Paco y la maestra de Biología (Un cuento de verano).  Pasaban las horas, Paco sentía el tedio del verano. Había terminado la prepa, el agobio de las festividades del fin de curso no quitaban de su cabeza la imagen angelical de la maestra de Biología de la cual se había enamorado platónicamente desde que ingresó a la preparatoria.

Encerrado en su cuarto tirado en la cama, no encontraba cómo matar el tiempo, ni los videojuegos a los que era adicto quitaban la sensual imagen de Carmina Robles, una joven y brillante maestra de la asignatura, graduada en la Facultad de Ciencias de la UNAM, con una especialidad en Biotecnología por la Universidad de Berkeley, California, en donde fue invitada para encabezar el equipo de investigación.

El panorama para Paco no pintaba del todo bien, el absurdo amor por la profesora solo lo concebía su loca cabeza, que siempre confundió la cordialidad de la docente cada vez que platicaba con ella  después de clase.

La cosa empeoró al pensar que ya no la vería ni en la escuela ni en ningún lado, su inminente futuro en Berkeley pondría fin a sus sentimientos.

Los padres de Paco estaban alejados de la problemática, preocupados por lo que estudiaría en la universidad. Sus indecisiones respecto a escoger una carrera, en ese momento no formaban parte de sus prioridades. Los amigos le hacían burla por aflorar ese sentimiento tan absurdo, un adolescente de 18 años con una maestra de 31, razón por la cual Paco se distanció de ellos a los pocos días de haber terminado el año escolar.

Carmina intuía la simpatía de Paco, pero nunca quiso que tal situación prosperara, solo lo veía como un alumno más de su clase. Ella obtuvo calificación de excelencia en la maestría y no dudaron en ofrecerle un trabajo de investigadora. Después de trabajar 2 años en Berkeley, le diagnostican un cáncer de páncreas a su papá que la obliga a regresar a la Ciudad de México para acompañar a su madre y su lugar en la universidad quedaba a disposición de ella hasta que pudiera regresar. Don Guillermo, su padre, un político en retiro, honesto y querido por mucha gente, ahora con una expectativa de vida de uno a dos años, era buen amigo del director de la preparatoria y, como favor, le consiguió un trabajo cómodo de maestra de Biología para que estuviera el mayor tiempo posible con ellos.

El desenlace de la muerte del papá se dio dos meses antes de terminar el curso como maestra.

–¿Qué vas a hacer ahora, Carmina? –le pregunta su madre.

–Voy a regresar a Berkeley y tú te vas a ir conmigo

–Voy a ser una carga para ti, Carmina.

–No voy a discutirlo madre, tenemos un departamento y te vas a sentir a gusto en el clima de California, tú sabes que gano lo suficiente para vivir bien, la universidad me espera.

–Pero, ¿qué hay de tu vida personal, hija?

–Por lo pronto no me preocupa ya encontraré a alguien con quién compartirla, termino como maestra en julio y a fines de agosto nos vamos –un breve dialogo después de la muerte del papá.

Carmina, una mujer atractiva, la que siempre fue envidia de muchas, nunca tuvo carencias de ninguna especie con una inteligencia desbordante, su personalidad tal vez era la causa de no tener una pareja a pesar de su edad.

Paco recuerda que una ocasión Carmina le dio su número de teléfono. Con desesperación escudriña en sus cuadernos hasta que por fin lo encuentra. Duda en llamarla, ¿qué podría decirle? ¿de qué serviría? Pasaron las horas y no se atrevía a llamarle, lo único que quería era  escucharla, se conformaba con eso.

–Te recuerdo que el lunes comienzan los cursos de orientación vocacional – increpa la mamá de Paco.

–Si mamá, ya te escuché.

–Es increíble que no sepas lo que vas a estudiar, ahí tienes a Emilio tu amigo.

–Ya no es mi amigo, mamá.

–Bueno, él a diferencia tuya está contento de haber terminado la preparatoria y se va a estudiar Arquitectura a la Ibero y a ti nomás no te cae el veinte hijito.

Termina la conversación y Paco se va a su recámara para seguir pensando en un imposible. Con la mirada fija en el celular, nervioso comienza a marcar su teléfono; la maestra contesta, se hace un silencio y después de varios segundos Paco le da las buenas tardes y con voz quebradiza le pide una disculpa por no contestar rápido.

–¿En qué te puedo apoyar, Francisco?

Paco desconcertado; se le ocurre comentar que no tiene una idea de qué carrera estudiar. Carmina, sorprendida, le dice que en unos días se regresará a California, pero con gusto platicaría con él para darle una orientación. Quedan de verse al día siguiente en el Starbucks cerca de la escuela. Con un ánimo diferente, Paco esboza una sonrisa y se despide de la maestra. La vería una vez más, le reconforta pensar en su angelical rostro, su voz, su cuerpo, toda ella.

La cita 

Quince minutos antes de la hora, Paco aparece para tomar un asiento cómodo. La ve entrar con esa seguridad característica de una mujer que se sabe inteligente, guapa. Después de pedir un par de cafés, Carmina le pregunta:

–Cuéntame Francisco, ¿cuál es tu agobio? La mayoría de tus compañeros no se definen por una carrera universitaria, por eso existen los cursos de orientación vocacional.

Paco da cuenta de todos los detalles y el disgusto que tiene con sus padres respecto a ser tan apático.

–No lo entienden, es muy difícil escoger alguna carrera cuando tu mente está en otro lado.

–Perdón, pero creo que no entendí –apunta Carmina.

–He estado enamorado desde hace dos años de una persona y ahora no puedo concentrarme en otra cosa…

–Es muy sencillo, solo dialoga con la chica y exprésale tus sentimientos.  

–No puedo.

–¿Qué te detiene?

–Es trece años mayor que yo y es mi maestra de Biología.

Sorprendida, la maestra se lleva el dedo índice a la mejilla, cosa que hacia cuando los nervios la invadían. Después de unos segundos en silencio, Carmina con un tono de voz muy serio le hace ver lo absurdo de esa situación y le recomienda que se enfoque en sus estudios.

–Mira Francisco, yo te he visto como un alumno dedicado y hasta ahí llego, fui tu maestra de Biología, pensé que me veías con simpatía, pero jamás me imaginé en algo tan obsesivo de tu parte hacia mi persona.

Paco le pide una disculpa por ser tan directo y entiende que todo el tema es un imposible. Carmina le dice que no se preocupe y si necesita ayuda en alguna cuestión escolar se lo haga saber antes de su partida a Berkeley.

Pasaron tres semanas de aquel encuentro. Carmina en su departamento de California leyendo  las noticias en línea de un periódico mexicano en la sección de ciudad, aparece un encabezado que la hace caer en un llanto incontrolable… “Joven de 18 años se arroja a las vías del Metro provocando un caos en la Línea Dos”…— Mérida, Yucatán, 24 de julio de 2023

Twitter: @Ydesdelabarrera