La participación ciudadana es vital para la democracia y, sin embargo, quienes formamos parte de alguna organización de la sociedad civil vivimos una eterna lucha por ser escuchados por quienes toman las decisiones en la esfera gubernamental.
El Frente Cívico Familiar nace a la luz pública en enero de 1988 a raíz de una inconformidad generalizada frente al alza desproporcionada de las tarifas eléctricas. Decidimos alzar la voz para manifestar nuestra postura en contra de la medida de la Comisión Federal de Electricidad, que, sin justificación alguna, subía las tarifas en un 85%. No bastaban las quejas, había que pasar a la acción.
La indignación nos movilizó y decidimos que realizar un apagón sincronizado en toda la ciudad a la misma hora, enviaría un mensaje claro a las autoridades de la gran afectación que estaban ocasionando a la economía de miles de familias en nuestro estado.
Una vez decidida la acción, la pregunta era cómo difundirla…crecurrimos al reparto de volantes, a formar cadenas de llamadas telefónicas, a correr la voz y a publicar un pequeño aviso en la sección de Avisos Oportunos del Diario de Yucatán.
La contribución del Diario no paró allí. En días previos al apagón, reporteros del Diario recabaron testimonios de la ciudadanía sobre su opinión del movimiento y preguntaban si se sumarían apagando la luz; también entrevistaron a legisladores de diferentes partidos, que no pudieron sino reconocer la necesidad de apoyar “manifestaciones populares tendientes a defender los interese de la sociedad”. Todo ayudó a calentar el ambiente y a difundir la actividad.
Para sorpresa nuestra, la respuesta fue abrumadora. Se calcula que entre un 70 y un 80% de los hogares en Mérida apagaron la luz el día acordado durante una hora… ¿lo habríamos logrado sin la difusión en la prensa?
La acción intentó ser minimizada por las autoridades, pero allí estaban las fotos del Diario, los testimonios, que hablaban por sí mismos. ¡Teníamos nuestra caja de resonancia!
Frente a medios de comunicación comprados o amedrentados desde el poder, contar con una prensa independiente es fundamental para obtener información veraz y oportuna sobre el acontecer local y nacional; estar informados, es una condición básica en el proceso de construcción de ciudadanía. Nos permite dotarnos de elementos para razonar sobre lo que ocurre a nuestro alrededor y para actuar con plena conciencia exigiendo nuestros derechos.
Este año el Frente Cívico Familiar cumplió 35 años. Para conmemorarlo, recurrimos a una exposición fotográfica con lonas en Paseo de Montejo, mostrando algunas de las principales luchas que hemos realizado en este tiempo y para documentarlo, recurrimos al archivo hemerográfico del Diario.
Revisando la historia allí plasmada, nos ha quedado claro que el Diario siempre ha estado presente ayudándonos a difundir, a cuestionar, a visibilizar la acción ciudadana. Sin duda, ha sido determinante para que nuestra voz fuera amplificada y nos permitiera fomentar la participación ciudadana en la búsqueda del bien común.
En reuniones con otras organizaciones civiles nacionales, siempre salía a relucir lo afortunados que éramos en tener un periódico que cubriera nuestras acciones; a sus convocatorias los medios no acudían y si publicaban algo, muchas veces era para desacreditar al movimiento y darle voz sobre el tema exclusivamente a las autoridades.
En las páginas del periódico hemos publicado resultados de observaciones de procesos electorales desde 1988 hasta la fecha, denunciado irregularidades en el padrón, uso de mecanismos de compra y coacción para inducir el voto, inequidad en la cobertura de las campañas por parte de los medios de comunicación, resultados de ejercicios de conteos rápidos y, desde luego, varias campañas de promoción del voto; todo ello, resultado del esfuerzo de cientos de personas comprometidas con la construcción de la democracia. Este esfuerzo pudo quedar oculto ante los ojos de la sociedad, de no haber sido por la cobertura del Diario.
Mantener una prensa libre e independiente es un reto de todos los días, no es algo que debamos dar por sentado. ¡Cómo olvidar que somos uno de los países en los que resulta más peligroso ejercer el periodismo! Y si no los amenazan, simplemente los compran.
Aunado a lo anterior, las redes sociales se han vuelto un lugar en donde las noticias falsas pueden diseminarse en cuestión de segundos. Cada vez será más difícil discernir entre lo que es real y lo que son intentos de manipulación de diferentes grupos de interés.
Por ello, el día de hoy nos sumamos a la celebración por los 98 años del Diario de Yucatán. Agradecemos su presencia y esperamos seguir contando con su voz y apoyo a las causas cívicas, muchos años más.— Mérida, Yucatán.
Integrante del comité coordinador del Frente Cívico Familiar
