Foto de la misa después de la peregrinación anual al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.- Gabriel Chan Foto de la misa después de la peregrinación anual al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.- Gabriel Chan Foto de la misa después de la peregrinación anual al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.- Gabriel Chan Foto de la misa después de la peregrinación anual al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.- Gabriel Chan Foto de la misa después de la peregrinación anual al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.- Gabriel Chan Foto de la misa después de la peregrinación anual al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.- Gabriel Chan
El Seminario Conciliar de Yucatán y Cáritas de Yucatán se unieron, como cada diciembre, para realizar su peregrinación anual al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (Parroquia de San Cristóbal), en honor a la Virgen de Guadalupe cuya fiesta se celebra el 12 de diciembre en honor a las apariciones de 1531.
La peregrinación partió del Seminario Mayor, ubicado en la colonia Itzimmá hasta la parroquia de San Cristóbal donde el arzobispo, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, presidió la celebración eucarística acompañado de los presbíteros, seminaristas, jóvenes y miembros de Cáritas; junto a él concelebraron los obispos auxiliares monseñor Pedro Mena Díaz y monseñor Mario Medina Balam, además del padre Ángel Gabriel Suárez Hernández, rector del Seminario Conciliar.
Rodríguez Vega recordó las apariciones de la siempre Virgen María y se preguntó “¿Quiénes somos nosotros para que la Madre de nuestro Señor venga a nosotros? En su homilía señaló que la Virgen María, como buena madre, conoce lo que necesitamos y ella nos ayuda en el camino hacia Dios para recibir lo que nos hace felices.
También recordó que al hablar con el indio Juan Diego, la Virgen le pidió que “ahí se le construyera una casita, donde pueda ella consolar a todos sus hijos, a todos los que la amaran” y así, por todo el mundo se fueron construyendo capillas, iglesias y grandes parroquias en honor a la Guadalupana.
“Pero debo decirles que la capilla que ella pidió todavía no está terminada. Los obispos estamos preocupados por construir una casa mejor. Lo que queremos es construir un templo espiritual para la Santísima Virgen de Guadalupe. Este México con tanta desigualdad no es una buena casita para nuestra madre, este México con tanta violencia, tanta inseguridad, no es una casita digna para nuestra madre”, señaló el arzobispo en su homilía, quién puso como ejemplo la llegada de personas de diversas partes del país y del extranjero a radicar al estado de Yucatán, obligados a huir de la violencia que se vive en sus lugares de origen.
Al concluir, oró a la Virgen de Guadalupe para que se le pueda construir una casita en la que halla paz, armonía y lejos de la desigualdad social y la violencia.- Gabriel Chan Uicab
LEE TAMBIÉN: Virgen de Guadalupe: ¿qué elementos encuentras en su imagen y qué significan?
