La keniana gana la dura prueba de los Olímpicos
Peres Jepchirchir encabezó ayer el 1-2 de Kenia en el maratón femenino, resistiéndose al calor y la humedad en su recorrido por las calles de Sapporo.
Jepchirchir cruzó la meta con un tiempo de dos horas, 27 minutos y 20 segundos en una competencia que se adelantó una hora para evitar el calor.
Un grupo de aficionados a lo largo del recorrido aplaudió a las competidoras una vez que los Juegos se trasladaron al norte para la marcha y el maratón.
Su compatriota Brigid Kosgei terminó segunda y la estadounidense Molly Seidel, una relativa desconocida en el mundo del maratón, completó el podio.
La carrera que se movió a Sapporo para evitar el calor y la humedad extremos en Tokio no ofreció mucha ayuda en el serpenteante circuito trazado alrededor de la ciudad. La salida se dio un minuto después de las 6 de la mañana bajo un cielo despejado y temperaturas cercanas a los 25 Celsius (77 Fahrenheit. El termómetro se aproximó a 30 Celsius (86 Fahrenheit) hacia el final de la competencia, con una temperatura del 65%.
Se inscribieron 88 competidoras y más de una docena de ellas no concluyeron la carrera, incluyendo a la campeona mundial, la keniana Ruth Chepngetich. El clima pareció pasarle factura a la israelí Lonah Salpeter hacia el final de la competencia. Una de las cuatro punteras a cuatro kilómetros de la meta, se detuvo súbitamente y caminó hacia un costado del trazado. Cruzó la meta.
Seidel pronosticó este día desde que era niña. Escribió en Instagram: “Otros niños querían ser astronautas o bomberos. Yo quería ser corredora. Incluso en los días más difíciles, intentaba recordar lo afortunada que soy por hacer lo que hago y lo que soñaba cuando tenía 10 años”.
Soltó un grito al cruzar la meta y se dirigió a la cámara para decir “Hola mamá y papá”.
Voluntarios con camisetas amarillas se colocaron a lo largo del recorrido con letreros que, según la traducción, decían: “Absténgase de ver”. Pero de igual forma los espectadores se alinearon a un costado para ver la acción en una justa olímpica en que la presencia de aficionados ha quedado prohibida por las restricciones relacionadas con el coronavirus.
Kipochoge, con calma
Eliud Kipchoge mira con calma la previsión de altas temperaturas y humedad para la hora en la que se disputará la maratón.
“Todos estaremos en la misma sartén”, dijo el vigente campeón olímpico.
Las maratones de Tokio 2020, como las careras de marcha, se trasladaron a Sapporo, al norte del país, debido al calor extremo en Tokio. La ciudad se encuentra al menos una hora y media en avión, o dos largos viajes de tren, de distancia, pero una ola de calor hace que la temperatura en la capital de la isla de Hokkaido no sea más baja.
“No hay que preocuparse”, dijo el keniano. “Sólo hay que ir a correr, competir y el mejor ganará”.
El inicio de la maratón femenina del sábado se adelantó una hora, a las 6 por la previsión de calor más tarde en la mañana. Para cuando termine la prueba, se espera que los termómetros alcancen los 29 grados con una humedad del 75%.— AP
