El porcentaje de mayahablantes ha ido disminuyendo, señaló Elisa Chavarrea Chim, en el marco de la presentación de su libro “U Súutukil Xik’ Nal (Tiempo de volar).
“No es que no se esté haciendo nada al respecto, creo que se hacen esfuerzos loables por parte de autoridades, instituciones y personas para revertir esto, no podemos negar que existen programas de televisión, radio, publicaciones y espacios en lengua maya, pero hace falta una estrategia coadyuvante que no sólo la promueva sino que haga sentir a los hablantes que el usarla les da identidad, presencia, los distingue y nos remite a sus orígenes, raíces y todo aquello que hace grande a la cultura maya”, dijo.
“Hablar maya no debe ser motivo de vergüenza ni de discriminación, aunque por mucho se nos ha hecho creer lo contrario”, apuntó.
Los activistas señalaron que ser mayahablante no supone un distanciamiento con respecto a quienes no hablan esta lengua, por el contrario es necesario establecer formas adecuadas que permitan a quienes hablan maya acceder a todo aquello que como sociedad inclusiva nos caracteriza y darle el espacio e importancia que se merece su uso.
El antropólogo Fidencio Briceño Chel, autor del prólogo del libro, cuya presentanción informamos en la sección de Imagen, comentó que hace 20 años se promulgó la Ley General de Derechos Lingüísticos que le otorga su lugar y valor a los mayahablantes en cuanto al pleno reconocimiento de sus derechos y el respeto a la lengua que utilizan para comunicarse.
“No obstante, muchas personas que hablan maya desconocen esta ley y el derecho que les asiste. Avergonzarse de su lengua materna es no darle el valor y el respeto que ésta se merece”.
Tanto la autora Elisa Chavarrea como el antropólogo Fidencio Briceño Chel, autor del prólogo, coinciden en que la lengua maya es mucho más que una forma de comunicación con reglas y estructuras definidas, su esencia está impregnada del misticismo, cosmovisión, filosofía, esencia y espiritualidad de una civilización que ha seducido al mundo y despertado la curiosidad de científicos, antropólogos y arqueólogos de todas partes.
“Cada uno de quienes hacemos el esfuerzo de promover y divulgar la lengua maya, estamos haciendo algo para preservar mucho más que una lengua, en ello va intrínseco el ancestral conocimiento y la espiritualidad de lo maya; está en cada persona el hacer algo por mantener viva la esencia que nos caracteriza”.
De igual forma ambos exponentes expresaron su punto de vista en torno a las nuevas generaciones, reconocieron que así como existen algunos jóvenes que tratan de no utilizar la lengua maya, también hay otros que encontraron en ella una forma de identidad que canalizan en diferentes expresiones culturales y artísticas.
Según comentaron los entrevistados, el fenómeno de la migración de las comunidades apartadas, mayahablantes muchas de ellas, hace que los jóvenes no utilicen esa lengua para comunicarse porque ya sea en Mérida, Cancún o Estados Unidos, no tendrán con quien platicar en maya.
“Es algo en lo cual tiene mucho que ver la familia” explicó la autora, “cada joven es una nueva esperanza de mantener viva la cultura maya, la lengua, sus tradiciones y su cosmovisión, si desde el seno del hogar no se le inculca a estos la importancia de hablar la maya, difícilmente se podrá avanzar, y es que la lengua es sólo una parte de todo lo que hoy día es ser maya”.
Fidencio Briceño dijo que su trabajo con jóvenes en comunidades de Quintana Roo está dando frutos en una nueva generación que valora, aprecia y se enorgullece de sus raíces mayas, lo plasman en las diferentes expresiones artísticas, a través del cuento, el relato, la poesía y la música; estos han sabido plasmar en ello sus inquietudes y su pensamiento, pero sin perder de vista el valor de cuanto implica su cultura.
Ser mayahablante no debe ser motivo de vergüenza ni de discriminación, señalaron defensores de la cultura maya en el marco de la presentación del libro “U Súutukil Xik’ Nal” (“Tiempo de volar”) de la escritora Elisa Chavarrea Chim.
De las más habladas
La maya es una lengua viva, una de las más habladas en nuestro país, cuyo uso es parte de la vida cotidiana de extensas comunidades principalmente del interior de la Península, señala Fidencio Briceño en entrevista con el Diario a propósito de la presentación del libro.
Tanto Elisa Chavarrea como Briceño Chel son claros en sus señalamientos, la lengua maya es más que una forma de comunicación, es la manera en la cual la cultura maya ha trascendido al paso del tiempo y ha perdurado al conservar conocimientos y conceptos de vida que para muchos podrían pasar desapercibidos o resultar ajenos.— Emanuel rincón becerra
De las más habladas
La maya es una lengua viva, una de las más habladas en nuestro país, cuyo uso es parte de la vida cotidiana de extensas comunidades principalmente del interior de la Península, señala Fidencio Briceño en entrevista con el Diario a propósito de la presentación del libro.
Tanto Elisa Chavarrea como Briceño Chel son claros en sus señalamientos, la lengua maya es más que una forma de comunicación, es la manera en la cual la cultura maya ha trascendido al paso del tiempo y ha perdurado al conservar conocimientos y conceptos de vida que para muchos podrían pasar desapercibidos o resultar ajenos.— Emanuel rincón becerra
Todo aquello que la lengua maya engloba tiene que ver con el estrecho vínculo entre hombre y naturaleza, sociedad y entorno, espiritualidad y cosmovisión, vida y muerte, conocimientos medicinales, astronómicos, de arquitectura, tradición oral; nada de esto tendría sentido si no fuera por el eje que supone la lengua maya.
Los propios entrevistado reconocen también que a pesar de los diversos esfuerzos que se han hecho por promover y divulgar el conocimiento de la lengua maya, el número de hablantes continua descendiendo cada año.— Emanuel Rincón Becerra
