El clima sigue cambiante y amenaza un giro centroamericano a la Península de Yucatán; un especialista advierte cuáles serían sus efectos.
Mérida, Yucatán.- El calor persistente y las lluvias esporádicas marcarán el inicio de esta semana en Yucatán, pero todo apunta a que el cielo no se quedará quieto por mucho tiempo.
En entrevista con el Diario, el meteorólogo Juan Antonio Palma Solís ofrece un panorama de lo que se espera para los próximos días, en el que la humedad, las tormentas vespertinas y hasta la posible formación de un giro centroamericano, sistema extenso de baja presión que suele dar origen a ciclones.
Pronóstico del clima en la Península de Yucatán: qué es y efectos
“La semana arranca con bochorno y lluvias aisladas”, explica Palma Solís, “pero a medida que avance, las precipitaciones irán aumentando tanto en intensidad como en distribución”.
Esto se debe a que la vaguada monzónica —un cinturón de tormentas que suele permanecer sobre Centroamérica— comienza a moverse hacia el norte, alcanzando poco a poco el sur de México, incluida la península de Yucatán.
Este fenómeno, aclara el especialista, es común en esta época del año, pero no por ello debe tomarse a la ligera.
“Cuando la vaguada se posiciona más cerca de nosotros, la atmósfera se carga de humedad y se combinan diversos factores como el calentamiento diurno y nuestra típica vaguada maya. Eso favorece la formación de tormentas más intensas, especialmente por las tardes”.
Aunque el calor no dará tregua al inicio de la semana, con temperaturas cercanas a los 39 grados, se espera un descenso paulatino conforme lleguen los nublados y las lluvias.
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“Para mediados de semana, los termómetros ya podrían registrar entre 35 y 36 grados, pero la sensación de bochorno se mantendrá alta”, precisa Palma.
Las lluvias no serán un temporal constante, pero sí habrá un incremento paulatino.
“Vamos a pasar de lluvias muy aisladas a otras más dispersas y generalizadas. No es que vayamos a tener un aguacero permanente, pero sí más sectores del estado verán llover, a diferencia del fin de semana pasado”, dice.
¿Qué es el giro centroamericano que amenaza a la Península de Yucatán?
Hacia el fin de semana podría surgir un actor importante en el panorama meteorológico regional: un posible giro centroamericano, sistema extenso de baja presión que suele dar origen a ciclones tanto en el Pacífico como en el Atlántico.
“No es un ciclón ni un huracán, pero es como la madre de muchos de ellos”, advierte Palma.
“Si llegara a formarse este giro, aumentaría mucho el potencial de lluvias e incluso se podría generar algún ciclón, aunque todavía es pronto para confirmarlo. Los modelos numéricos están divididos: uno lo predice, otro no. Por ahora, manejamos una probabilidad del 50%”.
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Lo importante, señala, es no subestimar estos sistemas solo porque no tienen nombre propio ni categoría oficial.
“Muchos esperan a que haya un ciclón para tomar precauciones, pero estos sistemas también provocan inundaciones severas. Hay que estar atentos desde ya”.
¿Cuáles serán las condiciones marítimas?
En cuanto a las condiciones marítimas, el panorama es tranquilo.
“No hay viento fuerte, ni oleaje elevado, ni cierre de puertos en puerta. Es un buen momento para salir a pescar por la mañana”, asegura el meteorólogo.
No obstante, Palma recalca que, de confirmarse la formación del giro centroamericano, los navegantes serán de los primeros que deberán mantenerse informados.
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El especialista destaca que estos fenómenos, aunque ahora mejor comprendidos gracias al avance de la ciencia y los modelos meteorológicos, no son nuevos.
“Hace 10 o 15 años no se conocían tan bien o no se estudiaban. Hoy sabemos que estos sistemas aparecen con frecuencia a principios de la temporada de ciclones, como el que dio origen a Amanda y Cristóbal en 2020”.
Por eso, recomienda a la población —y a las autoridades— no esperar a que se emitan alertas por ciclón para actuar.
“A veces, los fenómenos que no alcanzan nombre o categoría oficial son los que más afectan por la cantidad de lluvia que dejan”.
Así, Yucatán se adentra en una semana marcada por el bochorno y las lluvias vespertinas, con la mirada puesta en los cielos del sur, donde las nubes podrían estar gestando algo más que un chaparrón. El mensaje es claro: estar informados, observar y, sobre todo, prevenir.