La acumulación de basura en las casas favorece la proliferación del “pic”, insecto que transmite el mal de Chagas. En la foto, el desalojo de basura acumulada en un domicilio meridano, en enero de este año
La acumulación de basura en las casas favorece la proliferación del “pic”, insecto que transmite el mal de Chagas. En la foto, el desalojo de basura acumulada en un domicilio meridano, en enero de este año

En octubre de este año se espera que autoridades regulatorias realicen una retroalimentación al Centro de Investigaciones “Dr. Hideyo Noguchi”, de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), sobre la vacuna contra la enfermedad de Chagas y, de ser aprobada, los ensayos clínicos podrían iniciar este mismo año.

La ciencia yucateca sigue dando pasos firmes contra esta enfermedad. En entrevista con el doctor Vladimir Cruz Chan, especialista y responsable del Laboratorio de Parasitología de dicho centro de investigaciones, detalló los avances hacia una vacuna que podría cambiar el panorama de esta enfermedad silenciosa.

“Estamos entrando a la fase clínica. Ya tenemos listos los avances preclínicos; es decir, la vacuna está siendo evaluada por instancias gubernamentales, como la Cofepris, para iniciar estudios en México”, explicó el investigador.

“En los estudios preclínicos se evaluó la vacuna en ratones; recientemente finalizamos una etapa en perros y también obtuvimos buenos resultados probando estos antígenos en primates no humanos”, agregó.

Se espera que para octubre se reciba retroalimentación y, de ser positivos los resultados, los ensayos clínicos podrían iniciar entre octubre de este año y marzo de 2026. En esta fase se evaluará lo que los científicos denominan reactogenicidad; es decir, si la vacuna es segura en humanos.

“Esto significa que analizaremos si la vacuna es segura en personas sanas que no hayan tenido contacto con el parásito y que no vivan en zonas endémicas. Probablemente seleccionemos pacientes de Ciudad de México, y estudiaremos si la proteína del candidato vacunal genera una respuesta inmune, como hemos visto en modelos animales”, detalló el doctor Cruz Chan.

El estudio arrancará con 30 voluntarios seronegativos. En etapas posteriores se incluirán pacientes que ya hayan sido infectados, y finalmente se ampliará la muestra a miles de personas. Hasta ahora, no se han registrado efectos adversos en las pruebas realizadas, lo cual representa un avance esperanzador.

Actualmente se calcula que seis mil personas en Yucatán están infectadas con la enfermedad de Chagas.

No obstante, el especialista aclaró que no hay un solo municipio más afectado que otro, sino que el principal problema es el desconocimiento social y las condiciones precarias de vivienda que favorecen la propagación.

“La enfermedad está dispersa, y afecta principalmente a comunidades más pobres, donde las casas no tienen protección como mosquiteros, lo que permite que los insectos entren, se alimenten de las personas y les transmitan el parásito. Además, la falta de información genera más casos, tanto en humanos como en perros, incluso en zonas urbanas como Mérida, Ticul o Peto”, advirtió.

Cruz Chan subrayó un aspecto clave que muchos desconocen: la enfermedad no se transmite por la picadura del insecto, sino por sus heces.

“Cuando el insecto se alimenta, defeca sobre la piel y si la persona se rasca, introduce el parásito al organismo. Es por eso que es vital mantener los patios limpios, usar mosquiteros y evitar el contacto directo con estos insectos. Si encuentran alguno, lo mejor es llevarlo al laboratorio para analizarlo”.

Finalmente, el doctor hizo un llamado a la sociedad: “El Chagas es una enfermedad silenciosa. No siempre presenta síntomas, aunque puede haber fiebre leve. Por eso, lo más importante es prevenir el ingreso del insecto a las casas y realizar chequeos a las mascotas, porque los perros también se enferman”, agregó.