El maestro José Areán, director artístico de la Sinfónica de Yucatán, y Nicolás Alvarado, narrador invitado a las funciones de hoy y el domingo

MÉRIDA.- Para Nicolás Alvarado resulta enormemente divertido participar como narrador en el cuento sinfónico para niños “El compositor está muerto”, ya que se trata de una obra plagada de chistes, en la que además explora una faceta diferente para él, que lo reta intelectualmente.

El comunicador y dramaturgo es el invitado de las presentaciones de este fin de semana de la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY), que eligió “El compositor está muerto” para celebrar a los pequeños, y a los no tan pequeños, en su día.

En su papel de narrador, Alvarado asumirá varios personajes, entre ellos el de un detective que se encuentra investigando quién causó la muerte del compositor.

El también productor de teatro ha sido, al menos en México, el único que ha hecho el papel de narrador de este cuento, ya que la pieza ha sido interpretada pocas veces, siendo la primera orquesta en hacerlo en el país la Filarmónica de Ciudad de México hace 10 años, cuando José Areán, hoy director artístico de la OSY, la conducía, y luego fue retomada por la Sinfónica Nacional. En ambos casos Alvarado fue el que fungió como narrador.

Cuento para niños con la Sinfónica de Yucatán

Añade que la última vez que intervino en el relato fue hace siete años, por lo que ahora tiene un reencuentro con la pieza y con José Areán, quien es un amigo querido con el que trabaja muy bien y a quien admira.

Explica que como narrador debe integrarse al trabajo y la dinámica de la orquesta, lo cual no deja de ser complicado, pues implica aguzar el oído, mostrarse respetuoso por estar en un lugar donde “todos saben más que uno y entienden más que uno, son más sensibles; lo que uno busca es contribuir lo mejor posible a ese engranaje desde la ignorancia”.

El maestro José Areán, director artístico de la Sinfónica de Yucatán, y Nicolás Alvarado, narrador invitado a las funciones de hoy y el domingo
El maestro José Areán, director artístico de la Sinfónica de Yucatán, y Nicolás Alvarado, narrador invitado a las funciones de hoy y el domingo

Indica que eso es siempre un reto grande y digno de entusiasmo, una buena sacudida intelectual, porque implica percibir el mundo con sentidos que normalmente no emplea en un trabajo como el suyo, ya que en lo cotidiano su herramienta principal la constituyen las palabras y ver de pronto que éstas son solo un elemento más en un mundo que es fundamentalmente de sonidos le resulta fascinante, “es como entender el mundo desde otra perspectiva”.

Nicolás Alvarado en Mérida con la Sinfónica

Comparte que participar en este proyecto es muy divertido, ya que la pieza está plagada de chistes entre el director y él. “Hay queridos amigos caricaturizados entre los personajes, hay músicos legendarios caricaturizados también, es muy gozosa”, subraya.

Sobre las bromas, confiesa que “cuando uno termina haciéndose amigo de músicos termina oyendo ese tipo de cosas, es un universo extravagante, y lo mismo sucede en el mundo de los pintores, comunicadores, plomeros, ingenieros…”.

La obra, agrega, da al público la oportunidad de participar y ver el universo como un amigo de músicos.

Ya ha trabajado con José Areán

Arcelia Guerrero fue la directora de escena de los montajes con la Filarmónica de Ciudad de México y la Sinfónica Nacional. “Fue muy rico trabajar el texto con ella y con José Areán y Carlos Miguel Prieto (en ese entonces director de la Sinfónica Nacional) y la impronta de Arcelia queda muy presente en esta versión”.

Nicolás Alvarado aclara que él nunca estudió actuación, aunque sí es dramaturgo y lleva años trabajando en medios de comunicación, además de que algunas de las cosas que ha hecho tienen un talante performático.

De vez en cuando recibe propuestas de trabajo para actuar, como un cameo en una serie con Diego Luna. Es locutor con más de 30 años de experiencia en radio y televisión, medios en los que juega con la voz, razón por la que hacer el papel de narrador se le da bien.

Sobre el cuento sinfónico, detalla que tiene varios niveles de lectura y “eso es maravilloso, es una obra para disfrutar en familia, para entretener a los niños y también a los adultos”.

Cuento para todas las edades

“Puede asistir una pareja de adultos o amigos porque hay una sátira del mundo de las orquestas sinfónicas que es muy divertida y no se necesita un conocimiento hiperespecializado para entenderla, simplemente se trata de divertirse a costa de los demás, como cruelmente hace la comedia en casi cualquiera de sus avatares. Para los que tienen hijos, nietos o sobrinos funciona maravillosamente, casi como un concierto didáctico”.

Si asiste un niño de 10 años que nunca ha escuchado antes a una orquesta sinfónica saldrá de la presentación sabiendo qué son las cuerdas, los metales, las cañas, las percusiones; qué instrumentos integran cada sección y cómo suenan Mahler, Stravinsky y Schoenberg.

“Es un buen propedéutico al mundo de la música, nulamente pretencioso y académico; es padre cómo una familia lo puede leer a distintos niveles y cómo si uno sabe algo o mucho de música es tres veces más divertida, incluso muy divertida para un público completamente nuevo. Es bonito cómo está construido en distintos niveles en lo literario y musical”, apunta.

“El compositor está muerto”

Por su parte, José Areán resalta que la idea de presentar “El compositor está muerto” surgió con el fin de incluir algo innovador para los niños, más allá de las obras sinfónicas para las infancias que ya se conocen.

Recuerda que el año pasado se presentó “Tochin, el conejo de la Luna”, con música de Leoncio Lara Bon y texto de Paola Jauffred, una obra que se hizo por encargo suyo, a fin de ampliar el repertorio sinfónico para niños que es escaso.

Con el mismo afán en su momento estrenó en el país “El compositor está muerto”, que en su forma general guarda similitudes con “Pedro y el Lobo” de Serguéi Prokofiev y la “Guía orquestal para jóvenes” de Benjamin Britten: hay una orquesta y un narrador que relata una historia o presenta a la agrupación.

Señala que comúnmente las obras sinfónicas para niños tratan de relacionar a los instrumentos con personajes, en “Pedro y el Lobo”, por ejemplo, el abuelo es el fagot y el gato es el clarinete.

¿De qué trata “El compositor está muerto”?

En el caso de “El compositor está muerto”, en vez de buscar en otros cuentos, los personajes son los integrantes de la orquesta, de los que se exponen con humor sus características principales, como que los violines se creen mucho porque llevan la melodía y que las trompetas y los trombones tienen fama de ser los que salen más de fiesta.

La obra parte de caricaturas y citas musicales de grandes compositores.

Al final se escucha una marcha fúnebre con la que se recuerda a Beethoven, Bach, Brahms, Stravinsky, Schoenberg y Mahler.

Fecha y hora del concierto para niños

Las presentaciones de la OSY serán hoy viernes, a las 19 horas —una hora más temprano de lo habitual—, y el domingo a las 12 horas, en el Palacio de la Música. Boletos a la venta en la recepción del recinto sede y en la página www.sinfonicadeyucata.com.mx.— IRIS CEBALLOS ALVARADO