“La edad no es límite”, asevera César Hernández Zamora, quien a sus 73 años recorre el país en bicicleta.
César, originario de Tultitlán, Estado de México, es un cicloviajero con cinco años de experiencia, que ha recorrido más de la mitad del país en su bicicleta y actualmente se encuentra a seis capitales de conocer todos los estados de la República y lograr su meta.
En 2019, tras la muerte de su esposa, Lucina Díaz Godínez, César vio en el ciclismo una terapia para aceptar la pérdida, por ello se inscribió a la rodada de la Ruta Chichimeca.
“Hace seis años falleció mi esposa, me dio mucha depresión. Entonces mi hijo Said me dijo que había una rodada de frontera a frontera, y le dije: voy”, recuerda. “Tuve la oportunidad de ir, y en pleno desierto gritar, llorar, rezar y aceptar que nunca iba a volver a tener físicamente a mi esposa, pero la tengo mentalmente. Me sirvió como terapia”.
Cuando realizó esta rodada de Tijuana, Baja California, a la frontera con Guatemala, César no tenía experiencia en ciclismo, incluso no sabía qué tipo de bicicleta llevar.
“En un principio no sabía nada de viajar en bicicleta. Pensaba que cualquier bicicleta servía para lo mismo. Mi hijo me preguntó qué bicicleta me llevaría, si una de carreras o de turismo. Me llevé la de turismo, que me duró como cinco días, porque en una bajada se quebró la tijera y me caí”, comenta. “Ya después tuve la oportunidad de conocer ahí dentro del grupo chichimeca a Omar, quien me vendió la bicicleta que traigo hasta la fecha y con la que he recorrido gran parte del país”.
Sus cuatro hijos: Magdali, Said, Edgar y Jazmín, así como sus ocho nietos, le han brindado todo el apoyo necesario. Todos los días se reporta con ellos, les habla de las experiencias que vive y de los amigos que va haciendo en la ruta.
César invita a las personas que piensan que por tener una determina edad ya no pueden hacer cosas nuevas, como aprender un deporte, viajar o cumplir un sueño, a no desanimarse, a intentarlo, porque “la edad no es límite para hacer cualquier cosa”.
“Los invito a que hagan las cosas con amor, con ilusión, con actitud, con ese poder y voluntad de poder hacer las cosas”.
Actualmente César se encuentra en Mérida, en “La Casa del Cicloviajero” de Raúl Espejo. Desea recorrer los atractivos del estado, para posteriormente viajar a Quintana Roo.
“Tengo la ilusión de conocer todo Yucatán, ir a Celestún, Río Lagartos, Chichén Itzá. Me quiero dar ese placer de conocer muchos puntos del estado. Hacerlo con tiempo, disfrutar”, comenta el ciclista. “No tengo una fecha, me doy el tiempo para disfrutar. Sí tengo la oportunidad, me quedó más tiempo”, indica.
En 2023 realizó un viaje en bicicleta que lo llevó por 20 estados del país, donde conoció sus capitales y puntos emblemáticos.
Meses antes de concluir el año se tomó una pausa y retomó el viaje en enero pasado, saliendo de su hogar en Tultitlán el día 14.
En este viaje, su meta es conocer los 12 estados que le faltan; lleva seis.
Una vez finalizado su viaje, César desea hacer un recorrido internacional, la ruta de París, Francia, a Santiago de Compostela, España.
“Voy a pensar positivamente, de que puedo, soy fuerte y puedo hacer ese viaje internacional”.
Salud
Sobre su salud, afirma que es un hombre completamente sano, ya que lleva una vida disciplinada.
“Hace dos meses me hice estudios y salí bien en todo”, indica. “Para estar sanos, primero se debe tener una buena alimentación, cuidarnos, dormir bien, descansar, bañarnos… Hay que darle servicio a nuestro cuerpo, para que rinda. Hay que darle lo mejor”, señala.
Por último, César recuerda y agradece a todos los amigos que ha hecho en éste y sus viajes anteriores, desde los ciclistas de la Ruta Chichimeca que lo apoyaron cuando era nuevo en el mundo ciclista hasta los camioneros que lo han respetado y protegido en carretera.
“Cuando comencé no sabía nada, necesitaba la asistencia de mis compañeros. En ocasiones me empujaban, porque teníamos que rodar 130 kilómetros al día. Ahora, no soy experto, pero he aprendido sobre la marcha y sigo aprendiendo”, dice. “Ahora viajo solo”.— Rosa Aracely Quiñones Sánchez