La exalcaldesa priista Angélica Araujo Lara adjudicó un millonario contrato para adquirir miles de luminarias del alumbrado público en Mérida en 2011 a favor de ABC Leasing, a pesar de que esta compañía se enteró de último momento de la licitación y no tenía proveedor de los equipos.
Ello probaría que la licitación posiblemente fue una simulación.
De acuerdo con datos recientemente recopilados sobre ese incidente, ABC Leasing conoció el nombre de su proveedora de lámparas el mismo día de la licitación.
Se trataba de WW Energy ST México, una empresa recién creada por un empresario norteño, acusado en el pasado de fraude financiero, que ofrecía luminarias chinas a sobreprecio y que habría llegado a Mérida por recomendación del entonces delegado del PRI en el estado, Felipe Enríquez Hernández.
Él, junto con funcionarios del Ayuntamiento, habría impuesto la arrendadora a WW Energy como proveedora de las lámparas.
Directivos de ABC Leasing le habrían confesado a funcionarios del equipo de Renán Barrera Concha en 2014, que sucedió a Angélica Araujo en el cargo, que el banco Santander les avisó de la licitación de las luminarias y lo motivó a participar.
Este banco era uno de los interesados en la operación porque, como luego se supo, firmó con ABC Leasing un contrato de factoraje mediante el cual ésta le cedía sus derechos de cobro de las rentas —$7.8 millones al mes durante cinco años— que podía cobrar automáticamente de las cuentas bancarias de la Comuna.
Bajo presión
Una muestra sospechosa de esta licitación fue que ABC Leasing participó en ella sin tener una empresa proveedora del equipo.
El día del fallo de la licitación, el 1 de marzo de 2011, esta empresa dijo que se asociaría con WW Energy ST México para obtener el contrato de arrendamiento, debido a presuntas presiones recibidas por funcionarios de la alcaldesa Angélica Araujo.
En una entrevista con el Diario el 28 de abril de 2013, el apoderado de ABC Leasing, Francisco Moya Gómez, reconoció que al proveedor de las lámparas, WW Energy, “lo conocimos el mismo día de la licitación”.
Éste, sin embargo, no sería el primer contrato de ABC Leasing con el Ayuntamiento de Mérida.
Un mes antes del fallo de las luminarias, la administración de Angélica Araujo entregó otro contrato de arrendamiento financiero a esa empresa para la adquisición de camiones para la recolección de basura, por $44 millones.
Ese esquema, en pequeña escala, sería el mismo que luego se seguiría en grande, en el caso de las luminarias, asegurando un negocio con buenas ganancias.
El esquema consistía en contratar a una arrendadora financiera de confianza y que aceptara proveedores de equipo sugeridos por el contratante, en este caso camiones, y así evitar los concursos de adquisición.
La Comuna eligió el arrendamiento financiero porque es la forma de obtener rápidamente muchos recursos sin necesidad de pedir la aprobación del Congreso ni elaborar estudios técnicos o de factibilidad, como suelen exigir los bancos en el caso de un crédito. Además, no es deuda pública, se contabiliza como gasto.
En el caso del contrato de arrendamiento de los camiones para la basura, la marca de estos vehículos fue Hino, cuya distribuidora en el estado, recién abierta entonces, era propiedad de un grupo empresarial muy ligado a la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, quien le había asignado numerosos contratos de obra.
En cuanto a las luminarias, versiones recogidas recientemente de personas que estuvieron cerca de la licitación aseguran que días antes del fallo ya se daba por descontado que ABC Leasing sería la escogida, en asociación con WW Energy.
Como consecuencia, dicen, nadie presentó posturas, sólo ellos.
Pieza clave en el fraude
WW Energy es una pieza clave en el presunto fraude porque ofreció lámparas a sobreprecio para garantizar grandes ganancias a los involucrados en el negocio, como detallaremos en otras entregas.
De acuerdo con lo publicado en 2011 por Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, en el momento de la licitación ésta era una compañía de reciente creación —apenas en 2010 había salido de una incubadora de negocios del Tecnológico de Monterrey— que vendía lámparas hechas en China, de la marca W-Energy Lux.
Su falta de experiencia era tal que sus directivos incumplieron con una de las exigencias de la convocatoria de la licitación, la de acreditar con las facturas respectivas su participación en proyectos de iluminación de por lo menos 1,000 lámparas.
El propietario de WW Energy, Raúl Monter Ortega, había sido antes gerente de promoción de la casa de bolsa Abaco-Confía.
Junto con su director Jorge Lankenau Rocha y otras personas fue acusado de un fraude superior a los 170 millones de dólares en perjuicio de 230 clientes de esa institución, en 1997.
Por ese motivo, Lankenau Rocha estuvo preso, mientras Monter Ortega se escondió varios años en Canadá, hasta que pudo regresar a Monterrey.
No obstante, Monter González, en el año de la licitación, era todavía una persona muy relacionada con empresarios de Nuevo León, entre ellos Julio Villarreal Guajardo, director del consorcio Villacero y del Grupo Financiero Afirme, uno de cuyos representantes compró las bases de la licitación de las luminarias y asistió a las juntas de aclaraciones.
De acuerdo con testimonios recabados por Central 9, Villarreal Guajardo era a su vez amigo de Felipe Enríquez Hernández, diputado federal y delegado del PRI en Yucatán desde 2010, quien también había estado aquí apoyando la campaña a la gubernatura de Ivonne Ortega, en 2006.
Él fue quien, al parecer, trajo a Mérida a WW Energy para hacer negocios con el gobierno.
En enero de 2011 mucha gente vio a Monter Ortega, su hijo José Raúl Monter González, Enríquez Hernández y altos funcionarios del gobierno de Angélica Araujo desayunando en varios restaurantes de Mérida.
Enríquez Hernández era muy cercano a Angélica Araujo. Como delegado del PRI coordinó su campaña para la alcaldía que la llevó al triunfo, luego de casi 20 años de gobiernos panistas.
En la ceremonia de registro de su candidatura, el 3 de enero de 2010, Enríquez Hernández anticipó sus intenciones: “empezaremos desde cero a construir una nueva metrópoli”.
Un año después, Angélica Araujo inició el cambio de todas las luminarias de la ciudad. (Continuará).
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