MÉRIDA.- Contra viento y marea, en medio de carencias y limitaciones, pero empática y solidaria, la obra en Yucatán de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, Amanc, se mantiene vigente y fiel al espíritu de su lucha: “Por mi derecho a vivir, el esfuerzo de curarme”; hoy más que nunca la misión de AMANC es necesaria y el apoyo de la comunidad es vital para sostenerla.

Amanc es la causa que este año abandera la Carrera Virtual Megamedia Dunosusa que por primera vez se llevará al cabo de manera virtual los días 4, 5 y 6 de diciembre próximo. Los fondos recaudados en ella serán destinados a esta obra que apoya a niños de escasos recursos y sus familias en su lucha contra el cáncer.

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Esperanza a cientos de niños

Conocer la misión de Amanc en Yucatán es sensibilizarse con una obra donde la caridad y el amor hacen el milagro que hoy día da esperanza a casi 300 niños, y si bien las carencias materiales y las limitaciones económicas constituyen los mayores obstáculos que enfrentan día a día, nadie se da por vencido cuando se trata de ayudar, porque donde se cierra una puerta siempre se abre una ventana.

Desde hace 20 años Amanc existe en Yucatán, siendo ésta una de las primeras sedes de la agrupación en el interior del país, señaló Marissa Goff Rodríguez, presidente local de la obra.

“Amanc llega a Yucatán hace 20 años como una iniciativa de la oncóloga Gabriela Escalante, que se desempeñaba en el hospital O’Horán y tenía a su cargo la atención de niños con cáncer y la Sra. Gabriela Cejudo. Hasta antes de esto, la Sra. Cejudo era quien conseguía los recursos para financiar tratamientos, comprar insumos o pagar terapias” explicó Goff Rodríguez.

“La llegada de Amanc a Yucatán le dio a la obra un soporte e identidad muy fuerte para brindar una mayor y mejor atención a las necesidades de los niños con cáncer y sus familias, potencializó el alcance de la obra y abrió grandes esperanzas y aliento a todos aquellos que luchan contra la enfermedad. En aquel entonces aun no existía el seguro popular”.

Valioso apoyo

Para 2005 Amanc Yucatán ya tenía un importante apoyo con el cual se podían adquirir prótesis, medicamentos, insumos, se pagaban tratamientos, se atendían las necesidades de las familias muchas de las cuales tenían que viajar desde puntos lejanos y varias veces al mes.

“En 2010 se hizo necesario buscar un espacio donde Amanc pudiera habilitar un albergue para apoyar a las familias que viajaban a Mérida a recibir sus tratamientos. Hasta entonces lo único que se les podía ofrecer a los pacientes y familias era alojamiento en el albergue “Buena Voluntad” frente al propio hospital O’Horán, donde las religiosas a cargo recibían a pacientes y familiares de escasos recursos que tenían que quedarse varios días con sus pacientes para consultar o recibir tratamientos de toda índole, pacientes con toda clases de patologías en espacios a veces hacinados, situación muy riesgosa para los niños con tratamientos anticancerosos” explicó la entrevistada.

“Logramos conseguir un terreno para construir un albergue en el espacio donde alguna vez estuvo el “chetumalito” (ex corralón de la águilas a espaldas de la ex penitenciaría Juárez), pero lo cierto es que teníamos que conseguir lo necesario para levantar el inmueble y simultáneamente atender las necesidades de gente que viene no sólo del interior del estado, sino de otros estados de la región e incluso de Belice. Buscar un albergue temporal era impostergable”.

Cambian de sede

Fue en 2015 cuando Michelle Byrnes de Rodríguez, presidente de Cruz Roja en Yucatán, ofreció a Amanc un espacio disponible en la sede de la benemérita institución en el centro de Mérida donde operaba su base de ambulancias, calle 68 entre 65 y 67.

“Fue providencial, el espacio reunía muchas de las condiciones que se requerían para operar un albergue; no era el idóneo pero si el más adecuado y nos lo estaban ofreciendo en comodato y, desde luego, lo aceptamos” dijo.

Atención y medicamentos

El albergue se convirtió en la sede oficial de Amanc, el espacio donde pacientes y sus familiares podían alojarse mientras los primeros los primeros estuvieran recibiendo sus tratamientos; aquí se les da un techo, un sitio para quedarse, alimentos y lo que pudieran requerir en cuanto a medicinas e insumos.

Unas ocho personas mantiene en operación el albergue, desde choferes y cocineros hasta administrativos; Marissa Goff tiene una de las tareas más difíciles: asegurarse de conseguir lo que las familias no pueden para el tratamiento de sus hijos.

“En los últimos años se ha vuelto difícil el brindar atención y apoyo a los chicos y sus familias, la desaparición del seguro popular y el desabasto de medicinas e insumos oncológicos del sector salud, obliga a las familias y a Amanc a buscarlos entre los proveedores particulares, directamente con los representantes de los laboratorios, en un afán de obtener un precio más accesible y sin intermediarios” dijo.

“Podemos dar alojamiento, podemos dar alimentación, apoyar con las consultas; pero sin medicinas e insumos nos falta algo que es vital para los pacientes. A los enfermos no les sirve de nada llegar a sus quimios si no tiene la medicina completa”.

“Tenemos que luchar primero por conseguir el medicamento y una vez que lo ubicamos tenemos que negociar el precio, a veces tenemos un solidario descuento, pero en otros casos no nos dan esa opción; además no se trata de comprar cualquier medicamento, tenemos que asegurarnos que se trata de una marca reconocida y de probada eficacia, pues de lo que se trata es de la vida y la salud de los niños”.

Amor por los niños

Marissa Goff recordó que es madre de familia, tiene cuatro hijos, el menor de ellos tiene 10 años de edad, él a veces se encela de los niños que viven en el albergue porque por las mañanas tienen todo el cariño y la atención de su mamá.

“Es difícil, por las mañanas eres alguien que hace cosas por niños con cáncer, pero por las tardes eres madre de familia, pero no importa, el esfuerzo vale la pena y ver recuperarse a un niño es motivante, satisfactorio y esperanzador”, dijo.

Asociación beneficiaria

La entrevistada explicó que está muy agradecida con Megamedia y Dunosusa por haber nombrado a Amanc como beneficiaria de esta carrera virtual. Recordó que los fondos que se recauden en la misma serán destinados principalmente a la adquisición de medicamentos e insumos que se requieren con urgencia.

Amanc requiere de apoyo solidaria de la sociedad para realizar su misión, necesita donativos económicos, pero también en especie como alimentos y suministros de limpieza principalmente.

A pesar de la pandemia por el Covid, el albergue sigue operando dentro de estrictas normas de seguridad de higiene siguiendo los protocolos establecidos por las autoridades, sin embargo, dadas las circunstancias y pro seguridad de los pacientes y sus familiares, se ha prescindido de la presencia de voluntariado.

¿Dónde colaborar?

Para mayores informes, donativos y colaboración contactar con Amanc Yucatán al 9999232688 o visite la página de Facebook Amanc Yucatán.- Emanuel Rincón Becerra.