El cambio de más de 82,000 luminarias del alumbrado público realizado por la exalcaldesa priista Angélica Araujo Lara en marzo de 2011 habría representado para ella, sus principales funcionarios y los empresarios que participaron en la operación una ganancia de por lo menos 8.2 millones de dólares de entonces, según nuevos datos recogidos por Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia.
El presunto fraude, que aún permanece impune, sería responsabilidad de las autoridades y de ABC Leasing, empresa titular del contrato de arrendamiento financiero de las lámparas, y del proveedor de éstas, WW Energy ST México, S.A. de C.V.
Ambas compañías entregaron a la Comuna meridana, con anuencia de la entonces alcaldesa, luminarias chinas de inducción magnética de mala calidad y con un sobreprecio de 27% aproximadamente.
Angélica Araujo no sólo aceptó este sobreprecio, sino que adquirió las lámparas mediante un sistema de arrendamiento financiero puro, 120% más caro que si la compra se hubiese hecho con un crédito bancario.
En el esquema, Angélica Araujo y sus cómplices optaron por el arrendamiento financiero, no obstante su altísimo costo, porque de este modo el Ayuntamiento burlaba dos obstáculos:
- 1) El de elaborar un proyecto de inversión que justifique técnica y económicamente el cambio de las lámparas.
- 2) El de obtener la aprobación del Congreso del Estado para un endeudamiento bancario. El arrendamiento financiero no requiere la aprobación del Legislativo ni de un proyecto de inversión, sólo el aval de la Comuna.
El costo exorbitante del proyecto no importó a la exalcaldesa ni a sus socios, pues transfirieron ese costo a los siguientes ayuntamientos y a los ciudadanos hasta el día de hoy.
Antecedentes del fraude de las luminarias
Como informamos, el presunto fraude de las luminarias se inició hace 13 años.
En enero de 2011 la entonces alcaldesa de Mérida, Angélica Araujo, convenció al Cabildo para cambiar las 82,000 lámparas de vapor de sodio del alumbrado público del municipio, que funcionaban bien, por otras de inducción magnética, supuestamente ahorradoras y con mayor capacidad de iluminación.
Con este cambio, decía la funcionaria, aumentaría el nivel de iluminación de la ciudad y bajaría el monto de las cuotas que se pagaban a la CFE por el consumo de electricidad.
Nada de eso se cumplió, pero Angélica Araujo y sus cómplices se habrían embolsado decenas de millones de pesos en la operación.
A partir del marzo de 2011, reporteros del Central 9 publicaron varios reportajes con los detalles de este fraude, entre ellos que el contrato de arrendamiento que el Ayuntamiento firmó con ABC Leasing comprendía la renta de 82,430 lámparas de la marca W-Energy-Lux.
Fueron fabricadas totalmente en China e importadas y comercializadas en el país por Grupo W México Energía Verde, de Monterrey.
De este total de lámparas, 53,063 eran de 60 watts; 13,035, de 80 watts; 8,959 de 40 y 6,933 de 120 watts.
A menor precio
En julio de 2011, Central 9 cotizó ese mismo tipo de lámpara con tres fábricas en China —Rizhao Honglang Lighting Technology Co., Ltd, LC Lighting Technology Co, Ltd y P&S Incooperation Limited— y obtuvo las siguientes cifras: precio unitario promedio de las tres cotizaciones para los cuatro tipos de lámparas: $1,057 (90 dólares), puestas en China.
Central 9 también cotizó esas luminarias con dos fábricas nacionales de lámparas.
El resultado: el precio unitario de las lámparas de 60 watts —la mayoría en el paquete de lámparas adquirido por el Ayuntamiento— en el mercado nacional, puestas en Mérida, era de $3,061 (260 dólares, a la cotización vigente en marzo de 2011, que ascendía a $11.78 por dólar).
La cifra anterior incluía impuestos de importación, gastos de transporte, aseguramiento e instalación y la ganancia del comerciante, estimada en $465 por cada lámpara.
Los dos fabricantes consultados entonces consideraron que esta cifra era elevada para el promedio de ganancia en el mercado, pero factible de obtener con una buena negociación.
Gasto por las luminarias
En total, el precio de venta de 82,430 luminarias de inducción magnética puestas e instaladas en Mérida ascendería a $252.4 millones, considerando las ganancias del importador, $39 millones, aproximadamente, más el pago de impuestos.
Si el Ayuntamiento hubiese prestado ese dinero con un crédito bancario a cinco años a una tasa promedio de 9%, el costo financiero del cambio de luminarias sería de $67.9 millones.
El costo total del proyecto habría sido de $320.3 millones, $148.5 millones menos que la cantidad entregada por la Comuna a ABC Leasing. Por unidad, el precio hubiese sido de $3,885 por lámpara.
Además del crédito bancario, otra alternativa del Ayuntamiento era, en efecto, el arrendamiento financiero.
Si las autoridades hubiesen considerado el precio promedio de las lámparas chinas de inducción magnética puestas en México con un proveedor distinto a WW Energy ST México, y elegido el mismo plan de arrendamiento puro, a cinco años y con una tasa de interés promedio de 16%, utilizado en el contrato con ABC Leasing, el costo financiero de la obra hubiera sido de $120.9 millones y el costo total de $373.3 millones.
Esto todavía sería muy abajo de lo presupuestado por el Ayuntamiento meridano, $468.8 millones.
Aquí el precio unitario de las luminarias sería de $4,528.
Entonces, ¿por qué la propuesta de ABC Leasing aceptada por la Comuna fue sustancialmente más alta, si se trataba en general de las mismas lámparas y del mismo esquema de financiamiento (arrendamiento a una tasa de 16%)?
La respuesta está en el porcentaje de ganancia reconocido por Angélica Araujo al proveedor.
Según los análisis realizados por Central 9, con la ayuda de expertos en el tema, ABC Leasing —la única empresa que participó en la licitación, en medio de numerosas irregularidades, como ya informamos—, ofertó esas lámparas a $3,877 ($330 dólares), 27% más que la cotización presentada por otras empresas nacionales.
Acorde con las estimaciones de Central 9, esta cifra incluía una ganancia promedio de $1,176.7 por cada luminaria y una ganancia total, considerando la compra de 82,430 lámparas, de $96.995,381, equivalente a 8.234,295 dólares que, al parecer, habría compartido con las autoridades.
Esta cantidad era excesivamente alta comparada con las ganancias unitarias y totales de $465 y $39 millones, respectivamente, que obtendría un proveedor ajustado al precio promedio nacional de esos artículos.
Si a los $3,877 se le añade el costo promedio del arrendamiento financiero, $1,807 por lámpara, se obtiene el precio total de las luminarias adquiridas por el Ayuntamiento: $5,684.5.
Si esta cifra se multiplica por el número total de luminarias arrendadas, se obtiene el costo final de la obra: $468.8 millones. (Continuará).
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