“El VIH Sida se está viendo como algo normal cuando no es así, y eso hace que se esté bajando la guardia”, advierte José Eduardo Espadas Ortega, integrante del comité del II Encuentro Nacional de Liderazgo Positivo que se realizó este mes en Ciudad de México.
En el encuentro, que reunió a 130 líderes de todo el país que están viviendo con VIH, se hizo un pronunciamiento acerca de la reducción de más de 2 mil millones de pesos al presupuesto de 2018 en materia de salud.
La reducción, señala Espadas Ortega, “pudiera afectar a las acciones de prevención, atención, infraestructura, calidad en el servicio y el acceso a medicamentos de última generación para VIH con menos efectos colaterales”.
Igual se habló de la necesidad de fortalecer el empoderamiento de las personas con VIH y sida para una cultura de denuncia de violaciones a los derechos humanos, y de desarrollar un mapeo de leyes, códigos o reglamentos para identificar los obstáculos en materia de derechos humanos.
Y es que una de las violaciones de derecho más comunes es el desabasto de medicamentos. “La población no está informada de cuándo se están violentando sus derechos. Cuando no hay sus medicamentos están violando sus derechos. En el artículo cuatro de la Constitución está”.
Lo mismos servidores de salud no son empáticos con las personas que tienen VIH e ignoran cómo tratarlas. “Todavía existe el signo de la discriminación; lo primero que se piensa es que van a contagiar, y eso hay que eliminarlo”.
A medida que se vayan eliminando los prejuicios, dice, más gente se va a acercar a hacer la prueba sin tanto miedo. “Hacerse una prueba de VIH requiere de mucho valor, muchas veces no van por el miedo de resultar reactivo y no saber qué hacer. Muchos piensan que se le acaba la vida o que se quedará sin familia sin amigos y sin trabajo… Sólo se ve la parte negativa; y desgraciadamente así es por la discriminación.
Hace falta mucho por hacer pero Yucatán, que ocupa el segundo lugar nacional en incidencia, es una de las entidades donde más se realizan acciones, señala. La idea es erradicar la infección en 2030.
“Esto es un compromiso a nivel mundial y hay que darle seguimiento aunque en México no se están cumpliendo, tan es así que año con año se van reduciendo el presupuesto para el sector salud”.
También se está trabajando en el proyecto “90 90 90” con el que se pretende que el 90% de la población se haga una prueba rápida, para que a quienes resulten reactivos se les canalice al servicio de salud con el fin de que reciban un tratamiento inicial y diagnóstico oportuno hasta quedar a un nivel indetectable. “Es decir, reducen la cantidad del virus a un nivel tan mínimo que el microscopio no lo ubica, y se le dice indetectable porque el virus está aplacado a su bajo nivel, y aun teniendo relaciones sexuales sin preservativo no pueda transmitir el virus. Esa persona es lo más cercano a una persona sana que no tiene el virus”.
Sin embargo, lamenta que el programa aún no está al 100% pues hay desabasto de medicamentos y muchas personas con VIH no son atendidas adecuadamente en el sector salud. “No es nada más recibir medicamentos y ya, sino que se requiere de una salud integral. Pues otras de las problemáticas es que nosotros tenemos un envejecimiento prematuro biológicamente, por los efectos secundarios de los medicamentos. Y eso conlleva a enfermedades de la edad adulta que se presentan de manera temprana como hipertensión, diabetes… y eso no se está atendiendo”.
Espadas Ortega recalca que todavía existe mucha desinformación respecto al VIH sida, incluso en las formas de transmisión. “El VIH no se contagia, se transmite. Y las únicas tres vías son: sanguínea, relaciones sexuales y perinatal. Lo demás son mitos”.
Por ello recomienda que todas las personas con vida sexual activa deberían hacerse la prueba.
En el encuentro también se hizo una llamado a los precandidatos a puestos populares para incluir en sus agendas los temas que afectan a las personas con VIH.— IVÁN CANUL
De un vistazo
Salud
De acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida), hay 144 mil 223 mexicanos con la infección, de los cuales 76 mil ya desarrollaron el síndrome de inmunodeficiencia humana. En Yucatán de 1983 a 2016 se reportaron 7,236 casos.