El crimen organizado cada vez expande más su poder en México y los cobros por derecho de piso o extorsiones afecta a diferentes negocios, ahora reportan que dos pesos por cada litro de gasolina se paga al crimen organizado.
Y es que así como los aguacateros, limoneros, transportistas y polleros, ahora empresarios gasolineros revelan que son obligados a pagar dos pesos por cada litro que venden: uno a Los Viagras y otro a Los Templarios en 19 gasolineras de Michoacán, México, víctimas de extorsión en este municipio de la Tierra Caliente.
Las 19 gasolinerías que operan en la cabecera municipal de Apatzingán y sus alrededores son obligadas a pagar a los criminales dos pesos por cada litro que despachan, a pesar de que han recortado sus horarios de venta al público por la violencia que cada vez es peor en la región, aseguraron empresarios del ramo consultados sobre este tema.
Para entender mejor: “Vemos un gobierno desorganizado frente a un crimen organizado”: Catón
Una fuente anónima dijo para Latinus que los delincuentes “llegaron de manera presencial a algunas estaciones; así, en corto, a decirles que venían a cobrar derecho de piso. Si no (accedían), iban a ‘echarse’ a algún despachador”.
Se trata de una personas de la Unión de Gasolineros de Michoacán (Ugami), que pidió no revelar su identidad para no exponer su integridad ni la de su famila, pero la visita de los sicarios ocurrió hace aproximadamente diez días a diversas estaciones de servicio para anunciar el cobro del “impuesto criminal”.
Dos pesos por cada litro de gasolina se paga al crimen organizado en México
“Pagamos un peso a Los Templarios y otro peso a Los Viagras (por cada litro de gasolina vendido). De lo contrario, ya conocemos las consecuencias”.
Fuente anónima para El Universal
Otra fuente también hizo declaracione a El Universal y también pidió el anonimato porque teme poner en riesgo su vida.
“Toda la gente aquí, en Apatzingán, sabe que, al igual que todos los giros, pagamos una cuota que sale de nuestros bolsillos y que le tenemos que dar semana tras semana, mes con mes, a sus contadores”, señaló.
Reducen horarios por violencia
Las extorsiones a las empresas gasolineras se exhibe a un año de concerse el cobro de cuotas, por parte de grupos criminales, a toda la cadena productiva y comercial del limón, y a seis meses saberse las extorsiones al transporte de carga y el servicio de telefonía e internet.
La fuente anónima dijo que, sumado a ese impuesto criminal, los empleados de las gasolinerías se han visto vulnerables y en riesgo por el recrudecimiento de la violencia en Apatzingán.
Sostuvo que para no arriesgar a los trabajadores ni a las propias empresas, las gasolinerías que operaban las 24 horas decidieron cerrar de las 22:00 horas a 06:00 de la mañana.
El pasado fin de semana circularon en redes sociales mensajes apócrifos que anunciaban un cierre de las estaciones de servicio en respuesta a las acciones criminales, versión que fue descartada por los gasolineros.
Ciudadanos y empresarios saben que están solos
Las ciudadanía y los empresarios se sienten en el desamaparo ante la falta del combate frontal a los deincuentes, pues aunque circuló una vesión de cierre de sus negocios, lo desmintieron.
“Nosotros sabemos que no podemos rebelarnos con esa gente, porque nos conocen a todos y luego, luego van a ir por nosotros y por nuestras familias”, expuso.
¿Cuál es el precio de la gasolina en Apatzingán, Michoacán?
Hasta el martes 30 de abril, en Apatzingán el precio del litro de la gasolina Magna/Extra era de 25.38 pesos; el litro de Premium, 26.68 pesos, y el litro de diesel, 26.53.
Los empresarios no dieron detalles de sus montos de venta ni de lo que pagan por las extorsiones cada mes, pero confirmaron que por miedo a represalias no denuncian.
Una gasolinería promedio tiene tres tanques de combustible: uno de Magna, de 80 mil litros; uno de Premium, de 60 mil, y otro más de diesel, de 60 mil.
Sólo de esos tanques la “cuota” sería de 200 mil pesos para cada grupo criminal, un total de 400 mil pesos en extorsiones.
Compras de pánico
A raíz de las versiones falsas acerca de un cierre indefinido de las gasolinerías, el pasado sábado muchos automovilistas hicieron compras de pánico y abarrotaron las estaciones de servicio durante el fin de semana.
Y la Guardia Civil, de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano fue desplegado para custodiar las estaciones de servicio.
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, mencionó que no existen motivos de alarma y que las gasolinerías operan con normalidad.
La presencia de fuerzas estatales y federales también fue desplegada en los accesos carreteros de la cabecera municipal, y los elementos realizan recorridos.
La violencia prevalece
Sin embargo, el martes 30 de abril se informó que integrantes de Los Viagras prendieron fuego a dos vehículos en distintos puntos carreteros de la zona, en respuesta a los operativos de la Guardia Civil.
Los hechos se registraron sobre el tramo que comunica a la cabecera municipal con la localidad de La Presa de El Rosario, donde fueron quemadas las unidades.
Áreas federales de seguridad responsabilizaron de la quema de vehículos a César Sepúlveda Arellano, El Botox, lugarteniente del cártel de Los Viagras.
Las autoridades identifican a El Botox como el responsable de cobrar extorsiones por el uso de los servicios de internet y telefonía.
También lo señalan de cobrar para Los Viagras la extorsión a comercios, al sector productivo y al transporte de carga.
Zona de riesgo, como otras zonas de México
Desde hace poco más de un año, Apatzingán se convirtió en campo de batalla entre grupos antagónicos del crimen organizado, al igual que otras zonas de México como Chiapas o Tabasco.
Los enfrentamientos se deben al rompimiento del bloque criminal de Cárteles Unidos, en el que Los Viagras se aliaron con otras células delictivas y le declararon la guerra a Los Caballeros Templarios.
Los ataques se iniciaron en las localidades rurales del municipio y, recientemente, también se extendieron a la cabecera municipal.
A diario, vecinos reportan enfrentamientos a tiros, ataques con drones cargados de explosivos, así como personas asesinadas en las calles de Apatzingán, ciudad ubicada a 210 kilómetros de la capital del estado.