MÉRIDA.— Rigoberta Menchú propuso una “revolución educativa”, que valore plenamente al ser humano, como instrumento para resolver los problemas que genera la migración en los países.
“Si no la hacemos (esa revolución educativa) ya nos fregamos todos”, manifestó la Premio Nobel de la Paz 1992.
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La activista guatemalteca participó esta mañana en la Tercera Reunión Plenaria de la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, en el Centro Internacional de Congresos (CIC) de Mérida, junto con otros laureados: Lech Walesa, Joyce Ajlouny, Steve Goose, Mark Manly y Wided Bouchamaoui.
En esa reunión plenaria se abordó el tema “Demografía global: personas en movimiento”, bajo la moderación de Karla Iberia Sánchez.
La globalización y el fenómeno migratorio
Lech Walesa habló de los retos de la globalización y su impacto en la migración, con énfasis en las experiencias de Europa.
Joyce Ajlouny se refirió a las causas del fenómeno migratorio, a los abusos que se cometen contra los migrantes y a la necesidad de políticas más humanas para esas personas.
Materia de derechos humanos
Steve Goose hizo votos por la incorporación de más países y gobiernos al tratado de eliminación de minas personales.
Mark Manly repasó las actividades del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en torno a la migración y celebró que ahora más países vean este tema como materia de derechos humanos y no como asunto político.