Fernando Ojeda Llanes (*)

 

Es indudable que la inflación está pegando en todos los bolsillos, el poder adquisitivo de las personas se ve afectado en forma considerable, ya que al adquirir la misma cantidad de bienes se rebasa el presupuesto familiar y el faltante se tiene que financiar con el uso de tarjeta de crédito

Esto, como es obvio, incrementa el requerimiento de mayor cantidad de dinero por adicionarse el importe de los intereses, además del riesgo que de no pagarse capital, se convierte en una bola de nieve.

La forma más fácil de paliar esta problemática es comprando menor cantidad de bienes con el mismo dinero, pero a cambio de disminuir la calidad de vida, me refiero a los que tienen ingresos fijos por pago de sueldos laborando en una empresa, sin embargo, la forma de vida se dificulta de aquellos que no tienen empleo cuando casi se les ha duplicado el precio de la comida, tales como tortillas, huevos y otros alimentos, por lo tanto se genera la pobreza.

En las empresas suceden dificultades por el problema inflacionario, se enfrentan a situaciones más complicadas por el alza de precios tanto de materia prima como de producto terminado y más grave aún, la falta de estos en el mercado por la baja producción nacional, debido quizás a la falta de materia prima.

Si no se obtienen los productos a menor precio, se tendría que incrementar los de venta para la compensación, pero esto no es posible por dos motivos, el primero la falta de crecimiento de la economía, lo que hace que disminuya la demanda y segundo la alta competencia que se vive en los mercados.

Nuestra economía mexicana está sufriendo un fenómeno al que coloquialmente le denomino coyuntura crucial, con esto quiero decir que estamos en una escalada de aumento de precios debido a una alta inflación, pero adherida a una falta de crecimiento de la economía que genere mayores empleos y oportunidades de mercado.

Las empresas, de alguna forma han logrado sortear este panorama incierto manteniendo altos días de rotación de inventarios para conservar precios anteriores, pero se aproxima mayor incertidumbre, sobre todo porque las expectativas señalan la probabilidad de que la tasa de interés se incremente de nuevo, ante el panorama que se observa en los EE.UU. en que la FED tiene altas probabilidades de incrementar el costo del dinero con el consiguiente impacto en nuestro país.

Se comenta que la inflación que estamos sufriendo es transitoria, pero estamos ante un panorama que no parece ser así, si tomamos en cuenta que la escalada de aumento de precios tiene altos picos dependiendo del tipo de bien: construcción 12%, agrícolas 20%, alimentos 10% (datos estimados) y el promedio ponderado de 7.07% anual, esto nos clarifica que cada empresa en particular tiene su propio porcentaje de inflación que tiene que superar de acuerdo a sus productos.

Los inventarios juegan en estos momentos lugar primordial en el manejo de los precios y la determinación de los márgenes de utilidad, debido a que si se tiene la oportunidad de hacer compras con buenos descuentos en los precios, midiendo el efecto del costo de capital, es posible que al crecer los días de inventario, el margen pueda generar mayor utilidad que el costo de mantener días adicionales de existencias.

Las empresas que han mantenido sus volúmenes de venta han de tener que diseñar nuevas estrategias, en virtud de que el retiro de dinero de la economía hace que disminuya la demanda, por lo que aquellos negocios que comercializan productos que no son de primera necesidad, podrán tener problemas por la demanda que tiende a disminuir.

Las empresas industriales se enfrentan a cambios importantes en el mercado, por lo que es necesario revisar las políticas de compra, tanto por la escases de materia prima como por los altos precios de las que se pueden obtener, aquellas que traen productos de los mercados internacionales se enfrentan a problemas de distribución por la demanda que existe en los países de los sistemas de transporte.

Existen técnicas de ingeniería industrial y financiera para que las empresas industriales modifiquen sus técnicas de producción, debido precisamente a la alza de precios en las materias primeras que generan disminución en sus márgenes de utilidad, una de éstas que han dado resultado dependiendo del tipo de producto que fabriquen, es el de aumentar el volumen de producción, lo que hace que disminuya el costo unitario, pero esto solamente daría resultado si se tienen relevantes costos fijos que no tengan altas modificaciones en sus precios, que no tengan disminución en su demanda y que el costo de capital de la inversión en los inventarios adicionales, no sea mayor que la ganancia marginal de mejoramiento del margen bruto. Todo esto tiene que ver con la relación costo, volumen utilidad, pero es otro boleto a comentar posteriormente.— Mérida, Yucatán.

ferojeda@prodigy.net.mx

Doctor en investigación científica. Consultor de empresas.

 

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