El melenudo Wilmer Difo pone fuera al perico Phillip Ervin
El melenudo Wilmer Difo pone fuera al perico Phillip Ervin

A nadie podrían culpar los Leones de Yucatán si son eliminados, más que a ellos.

Los resultados en esta recta final no se están combinando de manera apropiada porque volvieron a perder ellos, y sus rivales en la contienda por los boletos a la postemporada, también.

Ayer, dejaron corredores en posición anotadora casi como quisieron y tropezaron ante los Pericos de Puebla, 9-8, que le arrebataron a Yucatán su sexta serie en fila.

El corazón de los Leones aún late, pero sus signos vitales son cada vez más débiles. Luego de este nuevo fracaso en la Angelópolis, los selváticos quedaron con marca de 39-50. La derrota 10-8 de Olmecas de Tabasco (40-49) ante los Diablos Rojos, combinada con el triunfo 2-1 de los Bravos de León sobre los Guerreros de Oaxaca (39-49), mandó a los melenudos hasta el octavo lugar de la Zona Sur.

Complicado, de verdad, pero, se insiste, porque así lo quisieron los Leones.

Art Charles la botó en la primera entrada con uno en base, adelantando 2-0 a Yucatán. Pero luego el campeón del Derby de Jonrones tuvo una oportunidad clave y falló estrepitosamente en un ataque que pudo catapultar a las fieras al empate en el sexto sitio. Empero, Charles se ponchó con corredores en segunda y tercera para el primer out, con la pizarra 9-7. No fue todo: Yangervis Solarte bateó rodado a primera, que impulsó la del 9-8, y siguió Luis Felipe Juárez con oportunidad clave: tras dos rectas muy ceñidas, que alteraron las bancas, “Pepón” rodó al campo corto para el tercer out.

Y en la novena, luego de dos fuera, el emergente Wynton Bernard bateó sencillo y se robó la intermedia.

Con la del empate en segunda, Norberto Obeso elevó al izquierdo para bajar el telón del juego.

Las estadísticas no engañan: los Leones dejaron a 11 corredores en base y conectaron de 18-5 con gente en posición anotadora.

Fallo clave

Charles, por ejemplo, bateó jonrón en los tres juegos en el “Hermanos Serdán”, pero no pudo dar el batazo a la hora buena. Y así varios.

Y su pitcheo, casi todo, como en el largo calendario, estuvo para llorar. Al abridor Derek West le hicieron cinco carreras en dos entradas.

Lo relevó José Luna y estuvo atinado, pero sólo lo dejaron un episodio, y entre Jonathan Vargas y Trevor Kiest tuvieron un fatídico quinto rollo, que valió cuatro carreras más, y eso fue letal para los melenudos.

Los Leones de Yucatán toman carretera para irse a la paradisíaca Cancún, pero no de descanso, sino a jugarse desde mañana la larga temporada y muchos de ellos el futuro en el equipo selvático.— Gaspar Silveira Malaver

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