El año está por concluir y a la mente llegan las metas y los objetivos que se desea cumplir en 2018. Cuatro artistas comparten en esta entrega sus propósitos y deseos para el año venidero.
Luis Felipe de la Cruz, cantautor, señala que una de sus metas es cantar más seguido que en 2017 y desea componer una canción por lo menos cada mes.
“Amar más y preocuparme menos. Agradecer aún más; el don de la vida que se nos otorga cada día con sus bajadas y subidas”, agrega.
También tiene el propósito de “expresarme sin temor cada vez que sea necesario como artista, como ciudadano, como ser humano”.
Eduardo Vázquez, intérprete, comparte que este 2017 estuvo lleno de satisfacciones, pues celebró 25 años en la música con un reconocimiento de la Secretaría de Cultura; con conciertos de manera personal, incursionando en la producción con jóvenes talentos y alternando como invitado con artistas de gran popularidad, como con Los Ángeles Azules en el palenque de Xmatkuil.
Estrenó el programa semanal “Íntimo” transmitido en vivo por una cadena de televisión local, por lo que siente “ha sido de los mejores años de mi vida” y está muy agradecido con el público.
Es por ello que para 2018 desea seguir cantando y que sea de muchas bendiciones, alegrías, salud y muchas sorpresas para todos. “Un tiempo para valorar lo que se tiene y luchar por lo que se quiere”, finaliza.
Rossana Chin Marrufo, intérprete, manifiesta que para 2018 se propone seguir cantando y difundiendo la canción latinoamericana de concierto, así como continuar su preparación artística profesional.
En su lista de deseos —no tan extensa— se compromete también a cuidar el planeta; fomentar la conciencia ecológica tanto en su entorno como en su comunidad.
Y “mi último propósito es seguir haciendo lo que más me gusta: cantar y ayudar a las familias para que logren sus metas financieras y de protección”.
Miguel Pérez Concha, director de la Orquesta de Cámara de la Uady, tiene como propósito renovarse totalmente como director, después de 35 años en esta tarea, ya que ha descubierto un nuevo entusiasmo en la dirección de orquesta, ha encontrado una mayor libertad y mejor comprensión de las estructuras musicales, lo cual se ha reflejado en los últimos conciertos que ha dirigido y los cuales tuvieron mucho éxito.
Como ingeniero civil, pretende ser más servicial con las personas que atiende; como persona, ser más consciente del trato con los demás, darles toda su atención, cariño y amor, tomando en cuenta que nunca se sabe cuándo será la última vez que se dialogue con alguna persona querida; y como católico, ser más agradecido con Dios por los dones que le ha dado, y contribuir a ayudar a sus semejantes a incrementar la unidad de la fe en Cristo.— Iris Ceballos Alvarado