Te contamos sobre la milenaria historia y origen de la hamaca que se ha convertido en una tradición en la península de Yucatán y por qué todos quieren una. Esa extraña red que pende de dos extremos y parece poseer una sobrenatural fuerza de atracción que obliga a permanecer sobre ella por su comodidad y frescura.

En la hamaca pueden converger los siete pecados capitales, desde un ataque de gula en esa comodidad horizontal desafiando la postura de tu anatomía con el riesgo de atragantarte, pasando por la envidia ira si otra persona te la ganó; soberbia si eres tú quien la goza; avaricia si no te conformas con una; lujuria en forma de red que te provoca a lanzarte sobre ella o pereza sin restricciones si estás arrellanado en ella.

¿Por qué todos quieren una hamaca?

En los climas cálidos y tropicales el uso de la hamaca se ha popularizado, pues basta recostarte para que adopte, con exactitud, la forma que tu cuerpo necesita para relajarse y si a eso le añades el rítmico vaivén al mecerte, el cálido viento que se genera contribuye a tener más frescura que por sí sola aporta la red.

poseyera una sobrenatural fuerza de atracción que obliga a permanecer sobre ella por su comodidad y frescura
la hamaca pose una sobrenatural fuerza de atracción que obliga a permanecer sobre ella por su comodidad y frescura.

Si por el contrario, no vives en un sitio con clima caluroso como el de la península de Yucatán, sino donde predominan las bajas temperaturas y no has tenido el placer de yacer sobre ella, prueba y verás cómo la hamaca se adapta a ti; bastará incluir un buen abrigo y de ahí a crear el hábito sólo hay un paso, pues comprobarás que su arrullo hasta puede dar la sensación de que la hamaca te pregunta cómo estuvo tu jornada laboral, mientras acaricia tu cabeza.

Sólo quien no se ha mecido en una hamaca aún no sabe que la quiere.

Historia y origen de la hamaca

Aunque su origen es poco claro, varios historiadores lo ubican desde hace unos mil años en las Antillas, con los taínos, de donde los conquistadores españoles las habrían traído a América, orillados por el caluroso clima de la región que les impedía conciliar el sueño y lo fácil de transportarlas.

El nombre viene de la palabra ‘hamac’, que significa árbol; por lo que fue nombrada hamaca por los conquistadores porque la primeras fueron elaboradas con filamentos de la corteza de árboles. También hay quienes vinculan su origen a la cultura Arawak, grupos de pueblos indígenas del norte de Sudamérica y el Caribe.

Hamaca, origen y tradición: ¿por qué todos quieren una?
Hamaca: esta es su verdadera historia y origen

Otras tierras donde la hamaca se ha usado desde tiempos remotos son Haití, Colombia, República Dominicana, Perú, Bolivia, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Venezuela, Argentina y Uruguay.

Esto coincide con la ausencia de mención alguna a la hamaca en las relaciones de Fray Diego de Landa, en su Relación de las cosas de Yucatán, quien plasmó en sus crónicas una descripción extensa de los usos y costumbres de los antiguos mayas, pero no hay menciona la hamaca, por el contrario, describió cómo los mayas dormían en barbacoas, las cuales eran esteras o una especie de camastro.

Los frailes franciscanos enseñaron el urdido de hamaca en la península de Yucatán, ya que ellos aprendieron a hacerlas en Santo Domingo, de donde trajeron el bastidor, las agujas y los hilos a los colonizados feligreses, como los instruían en otros oficios en sus parroquias.

Hamaca, la tradición en Yucatán

Así, los primeros indicios de presencia de hamacas en la península de Yucatán, son posteriores a la colonización española y su verdadera penetración en la cultura de la población vino después, cuando los mayas aprendieron a elaborar sus propias hamacas e hicieron su propia técnica de tejido de henequén y algodón.

Si bien la hamaca llegó procedente de otras tierras, lo cierto es que en la zona convirtió su uso y elaboración artesanal en la península de Yucatán en toda una tradición, y fue aquí donde su fabricación evolucionó, pues los mayas empezaron a urdirlas con hilos de diferentes materiales como el henequén, por su abundancia en la zona que además podían ser suavizadas. También experimentaron con diversos colores utilizando pigmentos naturales. Posteriormente probaron con otras fibras como algodón, hasta llegar a las que hoy conocemos.

¿Cómo se elabora la hamaca?
Hamaca, toda una tradición en Yucatán

La hamaca, al ser “flotante”, además de agregar frescura por su movimiento acompasado, protege de animales rastreros e insectos y el primer registro que se tiene en América sobre la descripción de la hamaca es de Gonzálo Fernández de Oviedo, colonizador español, quien se refirió a ella de esta forma en el siglo XVI.

“Una manta texida en partes y en partes abierta, á escaques cruzados hecha red, porque sea más fresca, y es de algodón hilado, la qual tiene de luengo diez o doce palmos y más o menos del ancho que quieren que tenga. De los extremos desta manta están asidos, é penden muchos hilos de cabuya o henequen. Aquestos hilos ó cuerdas son postizos é luengos, é vánse á concluir cada uno por sí en el extremo ó cabos de la hamaca, desde un trancahilo, que está hecho como una empulguera de cuerda de ballesta, é así la guarnescen, asidos al ancho de cornijal a cornijal, en el extremo de la hamaca“.

Y continúa, mencionando su utilidad como camas: 

“A los cuales trancahilos ponen sendas sogas de algodón ó de cabuya bien fechas o del gordor que quieren: a las quales sogas llaman hicos, porque hico quiere decir lo mismo que soga, ó cuerda; y el un hico atan á un árbol ó poste y el otro al otro, y queda en el ayre la hamaca, tan alta del suelo como la quieren poner. Eson buenas camas é limpias, é como la tierra es templada, no hay nescessidad alguna de ropa encima”.

¿Cómo se elabora la hamaca?

Se utiliza un bastidor para uridr los hilos de la hamaca, el cual consta de dos largos palos de madera, cilíndricos y perpendiculares, de unos dos metros de largo, colocados en forma paralela uno enfrente del otro, a una distancia de metro y medio o dos metros, según el tamaño que se quiera.

urdido de hamaca
¿Cómo se elabora la hamaca?

Antes de comenzar a tejerse la trama, se teje un borde en forma original que es lo que constituye la orilla de la hamaca. Se rodea en forma de madeja los dos palos verticales del bastidor con el hilo que se va a utilizar para el tejido. Luego se toma una aguja o lanzadera labrada en madera fuerte o en hueso, calada en el centro y en la que se ha devanado previamente el hilo y comienza la personas tejedora a entrecruzar éste con los hilos de la urdimbre y se va formando la trama de malla.

Como verás, la hamaca es todo un arte y descansar en ella es irresistible. Si ya eres adicto a usarla, ¡calma!, no te sientas culpable por preferir la hamaca antes que “socializar” a través de las redes. Ante la disyuntiva, es comprensible que prefiera permanecer plácidamente disfrutándola a tus anchas.

Licenciada en Comunicación. Máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid. Certificada en Inbound Marketing. Dos décadas de experiencia en radio, televisión, prensa y medios digitales.