La trata de personas, en cuya ruta se encuentra Yucatán, genera miles de millones de dólares en todo el mundo, con la explotación sexual como el motivo más frecuente de este delito.
En México, sin embargo, aunque el problema es creciente, por cada caso que se denuncia hay cien que no. Es decir, la cifra negra de víctimas es superior al 99%.
Un problema en Yucatán, de acuerdo a la denuncia de una activista en marzo de este año, es la inexistencia de un refugio creado por las autoridades para las víctimas. Un reporte explica que la marginación y pobreza en el sur del país hace que la población sea más proclive a caer en algún engaño vinculado a la trata.
“La importancia de conservar la buena imagen pública en términos del turismo, como es en Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y, especialmente, Campeche, normalizan conductas de abuso en la población, provocando mayor invisibilidad del tema y favoreciendo la poca comprensión”, se indica.
De nuevo se exponen casos como el de una yucateca vendida por su tía —con quien su madre la abandonó— desde los 12 años para ser explotada sexualmente hasta los 18, cuando pudo escapar.
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