ESTOCOLMO.— Investigaciones sobre el impacto del salario mínimo, la inmigración y la educación en el mercado laboral llevaron a 3 economistas que viven en Estados Unidos a ganar el premio Nobel de Economía 2021.
Ademàs, crearon el marco científico para sacar conclusiones de estudios similares que no pueden emplear una metodología tradicional.
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El experto de origen canadiense David Card, de la Universidad de California en Berkeley, recibió la mitad del premio.
La otra mitad la comparten Joshua Angrist, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y Guido Imbens, de 58 años y nacido en Holanda, que trabaja en la Universidad de Stanford.
¿Por qué se hicieron acreedores al Nobel de Economía?
Los tres “transformaron por completo la labor empírica en las ciencias económicas”, indicó la Academia Sueca de Ciencias.
“Los estudios de Card sobre cuestiones cruciales para la sociedad y las contribuciones metodológicas de Angrist e Imbens mostraron que los experimentos naturales son una rica fuente de conocimiento”, dijo Peter Fredriksson, presidente del Comité de Ciencias Económicas.
“Su investigación mejoró de forma considerable nuestra capacidad de responder cuestiones clave, lo que es un gran beneficio para la sociedad”.
Efectos de aumentar el salario mínimo
Card trabajó en una investigación sobre restaurantes en Nueva Jersey y el este de Pensilvania para medir los efectos de aumentar el salario mínimo.
Él y su fallecido compañero Alan Krueger descubrieron que un aumento al salario mínimo por hora no afectaba al empleo, lo que desafiaba la creencia tradicional de que subir el salario mínimo reduciría las contrataciones.
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Asimismo, el trabajo de Card desafío otra idea común: que los inmigrantes hacen bajar los salarios de los trabajadores nacidos en el país que los recibe.
Descubrió que los ingresos de los empleados locales podían beneficiarse de la nueva inmigración.
Además, los inmigrantes que llegaron antes son los que corren el riesgo de afectarse de forma negativa.
Otro tipo de investigaciones
Angrist e Imbens obtuvieron la mitad de su premio por resolver los detalles metodológicos que permiten a los economistas sacar conclusiones sólidas sobre causa y efecto cuando no pueden hacer estudios de acuerdo a estrictos métodos científicos.
En declaraciones por teléfono desde su casa en Massachusetts, Imbens dijo que estaba durmiendo cuando recibió la llamada sobre el premio.
“Todo el mundo estaba durmiendo en casa, tuvimos un fin de semana atareado”, dijo Imbens.
“Me emocionó mucho oír las noticias”.
No estaba en el testamento de Alfred Nobel
Aseguró que estaba especialmente emocionado por Angrist, que fue padrino en su boda.
A diferencia de otros premios Nobel, el de economía no estaba en el testamento de Alfred Nobel, sino lo introdujo el banco central sueco en su memoria en 1968.
El primer ganador se anunció al año siguiente. Es el último premio anunciado cada año.