Jaulas oxidadas, alimento en los pisos, espacios demasiado pequeños y sin agua son las condiciones en que se encuentran los animales que están a la venta en el mercado Lucas de Gálvez.
Así viven patos, conejos, palomas grises y blancas, ratas, loros australianos, hámsteres, gallos, gallinas, codornices e incluso especies exóticas como el agapornis personatus, que pasan días apretujados en jaulas de pequeño tamaño.
Además, por el número de ejemplares dentro de ellas las aves no pueden recostarse al menos por un momento.
Durante un recorrido por la zona, en casi todas las jaulas se vio que el papel que les colocan simulando el suelo está sucio con las mismas heces de los animales, al igual que por el alimento que les han dado.
La falta de agua es evidente en muchas jaulas, al menos las que están a la vista no se ven en las mejores condiciones tanto de espacio como de higiene.
El precio de las especies varía de acuerdo con su tamaño. Un hámster se comercializa a $100, los patos están entre $80 y 100 según el tamaño, mientras que un agapornis se vende a $700.
En esta área del mercado aproximadamente tres o cuatro locales se dedican a la venta de especies, teniendo a un lado un puesto popular de comida y del otro extremo se encuentran puestos de pescado frito.
Ante esta situación, a principios de abril la alcaldesa de Mérida, Cecilia Patrón Laviada, anunció durante un Miércoles Ciudadano que como autoridad únicamente podían aplicar sanciones administrativas en caso de la venta de animales de especies prohibidas, pero que ya estaban trabajando en el reglamento de mercados para la protección de animales y que no se vendieran.
La presidenta municipal explicó que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente es la encargada de castigar a quien realice ventas ilegales.
Sin especies ilegales en mercados de Mérida
En este mismo sentido Dafne López Osorio, subdirectora de Mercados de la Comuna meridana, anunció a principios de abril que se estaba trabajando en la actualización del reglamento de la fauna teniendo como objetivo principal evitar la venta de especies protegidas.
Se negó que los inspectores hayan encontrado especies ilegales en venta.
Como informó el Diario el pasado jueves, entre los cambios que el Ayuntamiento buscará están que los encargados de estos lugares cuenten con jaulas más grandes y ofrezcan las condiciones adecuadas para sus ejemplares.
También que los animales tengan acceso constante tanto a agua como al alimento y un horario de exhibición. Los locatarios tendrán capacitación para tener una buena práctica pecuaria.
Las modificaciones aún no han sido anunciadas en forma oficial.