La Escuela Modelo no surgió como una institución educativa más. Su origen es una historia de compromiso social, visión humanista e innovación pedagógica que, desde 1910 hasta el día de hoy, ha marcado generaciones.
La historia de la escuela comenzó con un ideal de un grupo de caballeros que conformaron la Liga de Acción Social.
“La hija predilecta de la Liga de Acción Social es precisamente la Escuela Modelo”, afirma Carlos Sauri Duch, rector de la Universidad Modelo.
Un siglo formando a los ciudadanos del mañana
En entrevista con el Diario, Sauri Duch recuerda que la Liga de Acción Social se fundó el 1 de febrero de 1909, impulsada por don Gonzalo Cámara Zavala, un hombre preocupado por la desigualdad y el analfabetismo que imperaban en la sociedad yucateca a inicios del siglo XX.

Había una polarización muy grande entre los nichos sociales de la alta sociedad, quienes manejaban el oro verde, que le dio un poder económico muy importante a la península”, señala el rector.
La respuesta fue clara: educar.
Así, el 15 de septiembre de 1910 se fundó la Escuela Modelo con el objetivo de formar a personas que pudieran ser útiles a la sociedad.
“Su intención fue precisamente intentar que más gente pudiera formarse”, recuerda el rector.
Escuela Modelo, transformando la educación en Yucatán
Desde sus inicios en la quinta San Jacinto, cuando el Paseo de Montejo aún no llegaba a esa zona, la Escuela Modelo apostó por un modelo educativo transformador.
Una parte de ese espacio fue vendido luego al gobierno estatal para abrir la prolongación del Paseo (que en esos años llegaba hasta el monumento a Justo Sierra), y el pago sirvió para construir el edificio actual (en otra área de la misma quinta), que conserva una entrada registrada en el INAH con las fechas clave de 1910 y 1926.
Uno de los pilares más sólidos en la historia de la institución fue José Guadalupe Novelo Ramírez, quien dirigió la escuela durante más de 50 años. Junto a él, otros nombres esenciales son Juan N. Cuevas, Lucrecita Vadillo Rivas y Antonio Rivero Coello. Todos ellos consolidaron el ideario de Cámara Zavala: un modelo educativo integral.
“La Escuela Modelo es Modelo porque don Gonzalo busca un nuevo modelo de enseñanza… no se trataba de transmitir conocimiento, sino de descubrirlo”, puntualiza el rector.
Además del conocimiento académico, se enseñaban oficios. Agricultura, carpintería, encuadernación… todos con un propósito práctico.
“Aunque estaban estudiando primaria, pudieran luego defenderse con la actividad”, dice Sauri Duch. Esta idea se amplió con la inclusión de actividades físicas y culturales como parte del desarrollo integral.
La evolución de la Escuela Modelo, una institución centenaria
El crecimiento fue paulatino.
En 1933 se inaugura la secundaria; en 1965, la preparatoria y el kínder. Y en 1997, se da el gran salto: la universidad. En ese entonces, se abrió con carreras como Derecho, Psicología, Informática, Administración y una gran apuesta: Diseño.
“De Puebla para acá no había otra escuela de diseño. Fue una experiencia innovadora”.

La Universidad Modelo no solo creció en programas, sino en infraestructura. En 2009 se abrieron los campus de Valladolid y Chetumal, en coincidencia con el centenario de la Liga de Acción Social.
El campus Valladolid inició con educación superior y hoy abarca desde primaria hasta universidad. En Chetumal, se comenzó con posgrados y hoy se expande hacia niveles básicos.
“Hoy la expectativa de Valladolid es tener poco más de 800 alumnos entre todos”, afirma.
Un modelo educativo humanista
El modelo educativo sigue vigente: humanista, práctico, con enfoque social.
“Lo que realmente queremos hoy es empezar a pensar porque aquí en Paseo de Montejo ya no cabemos”, confiesa Sauri Duch.
El crecimiento ha sido constante.

La institución cuenta hoy con cerca de 6,000 estudiantes distribuidos en sus distintos niveles y campus, y alrededor de 760 empleados. Del total del alumnado, entre el 20% y 22% cuenta con algún tipo de beca, muestra clara del compromiso social que ha acompañado a la institución desde su fundación.
Uno de los distintivos de la Universidad Modelo es su apuesta por la evaluación externa.
“El examen EGEL del CENEVAL tiene la característica de evaluar a todos los alumnos… y nosotros estamos teniendo resultados por encima de la media nacional”, resalta el rector. También destaca el impulso a carreras como Ingeniería Automotriz, que nació tras identificar las necesidades regionales.
La cultura y el deporte también son esenciales. La institución cuenta con teatros, espacios culturales y campos deportivos. Incluso han logrado presencia nacional con competencias como el de robótica.
“Todo eso hace el verdadero concepto universitario. No es solamente la transmisión del pensamiento, sino todo lo que está alrededor”, subraya Sauri Duch.

Con miras al futuro
A lo largo de su historia, la Escuela Modelo ha sido dirigida por muy pocas personas, lo cual ha permitido una continuidad en su visión.
Hoy, el liderazgo se distribuye entre responsables de educación básica y superior, con una administración enfocada en mantener la filosofía original.
“Lo que hemos hecho es estudiar las necesidades de cada región para que el proyecto pueda desarrollarse”, explica el rector.

El futuro de la Escuela Modelo se visualiza como una continuación de los ideales al ser fundada: seguir siendo innovadora, socialmente útil y fiel a sus principios.
“Tenemos que construir seres de bien, que puedan integrarse a la sociedad y ser felices. Esa ha sido siempre nuestra filosofía”.










