Página editorial de Diario de Yucatán

La pregunta está en el aire. Cómo explicar que las dos candidatas a la Presidencia de la República se encuentren en un empate técnico a un mes y diez días de las elecciones, cuando una de ellas es la abanderada del partido en el gobierno y ficha de un gobernante que tiene a su disposición todo tipo de recursos.

Según las encuestas serias, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez están en un empate técnico. Cinco puntos de diferencia cuando las encuestadoras dan un margen de más-menos cinco puntos es eso: un empate técnico.

Además, según la casa Massive Caller, en la Cámara de Diputados hay en este momento también un empate técnico entre los que llama grupos progobierno y la oposición.

Con la cantidad ingente de elementos con que cuentan Morena y aliados, la pregunta es por qué no va arrasando la candidata de la 4T en las encuestas.

Para esa pregunta sí hay una respuesta: por los contrapesos. En efecto, son éstos los que permiten, en la medida de lo posible, un equilibrio de fuerzas, de lo contrario sólo habría un bando y lo demás sería mera presencia testimonial, como lo fue durante siete décadas con el PRI.

La oposición, en el pináculo del priismo, fue una mera presencia casi etérea en el mapa político del país. Hubo ocasiones en las que los partidos opositores ni siquiera presentaron candidato a la presidencia, como en 1976 frente a José López Portillo.

En la México actual hay un gran apetito desde el poder por volver a aquellos años dorados del autoritarismo. Pero los contrapesos están para evitarlo.

Las instituciones que sirven de contrapeso permiten, por ejemplo, que aunque el gobernante actual, padrino político de una de las candidatas, tenga el control cotidiano del micrófono y, con ello, la definición de la agenda política de todos los días, no pueda lanzarse por la libre promoviendo a los suyos. Para evitarlo existen las reglas electorales que lo obligan a limitarse y a eliminar de sus conferencias matutinas las menciones al proceso electoral.

Usar en cambio la tribuna diaria no sólo para comunicar, sino para presumir planes y acciones de gobierno, se ubica dentro de la legalidad, sin importar si con ello perjudica o beneficia a su movimiento.

Los contrapesos, hasta ahora, no pueden evitar que una pléyade de medios y comunicadores a sueldo elogien sin cansancio ni pudor al gobierno y al gobernante, y le alquilen generosamente la pluma y el micrófono para atacar a opositores políticos.

Son contrapesos los que impiden —hasta donde les alcance— el uso discrecional del presupuesto para favorecer directa o indirectamente a su causa electoral. El de 2024 es superior a 9 billones de pesos; billones mexicanos, no americanos, o sea nueve millones de millones de pesos. Una cifra tentadora para poner una parte al servicio de la causa, cosa que haría cualquier gobernante de no tener contrapesos, como leyes, instituciones, organismos fiscalizadores y, por supuesto, la prensa seria.

Sin contrapesos no habría suficiente transparencia para informar sobre el ejercicio presupuestario.

La práctica nada transparente de otorgar contratos por adjudicación directa sería más descarada de lo que es, sin contrapesos ni prensa de denuncia.

Sin el papel de los contrapesos no habría contienda electoral; no habría manera de poner freno a las ventajas gigantescas con que cuenta un partido. Ventajas como tener a su servicio la operación de 22 de los 32 gobernadores, repartir dinero al pueblo vía programas sociales, tener la mayoría en el Congreso con diputados y senadores a su servicio, colocar alfiles en órganos no gubernamentales y en el Poder Judicial, etc.

Aún muy perfeccionables y necesitados de más libertad de acción, los contrapesos en el país siguen haciendo su trabajo, cada vez más a contracorriente, pero ese avance en medio de la adversidad los va fortaleciendo.

La defensa que el pueblo hace de esos contrapesos permite, por tanto, que haya contienda, aun cuando a nivel de manejo de recursos las fuerzas sean extremadamente disparejas a favor del partido en el gobierno.

Los contrapesos son la explicación de por qué en una contienda tan dispar hay un empate técnico. Y cada vez más personas parecen entenderlo.— Mérida, Yucatán.

olegario.moguel@megamedia.com.mx

@olegariomoguel

Director de Medios Tradicionales de Grupo Megamedia

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