Una experiencia divertida y enriquecedora resultó para Iván Martínez y Maru Nava del Río participar como modelos y bailarines en el nuevo vídeo de Los Ángeles Azules, “Esa parte de mi”, que está disponible desde el jueves.
Maru es yucateca e Iván es originario de Morelia, Michoacán, pero desde hace cuatro años radica en Mérida. Los dos están felices de ser parte de este importante proyecto, pues saben bien que Los Ángeles Azules tienen una proyección internacional y sus videoclips son muy vistos.
Maru Nava cuenta que desde pequeña fue parte de la selección mexicana de gimnasia rítmica, de los 3 a los 19 años, y cuando terminó esa etapa pensó en hacer algo adicional al cursar la universidad, entrando al concurso Mexicana Universal, donde fue elegida para representar a Yucatán en 2018 en la fase nacional, quedando segunda finalista.
A partir de ahí realiza trabajos para comerciales, redes sociales y vídeos para distintas marcas.
Una amiga fue la que le habló del cásting para el vídeo, de modo que envió fotos y documentos solicitados. Un día después de presentarse a la prueba, le avisaron que fue seleccionada.
Maru había participado en en un vídeo del cantante Eleazar Gómez que se grabó en Progreso bajo la dirección de Ale Zoreda, pero es la primera vez que trabaja para una producción como la de Los Ángeles Azules, cuyo vídeo dirigió Fausto Terán.
Comparte que la experiencia fue increíble, pues la producción se portó muy bien con ella e Iván, y el trabajo salió rápido.
La modelo explica que la historia del vídeo trata de una pareja que recuerda épocas pasadas de su vida, y hay tomas en las que bailan en un estilo libre.
De Iván y Maru surgió la idea de crear un paso para Tik Tok, inventaron uno que grabaron a modo de tutorial para que Los Ángeles Azules y los cantantes Sofía Reyes y Esteman aprendieran.
“Fue gran una experiencia haber conocido a Fausto (el director) que hace un trabajo increíble, a Iván y a todo el equipo”, concluye Maru.
Iván Martínez ha hecho algunos trabajos audiovisuales, es asistente de producción e iluminación, y pasó a estar frente a las cámaras al estudiar una carrera como bailarín y actor. Al igual que Maru fue elegido para el vídeo al acudir al cásting.
Las locaciones fueron el Museo de Ferrocarril (dentro de unos vagones), un cenote, un parque, la playa, un salón y un estudio.
Iván considera que hizo buena mancuerna con Maru, pues en los dos días de grabaciones todo fluyó.
Sobre el paso de baile que inventaron, explica que es sencillo para que las personas que vean el vídeo lo puedan hacer.
Para el joven ser parte de este vídeo, la experiencia también fue “padrísima”, y una de las cosas que más le gustó fue conocer tanto talento local, pues hay personas de las que había escuchado hablar, pero no los conocía.
Este tipo de proyectos son divertidos y de aprendizaje para Iván Martínez, asegura que estará abierto a más propuestas.— IRIS CEBALLOS ALVARADO
