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La política del presidente norteamericano no ha disminuido el flujo migratorio de los yucatecos ni el envío de remesas

La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no afectó gravemente el flujo de migrantes locales a ese país ni el nivel de remesas, las inversiones estadounidenses en la Península o el interés de los yucatecos por visitar Norteamérica, coinciden cuatro conocedores del tema, reunidos a petición del Diario en un foro para discutir el impacto de las recientes elecciones legislativas y la situación política de ese país en el ámbito local.

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Aunque la emigración de yucatecos al vecino del norte probablemente se haya dificultado por el aumento de la cuota que cobran los “coyotes” por cruzar la frontera, los invitados al foro creen que ese flujo se ha mantenido constante.

En cuanto a las remesas, éstas no disminuyeron por el efecto Trump, sino aumentaron, dicen, porque los migrantes se apresuraron a mandar todos sus ahorros ante la amenaza del presidente norteamericano de dificultar los envíos.

Poco impacto

Tampoco bajó el interés de los yucatecos por viajar a Estados Unidos ni los norteamericanos dejaron de visitar la Península, sino al contrario, el 70 por ciento del total de turistas en la zona es de ese país, afirman.

Las inversiones estadounidenses tampoco disminuyeron, no obstante el discurso antimexicano del presidente Trump y del llamado que hizo para no invertir en el país, desde antes de ser precandidato republicano, a raíz de un conflicto de negocios con un empresario yucateco.

“Esa campaña no fructificó, el impacto fue cero”, afirma uno de los invitados al foro, el hotelero Carol Kolozs Fisher.

Deportados

Además de él participaron en el evento, como informamos en la primera parte del reportaje sobre el foro, Gabriel Rodríguez Cedillo, coordinador de Educación Continua de la Facultad de Economía de la Uady; Eric Villanueva Mukul, director del Indemaya, y la estadounidense George Ann Huck, directora jubilada del Central College de Iowa, en Mérida.

—Pese al discurso beligerante de Trump, la deportación de indocumentados yucatecos se mantiene en 435 al año —afirma Villanueva Mukul—. Con Obama y los demócratas hubo el mismo nivel de expulsados. No los insultaban ni les decían asesinos, pero igual se iban para afuera.

Sin embargo, añade el funcionario, y “aunque resulte paradójico”, creo que el flujo de emigrantes sigue siendo normal, con todo y el aumento en los precios de los servicios del coyotaje, que dificulta los traslados.

Estos precios, indica Kolozs Fisher, habrían subido de 3,000 a 10,000 dólares.

Pueden parecer carísimos para quien viaja solo, indica Rodríguez Cedillo, pero no para el emigrante con familiares y amigos en Estados Unidos, porque ellos lo ayudan a pagar la cuota de “coyote”, incluso una parte de las remesas sirve para financiar el traslado de familiares.

La migración de yucatecos a Estados Unidos no es “por oleadas”, como en otras partes del país, explica el académico, sino “dosificada, cuchareada”, con mecanismos institucionales que la soportan, como las asociaciones civiles.

Hanal Pixán

Estas asociaciones, añade, existen en muchas ciudades estadounidenses y las forman personas oriundas del mismo pueblo, que apoyan al paisano recién llegado “mediante un entramado social no molecularizado” que les permite traer primero al hermano, luego al primo, etcétera.

Para Villanueva Mukul, “es impresionante el nivel de organización de esas asociaciones de yucatecos en Estados Unidos, que intentan reproducir allí la vida comunitaria de sus pueblos de origen: los juegos de béisbol, los gremios, el Hanal Pixán…”.

—He visto que los yucatecos en ese país tienen una condición menos difícil que la de otros grupos —afirma—. No digo que vivan en el paraíso, pero sus redes de apoyo, su número relativo y su cultura los hace diferentes y además no todos van al área agrícola, sino se concentran más en los servicios, principalmente en los restaurantes.

Otro factor que les ayuda, explica, Rodríguez Cedillo, es su carácter. “Los yucatecos respetan a las instituciones estadounidenses y según algunos estudios, son más atractivos para el mercado laboral, porque son más dóciles, por decirlo con palabras suaves, comparado con otros, que son más aguerridos, violentos, conflictivos”.

Añade que hay muchos yucatecos con diez o quince años en ese país, y un fuerte núcleo familiar que les permite ir trayendo a otros yucatecos en forma institucionalizada, ayudándolos, arropándolos en ese núcleo, ligado a su vez con las asociaciones.

De acuerdo con el director del Indemaya, la política de Donald Trump tampoco impactó el nivel de remesas que envían los yucatecos en Estados Unidos a sus familiares.

En 2016, dice, éstas ascendieron a 142 millones de dólares; en 2017, a 154 millones y hasta septiembre de este año la cifra era de 151 millones, lo que nos hace pensar que terminaremos 2018 con 200 millones, ya que en diciembre crecen los envíos.

Precaución

Tal vez más adelante la política de Trump afecte el nivel de remesas, agrega Rodríguez Cedillo, pero por lo menos ahora eso no ha ocurrido por varios motivos.

De acuerdo con un estudio del Senado de la República, indica, uno de esos motivos es que ante la amenaza de poder ser deportados o de que el gobierno norteamericano grave las remesas, los migrantes enviaron todos sus ahorros a México, como precaución, lo que impactó positivamente la cantidad de dólares que ingresó al país. — Hernán Casares C.

Con Obama hubo el mismo nivel de expulsados que con Trump. No los insultaban ni les decían asesinos, pero igual se iban para afuera

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