El expresidente catalán Carles Puigdemont atiende a los periodistas después de una reunión con políticos

MADRID (EFE).— El Tribunal Supremo español denegó a los tres diputados catalanes electos aún en prisión preventiva participar en persona en las votaciones del Parlamento de Cataluña, por lo que deberán delegar sus votos en otros diputados.

La decisión del juez Pablo Llarena, que lleva el caso por el proceso independentista en Cataluña, afecta al exvicepresidente del Gobierno catalán Oriol Junqueras, al exconsejero de Interior Joaquín Forn y al presidente de la organización secesionista ANC, Jordi Sánchez.

Los tres diputados, elegidos el pasado 21 de diciembre, no podrán asistir a la constitución del Parlamento catalán el próximo 17 de enero ni a la elección del presidente del gobierno de esa región, prevista en la Cámara regional para los últimos días de este mes.

El juez pide a la Mesa del Parlamento que arbitre el procedimiento para que deleguen sus votos en otros diputados mientras permanezcan en prisión preventiva.

Los dos principales grupos independentistas, JxCat (Juntos por Cataluña) —encabezado por Carles Puigdemont—, y ERC (republicanos de izquierda) —liderado por Junqueras—, tienen mayoría con 66 de los 135 escaños de la Cámara, y junto con los cuatro diputados de la CUP (independentistas antisistema) superan la mayoría absoluta (68).

Sin embargo, la suerte judicial de los tres diputados presos y la de los cinco que están en Bruselas, prófugos de la justicia, es relevante debido a que se reduciría el dominio independentista en la Cámara.

La inestabilidad política en Cataluña por el intento secesionista generó pérdidas de 319 millones de euros (383 millones de dólares) de actividad turística en 2017, y redujo 0.3 puntos porcentuales el crecimiento del PIB turístico previsto, según Exceltur, asociación de grandes empresas del sector.

Impacto

Los datos, dados a conocer ayer, reflejan un impacto inferior al pronosticado por la fuente a mediados de octubre pasado, que oscilaban entre los 1,197 millones de euros menos, de caer en 20% la actividad, y los 1,796 millones, en caso de bajar 30%.

La crisis política en esa región del noreste de España produjo un descenso medio del 9.6% de los ingresos turísticos, concentrado en Barcelona, en octubre y noviembre, y del 15% en diciembre, principalmente por la caída en la demanda en los mercados europeos de proximidad, explicó el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, en una rueda de prensa.

En los últimos tres meses de 2017 se produjeron acontecimientos destacados como el ilegal referéndum independentista del 1 de octubre, la declaración de independencia, aprobada por el Parlamento catalán el 27 de octubre y anulada por el Tribunal Constitucional, el cese del Gobierno catalán por parte del Ejecutivo español y la celebración de elecciones regionales el 21 de diciembre.

Esta inestabilidad política, además de la reducción de la actividad turística, tuvo otros efectos económicos, como el traslado de las sedes de más de 3,000 empresas desde Cataluña a otras ciudades españolas, así como una disminución en el comercio.

No obstante, Zoreda aseguró que, pese al proceso independentista en Cataluña y otras adversidades en la región como los atentados terroristas del mes de agosto o la huelga en aeropuertos, el turismo siguió creciendo en 2017 de manera notable.

El directivo de Exceltur destacó que el PIB turístico encadena ocho años consecutivos con un crecimiento superior al conjunto de la economía española, y eleva su participación en ella hasta el 11.5 %, gracias a los 134,000 millones de euros de actividad.

Exceltur prevé para 2018 un nuevo crecimiento del PIB turístico, aunque a un ritmo más moderado que en los últimos dos años, que se sitúa en un 3.3 %, porcentaje, y podría contraerse hasta un 2.8 %, de reproducirse episodios de tensión en Cataluña, advirtió la fuente.

El crecimiento de la actividad turística para el conjunto de España se desaceleró en el cuarto trimestre de 2017 hasta el 2.9% desde el 4.5% en el anterior por la inestabilidad en Cataluña, la caía de los viajes de negocio y la gradual recuperación de los principales mercados competidores del segmento de sol y playa: Turquía, Egipto y Túnez.

El gran protagonista del crecimiento en España en 2017 fue la demanda extranjera que, a expensas de conocer los de datos oficiales, habrá generado 60,300 millones de euros de ingresos, un 10.4% más.