Por más de 50 años, Abarrotes Dunosusa ha sido parte del día a día de miles de familias del sureste mexicano.
Empezó en una modesta bodega en la calle 46 del centro de Mérida en 1969 y hoy es una de las cadenas de abarrotes más importantes de la región, con casi 560 tiendas en cinco estados del país.
“Abarrotes Dunosusa tiene sus orígenes hace más de 50 años, en 1969. Según registros, el 21 de junio de 1969 se inscribió el patrón del SAT y cuatro días después, el 25 de junio, inició operaciones en una vieja bodega de aquellos grandes almacenes ubicados en el centro”, relata Luis Alejandro Bermejo Arcila, gerente de Operaciones.

Dunosusa, una empresa con raíces firmes en la tradición
Detrás del nacimiento de la empresa estuvieron los empresarios yucatecos Gustavo Ricalde, Feliciano Molina y Manuel Castilla.
Inicialmente, el negocio se enfocó en la venta al mayoreo de productos para panificación, como harinas, azúcar y levaduras.
“Eran los ‘commodities’ de aquella época”, señala Bermejo Arcila, tras señalar que en sus inicios la empresa se llamaba Proveedora del Panadero.
Fue hasta 1991 cuando Abarrotes Dunosusa dio el primer paso hacia la diversificación, incursionando en la venta de dulces; de hecho, el nombre de la empresa son las siglas de Dulces y Novedades del Sureste.
Inclusive, en el logo, las letras que forman Dunosusa, asemejan caramelos.

La respuesta del mercado llevó a incorporar también abarrotes a las tiendas en 1995, lo que marcó el inicio del formato que hoy es ampliamente reconocido.
Las primeras en abrir en este nuevo formato fueron las tiendas de Los Cocos, Vicente Solís y la de la zona de los quioscos.
50 años de tradición y crecimiento
Pero el crecimiento exponencial vino con la llegada de Juan José López Portillo a la dirección general, quien impulsó una estrategia expansiva en los años 2004 y 2005.
“Entonces, se diseña una estrategia de expansión en donde había un propósito de abrir 50 tiendas al año”, recuerda el directivo.
Fue en esta etapa cuando la cadena se consolidó en Yucatán y extendió su presencia a Campeche y Quintana Roo.
Hasta entonces, la cadena tenía menos de veinte tiendas, la mayoría en Mérida, una en Oxkutzcab y otra en Motul.
Actualmente, la cadena también está presente en Chiapas y Tabasco.

Uno de los distintivos de Dunosusa ha sido su apuesta por las marcas propias, que van desde granos, como el tradicional “El Puritano”, hasta quesos (“Duno”), verduras (“El Sembrador”) y productos de fiesta bajo la marca “Dunofiesta”.
“La marca propia es la que le da el valor agregado, es la que establece los criterios de valor de los productos”, explica Bermejo Arcila.
Esta estrategia ha generado lealtad entre sus clientes y permitido a la empresa ofrecer productos competitivos en precio y calidad.
La mirada puesta en la innovación
Con una visión moderna del retail, la compañía ha diversificado su modelo de negocio con formatos como My Market (tiendas selectas con productos gourmet) y La Macarena, una tienda de tipo cash and carry para clientes mayoristas e industriales.
Además, han incursionado en multicanales de venta: “Tenemos el canal tradicional, también tenemos la venta en línea; tenemos el pick-up; tenemos un esquema de changarro…”, detalla el gerente.
Incluso exportan mercancía a Belice desde Chetumal bajo el esquema Incoterm Ex Work, ampliando su alcance más allá del país.
Este crecimiento ha venido acompañado de una inversión estratégica en infraestructura: tres centros de distribución en Mérida, Chiapas y Chetumal, y una robusta flotilla propia con mantenimiento interno.
Empresa yucateca y socialmente responsable
La empresa también le ha apostado a la sostenibilidad, prueba de ellos es la inversión de más de 10 millones de dólares en paneles solares, más de 25,000 paneles solares en total en la empresa.
“La intención es que en mediano plazo podamos tener ya todas las tiendas con paneles solares”.
Abarrotes Dunosusa se ha consolidado como una empresa socialmente responsable.
Bajo tres ejes (medio ambiente, comercio justo y filantropía) ha sostenido una participación activa en la comunidad. Incluso, desde hace más de 15 años apoyan instituciones a través del programa de redondeo.
Para Bermejo, el enfoque al consumidor ha sido una constante desde los orígenes.
“Repito, una de las filosofías del fundador, don Gustavo Ricalde Durán, era que se atendiera muy bien al cliente… Hoy podríamos decir que es una estrategia con énfasis en el consumidor”.
Eso se traduce, señala, en lo que llaman los “cinco absolutos de la venta”: abasto, exhibición, limpieza, señalización y servicio.
“Que el cliente llegue en estas tiendas y encuentre la mesa puesta”.

A lo largo de las décadas, Abarrotes Dunosusa ha pasado de tres personas a más de 5,000 colaboradores.
Algo que para el gerente de operaciones, no se trata solo de cifras:
“Necesitamos convencer a los muchachos de allá afuera de que Abarrotes Dunosusa es una excelente opción de trabajo”.
El reto actual, reconoce, es mantenerse competitivo frente a nuevos jugadores en el mercado.
“Cada vez llegan a nuestro estado nuevos jugadores muy bien posicionados, muy bien establecidos, pero eso nos fuerza también a tratar de ser mejores”.
Así, con raíces firmes en la tradición y una mirada puesta en la innovación, Dunosusa continúa su evolución como una empresa cercana al cliente.
“Abarrotes Dunosusa le ha dado a la península un ejemplo del pensamiento enfocado al cliente. Podemos decir de que somos empresa líder y nuestra competencia directa son seguidores que toman nota del formato que nosotros tenemos, un formato cómodo, porque el tiempo es valioso, con tiendas hechas a la medida”, concluye Bermejo Arcila.

