La mayoría de las pequeñas y medianas empresas (pymes) apuestan a desarrollar una estrategia de comercio internacional, ya sea para comprar insumos importados o para vender productos en el exterior. Una buena conexión con el mercado mundial es, de hecho, imprescindible en el contexto de una economía globalizada.
La compraventa internacional permite mejorar la rentabilidad, por ejemplo, a través de la incorporación de insumos de mejor calidad o aquellos que bajen los costos de producción; así como encontrar y desarrollar un nicho en el exterior donde introducir un producto o servicio. Avanzar en estos sentidos se vuelve imprescindible, sobre todo para subsistir frente a la competencia sosteniendo una buena rentabilidad y con opción de crecimiento.
Ahora bien, el camino para lograr una estrategia de comercio internacional puede resultar complejo, sobre todo a las pymes que no cuentan con grandes capitales para soportar el proceso de inserción dentro del mercado global.
Una de las cuestiones más complejas a la hora de exportar tiene que ver con las demoras en la recepción de los pagos y el impacto que tienen en la sustentabilidad de la empresa y su desarrollo.
El servicio de factoraje es justamente una solución especialmente diseñada para atender ese problema y ofrecer a las pymes la posibilidad de superar las demoras en la cadena de pagos, permitiéndoles mayor flexibilidad para disponer sus fondos.
En este sentido, las empresas de factoraje brindan un servicio que es esencial para el crecimiento de los pequeños emprendimientos, ya que les brinda seguridad en las transacciones internacionales y posibilidades de crecimiento sostenido.
Características del servicio de factoraje
Para muchas personas el servicio de factoraje puede resultar algo novedoso; sin embargo, sus orígenes pueden remontarse al siglo XVII cuando la práctica de delegar la venta y el cobro por manufacturas empezó a tomar fuerza en el comercio entre Inglaterra y los Estados Unidos. Frente a las dificultades de las empresas manufactureras inglesas para obtener los pagos en las transacciones con los Estados Unidos y a la imposibilidad de viajar por los costos agregados a la operación comercial, se comenzó a delegar el cobro y a establecer un sistema de adelantos.
Básicamente, el servicio de factoraje implica adquirir facturas provenientes de ventas de productos o servicios por los cuales se otorga un anticipo, total o parcial, asumiendo los riesgos y cobrando por ello una comisión.
Las empresas de factoraje son un factor clave dentro del comercio internacional. Por un lado, brindan una solución frente a los riesgos financieros que asume quien exporta. Existen muchos casos en los que, una vez enviados los productos al comprador extranjero, aparecen los problemas para enviar los pagos, complicando la rentabilidad de los emprendimientos económicos.
Por otro lado, mejoran la rentabilidad ya que otorgan a las empresas fluidez económica inmediata. Muchas veces sucede que los pagos por una operación internacional se demoran entre 60 y 90 días. Ese período sin percibir los pagos puede resultar nocivo para una pyme que carece del respaldo suficiente para reponer insumos y poner en marcha nuevamente la producción.
En este sentido, el servicio de factoraje permite a las pequeñas y medianas empresas lograr un flujo de efectivo que les permita continuar produciendo, más allá de las demoras que pueda haber en los pagos.
Costos de financiamiento
Una de las principales preguntas de los CEO de emprendimientos es cuál es el costo por acceder a un servicio de factoraje que brinde fluidez y seguridad a la empresa.
La realidad es que para responder a esa pregunta hay que considerar varios factores. Sin embargo, para tener un concepto general de lo que puede implicarle a una empresa contratar servicio de factoraje, puede decirse que el costo medio por este tipo de servicios oscila entre el 1% y el 5% mensual sobre el monto adelantado. Los montos adelantados suelen estar entre el 80% y el 90% del valor de la factura.
En algunos casos, las empresas de servicio de factoraje cobran costos adicionales por apertura de cuentas y otras comisiones asociadas a intereses.
Las empresas que estén buscando un servicio de factoraje por primera vez deberán invertir algo de tiempo en leer las condiciones del servicio, sus tasas, comisiones e intereses para obtener un panorama claro de cuánto les costará el adelanto y si les sirve para lograr la fluidez económica y la sustentabilidad del emprendimiento.
Evolución del servicio de factoraje
Tradicionalmente, las entidades bancarias, así como las cajas de ahorro son las que brindan servicio de factoraje. Debido a que este tipo de empresas trabaja en base al movimiento de capitales, tiene la capacidad de adelantar pagos asumiendo los riesgos a cambio de una comisión.
Ahora bien, en la actualidad el panorama se ha transformado gracias a la evolución de las tecnologías. Existen emprendimientos Fintech que comenzaron a brindar este servicio a través del desarrollo de plataformas y aplicaciones.
Una característica interesante de las Fintech que brindan servicio de factoraje es la practicidad que ofrecen a las empresas para acceder al servicio. En muchos casos, basta con acceder a un formulario en línea y completarlo adjuntando la documentación solicitada para acceder a un adelanto de ventas en 2 días hábiles.
Otro aspecto favorable de las Fintech dedicadas al factoraje es que, a diferencia de las entidades bancarias, solicitan documentación relativamente básica para poder prestar el servicio, evitando ocasionar gastos adicionales a las empresas para poder acceder al servicio.
Sin dudas, la rapidez y sencillez en el proceso de otorgamiento es una de las características más valoradas por quienes adquieren servicios de factoraje a través de emprendimientos Fintech. Cada vez está más claro que el tiempo es dinero y que perderlo con procedimientos burocráticos engorrosos impacta en la rentabilidad final de la empresa desde múltiples puntos de vista. Esa es la razón por la que las Fintech vienen ganando terreno sobre otras entidades con procesos burocráticos más tradicionales.
En conclusión, el servicio de factoraje es una modalidad que tiene una amplia historia en el comercio internacional. Su función principal es la de apoyar las operaciones de ventas en el exterior, otorgando seguridad a los vendedores y adelantos en los pagos que resultan fundamentales a la hora de continuar produciendo. Desde el comienzo, las entidades bancarias asumieron la tarea de brindar servicio de factoraje.
En la actualidad, cada vez son más lasFintech que se suman ofreciendo el servicio y, en algunos casos, ofrecen ventajas muy convenientes asociadas a la sencillez y la rapidez, que las posiciona de manera favorable frente a sus competidores más tradicionales.
(I.S.)
