A tan solo unos cuantos días de haber sido lanzada nacionalmente, la campaña “AMLO: ¡No queremos experimentos educativos!” ya consiguió más de 8,500 de las 10 mil firmas que diversas agrupaciones civiles esperan recaudar a través de la plataforma Citizengo para presentar ante las autoridades educativas federales su inconformidad por la iniciativa de reforma educativa que se pretende implementar a partir del ciclo escolar 2023-2024.

Gerardo Pineda Martínez, presidente en Yucatán de la Unión Nacional de Padres de Familia, una de las agrupaciones que promueve esta campaña, dijo que ésta tiene por objeto hacer ver a las autoridades educativas que existe un marcado rechazo de los padres de familia a la reforma educativa que, entre otras cosas, rompe con el modelo estructurado por grados escolares y deja en manos de los alumnos su propia evaluación de sus aprendizajes, todo lo anterior sin ningún sustento académico o pedagógico.

Según dice, los rezagos educativos producto de la pandemia trastocó la educación básica nacional y propició que más de 3 millones de estudiantes abandonaran sus estudios, por lo que eso debería ser en este momento motivo de la mayor atención de las autoridades educativas en lugar de estar pensando en reformar la educación sin ninguna base científica o pedagógica, sino con argumentos demagógicos e ideológicos.

“Se pretende experimentar”, acusan padres

Se pretende experimentar con la educación de los niños bajo ocurrencias, señala Gerardo Pineda Martínez, presidente en Yucatán de la Unión Nacional de Padres de Familia, una de las agrupaciones que promueve la campaña “AMLO: ¡No queremos experimentos educativos!”.

El dirigente dice que algunas esas ocurrencias son que la escuela se integrará a la comunidad y trabajará con proyectos que vinculen a aquella con ésta.

“Los maestros serán ahora sujetos centrales de la transformación social, desaparecerán las asignaturas, el maestro no evaluará a los alumnos con exámenes ni pondrá calificaciones y los alumnos se calificarán a sí mismos”, menciona.

“Desaparecerán los grados y la escuela se organizará por fases. Los maestros no están obligados a seguir estrictamente los planes de estudio oficiales, podrán libremente transformarlos para ajustarlos al contexto. Los contenidos prepararán a los alumnos para compartir y no para competir”, apuntó.

“Este cúmulo de barbaridades no solo no tiene el mínimo rigor académico, pedagógico, no hay antecedentes en ninguna parte y no hay fuentes confiables ni datos duros para avalar su eficacia”, señaló el entrevistado.

Lo único que inspira la reforma educativa es un desmedido apetito ideológico, renuncia a la búsqueda de la formación de principios, valores nacionales, de realización humana de los niños y la calidad educativa no aparece por ningún lado”.

Buscan sumar firmas 

Mediante la recaudación de firmas se pide a las autoridades educativas que antes de establecer un nuevo modelo educativo, presenten las bases diagnósticas, académicas y pedagógicas que lo sustentan, expliquen la normatividad del nuevo modelo y cómo éste se aplicará, así como la necesidad de establecer un plan piloto antes de generalizarlo.

El entrevistado consignó diversas ligas que el sitio Citizengo utiliza para explicar al público el problema la reforma educativa.

 

Emanuel Rincón Becerra, reportero de la Agencia Informativa Megamedia (AIM). Es licenciado en Ciencias de la Comunicación con 32 años de trayectoria en periodismo; ingresó a Grupo Megamedia en 1994. Se especializa en turismo, arqueología, vida empresarial, historia, arte, cultura y fotografía.