• Estela Leñero Franco presentó en la Filey el libro “Tiempo de mujeres”, el fruto de una investigación
  • Alejandro Villalbazo con creaciones de “Índice Alternativo 8.0”
  • A la izquierda, Estela Leñero Franco autografía un ejemplar de “Tiempo de mujeres”; debajo, en la presentación con Ana Várguez y Leonor Azcárate

Una mirada profunda sobre las mujeres en el teatro, para visibilizarlas no solo como actrices o grandes divas sino también como creadoras, promotoras y dramaturgas es la que presenta Estela Leñero Franco en el libro “Tiempo de mujeres”, que anteanoche presentó en el marco de la Filey.

Estuvo acompañada de Leonor Azcárate y Ana Várguez, ambas inmersas en el mundo del teatro.

Estela Leñero contó que el libro surgió porque después de muchos años de estar escribiendo sobre teatro tuvo la oportunidad de crear una publicación y frente a esta oportunidad tomó la decisión de seleccionar una serie de escritos y obras sobre aspectos que giran en torno a las mujeres.

Esto, por la necesidad de subrayar y resaltar el trabajo de las mujeres frente a la preponderancia masculina, pues “lo que siempre se ve tanto en los libros de Historia como en la cartelera son propuestas de los hombres”.

El libro tiene una introducción en la que Leñero habla sobre la historia de las mujeres, e integra ensayos en los que el énfasis está en qué han hecho las mujeres y qué es lo que no se encuentra en los libros de texto, de Historia o especializados o en la literatura general.

La autora se enfrentó a la sorprendente dificultad de poder consignar muchos fragmentos de la Historia y también revertir la interpretación masculina de las propias mujeres.

Ejemplificó que al investigar sobre las grandes divas descubrió que en realidad eran productoras, gestoras, coordinadoras de compañías, es decir, obtuvo otra visión de ellas, no solamente de la gran musa.

Resaltar y visibilizar el trabajo de las mujeres permite a otras conocerse y aliarse, tejer una red en los textos, pero también en comunidad para saber qué hacen.

Durante la sesión, Leñero expresó que los personajes femeninos constituyen una de las prioridades en la dramaturgia de las mujeres. “Eso se me hace muy importante, porque no solamente es que tomen la voz, sino que tomen la voz desde su voz, no desde la voz del otro”.

Por esa razón en el libro hay una selección de trabajos y compañías que pueden llamar la atención y hacer notar lo que se está realizando en el siglo XXI.

—En el libro conviven las nuevas generaciones y las viejas generaciones, conviven en un espectro poliédrico de lo que hacen las mujeres en el teatro, y fue por eso que quise no solamente incluir a las grandes mujeres que se conocen, sino a las mujeres de diferentes ámbitos desde diferentes perspectivas o conocimientos.

También habla de las obras de teatro que se hacen, de la crítica política que se está produciendo en la actualidad y de las políticas culturales de gobierno, de todas las dificultades que se enfrentan, desde las restricciones económicas, de producción y de formación que padecen, hasta las medidas antifemeninas y antiteatrales que obstaculizan su trabajo.

Contra la invisibilidad

Leonor Azcárate apuntó que en el libro Estela Leñero desnuda las trabas del contexto político cultural, desde la precariedad económica que ahoga los proyectos hasta la falta de mujeres en puestos de poder teatral.

—Es una exigencia contra la invisibilidad que aún persiste, incluso en pleno siglo XXI. Ágil y bien armado, su fuerza (del libro) está en la urgencia. El teatro mexicano no se entiende sin sus mujeres pasadas y presentes.

—El libro es tanto un diagnóstico como un llamado a transformar las estructuras que tienen estas iniquidades, proponiendo que en el tiempo de ustedes y en el teatro mexicano no solo sea un momento pasajero, sino una realidad consolidada en un mundo donde las mujeres han alzado la voz para reclamar su lugar en la Historia, en la sociedad.

Ana Várguez, directora de El Globo Arte y Cultura, señaló que “Tiempo de mujeres” se conforma de artículos breves enriquecedores de ciertas puestas en escena o que tienen una visión específica de un tema que lo que hace es cuestionar. “Aquí hablamos de las mujeres, es algo que vivimos nosotras en nuestras historias como protagonistas de nuestra vida. Estas historias no narradas que ahora están siendo visibilizadas y más compartidas entre todos”.

—Las dramaturgas ya escuchan, siempre están en contacto con el público retroalimentándonos, unas a otras —añadió.

El libro, aseguró, se suma al acervo de movimientos importantes que existen en Latinoamérica, en países como Chile, Colombia y Perú, entre otros.

—Es maravilloso tener este libro en México porque es un compendio de dramaturgas, investigadoras, productoras, que cuestiona y hace reflexionar sobre lo que estamos haciendo las mujeres también como público, como espectadoras, como creadoras y promotoras también de arte y cultura.— IRIS MARGARITA CEBALLOS ALVARADO

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán