó con llovizna, aunque no fue impedimento para una aceptable entrada en el Kukulcán. Los Leones originalmente tenían anunciado para abrir al panameño Darío Agrazal, pero a mediodía cambiaron y mandaron a la loma a Yoanner Negrín, su mejor carta de la difícil campaña. Y eso atrajo a más espectadores. Negrín fue el principal serpentinero león en la complicada temporada.
Fallan pitcheo y ofensiva
Los Leones se cayeron desde temprano en el partido de anoche jueves frente al Águila de Veracruz. Ni su principal abridor de esta temporada, Yoanner Negrín, pudo darles la apertura que necesitaban.
Temprano los Leones anunciaron que cambiaban de abridor, dándole la pelota al “Asere” para subir a la loma en el último duelo de la temporada regular en el Kukulcán. Lanzó en lugar de Darío Agrazal, quien viajó a Puebla ayer mismo para estar “aclimatado” para el primer encuentro, esta noche ante los Pericos.
El cubano salió bien librado en la primera, en la segunda toleró una carrera, pero su acabose fue en la tercera, en la que aceptó dos carreras, ambas de caballito. Algunos aficionados que veían el partido en la televisión se reportaron con el Diario para decir que las marcaciones del umpire principal, Alan Cruz, precisamente en esa entrada fueron demasiado exigentes, con pelotas en zona de strike marcadas como bolas.
Negrín fue removido tras su segunda carrera de caballito. Los aficionados, que en estas fechas se han metido mucho con los lanzadores melenudos, tributaron fuerte ovación al serpentinero cuyo número fue retirado hace poco por la organización. Y tras su salida, que pudo ser la última de su carrera en Mérida, el relevo anduvo titubeante y la ofensiva no pudo reaccionar.
El pitcheo del Águila les obsequió ocho pasaportes en las primeras seis entradas, pero en ese lapso se fueron de 0-7 con gente en posición anotadora
El Águila se aprovechó de todo lo que un equipo totalmente sin alma les dio, en un muy amargo cierre del rol regular en el Parque Kukulcán. El score fue 7-1, en un partido en que el pitcheo león cometió cuatro wildpitches, toleró dos carreras de caballito, y su ofensiva, únicamente tres imparables.
Fue una noche en que, como había ocurrido muchas veces este año, se juntó lavado con planchado y trapeado. Un desastre, con todo el respeto que merece el equipo como una institución de abolengo, siendo, se ha dicho, algo más que un equipo de béisbol. El equipo que vieron sus seguidores se notaba sin alma y actitud.
Es lamentable que, para el ataque, un equipo no aproveche para nada el que el club rival le regale la escandalosa cantidad de doce bases por bola y sólo hagas una carrera. En la novena, ya con mucho público saliendo, llenaron la casa, pero fallaron Yangervis Solarte y Yadir Drake para terminar con la amenaza.
Así, imposible ganar: tres hits conectados por el club local, que dejó 13 corredores en base y se fue de 9-0 con posición de anotar.
Con tanto que se ha vivido, y lo que queda, a lo mejor las declaraciones de Arellano Hernández llegaron tarde, porque muchas cosas pudieron evitarse.
A la campaña le restan, desde hoy, sólo seis partidos y todos los jugarán los Leones fuera de casa, tres en Puebla y los restantes en Cancún.
¿Es posible que logren colarse a la fiesta? Sin duda que sí. Las estadísticas lo dicen. Pero igual dicen los números que hoy los Leones amanecieron en el octavo lugar de la Zona Sur, ya no en el doloroso séptimo.
Para lograr la hazaña de meterse a la fiesta tendrán que ganar y ganar, no verse como ayer. Tal vez las luces del remozado estadio se apagaron por última vez para el béisbol hoy.
Lo dicho,los jugadores ya no representan al equipo,muchos de ellos ya están de salida y solo están en el equipo para acabar su contrato,lo mejor sería darle la oportunidad a jóvenes que realmente quieren desenvolverse y ganar experiencia y no traer jugadores que no aportan nada de nada