El analista Eduardo Monsreal Toraya, del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida, cuestiona al gobierno por desprestigiar al sistema Va y Ven sin ofrecer datos claros ni soluciones para su operación
El analista Eduardo Monsreal Toraya, del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida, cuestiona al gobierno por desprestigiar al sistema Va y Ven sin ofrecer datos claros ni soluciones para su operación

Todos los argumentos de la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY) sobre el sistema Va y Ven son rebatibles y cuestionables, no entendemos por qué tanto ruido mediático y desprecio del actual gobierno a este sistema de transporte público, manifestó Eduardo Monsreal Toraya, analista en desarrollo urbano y movilidad del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida.

El especialista de este organismo técnico ciudadano no descarta que sea cierto que el desequilibrio financiero del Va y Ven, que denuncia el gobierno de la 4T, sea atribuible al pago excesivo de los kilómetros que recorren los autobuses.

Sin embargo, apuntó, la ATY tiene la herramienta jurídica para corregir y ajustar el pago mediante el artículo 112 de la Ley de Movilidad y Vialidad.

Esa ley establece en uno de sus párrafos que cada abril se debe abrir un período de análisis y ajuste de este esquema de pago del sistema de transporte público. La ATY no ha usado este mecanismo para calibrar el pago del recorrido de los camiones.

“Crea suspicacia del por qué no ha ajustado ese pago, si lo puede hacer en privado y en reuniones con los concesionarios sin armar un gran circo mediático”, señaló Monsreal Toraya en entrevista.

“Desde que asumió el cargo Jacinto Sosa hace tres meses y compareció en el Congreso del Estado se vio la línea política, pero ya se está saliendo de control y causa perjuicios a los usuarios por el retiro de autobuses, falta de pago a los empresarios y declaraciones fuera de toda argumentación”.

Culpar al sistema de transporte Va y Ven como el causante del aumento del parque vehicular de Mérida y Yucatán no tiene ningún sustento ni relación con la crisis del sistema Va y Ven, que lleva apenas tres años y el problema del aumento de vehículos motorizados es desde hace dos décadas”, explicó.

Génesis del problema del transporte en Yucatán

Según Monsreal Toraya, “el crecimiento del parque vehicular de Yucatán empezó desde el año 2000 y se recrudeció con la pandemia del Covid, porque muchísima gente abandonó el transporte público por temor al contagio y optó por el transporte privado”.

“Esto persiste: el uso del transporte público no se ha recuperado y menos se recuperará con la desconfianza que siembra el gobierno actual”, consideró.

Luego añadió que el gran problema de la ATY desde la gestión de Rafael Hernández Kotasek es su falta de transparencia, de apertura a los organismos civiles, a los ciudadanos, a expertos de las universidades que saben de cuestiones financieras, de urbanismo, de movilidad y diseño de rutas.

Aunque la ATY es un sujeto obligado a transparentar su gestión, ni antes ni ahora sube a su página de internet información completa, amplia, documentos, balances financieros, contratos de pagos a proveedores y concesionarios, aplicación de su presupuesto y todo lo relacionado con el sistema de transporte público.

“Desde la época de Rafael Hernández solo dan esbozos de información y sigue esta política con el actual director de la ATY”, dijo.

Sin información no se puede conocer cómo funciona, qué está mal, si hay errores, si es verdad que no hay dinero para la sostenibilidad del sistema, si es real la baja ocupación de las rutas”.

“No sabemos bien el problema, no sabemos si la tarifa del pago por kilómetro es excesivo en comparación con otras ciudades de México y Latinoamérica que priorizan y financian proyectos de transporte público de calidad”.

“Veto” oficial

Monsreal Toraya dijo que este veto de la ATY a los ciudadanos y expertos impide que aporten experiencia, conocimientos y va contra la filosofía del gobierno morenista que pugna por una mejora para el pueblo.

Con el Va y Ven es todo lo contrario, dijo. Está generando descontento, desconfianza y no ofrece soluciones, simplemente anuncia que van a reestructurar el sistema, pero no dicen cómo lo harán.

“Nunca liberan los datos, los mapas de las rutas, cómo se financia, su página de internet tiene poca información, así el ciudadano y los interesados en conocer la realidad del Va y Ven desconocen la implementación del sistema”, señaló.

“Quizá sí fue una bomba de tiempo que dejó la administración anterior a la actual, pero no se puede validar si es cierto por falta de información suficiente, precisa y oficial de libre consulta”.

“El transporte público no es un tema de rentabilidad financiera, sino de rentabilidad social y de bienestar para la gente más vulnerable que es la que utiliza el Va y Ven”, destacó Monsreal Toraya.

“Es la parte que no ha considerado el actual director Sosa Novelo”, lamentó. “La falta de transparencia genera especulación, suposiciones e incertidumbre”.

¿Qué hace falta al sistema del Va y Ven?

“Es importante que la ATY libere toda la información relacionada con el Va y Ven”, señaló el analista.

Necesitamos cifras que sustenten la razón de las denuncias de que el sistema está mal, necesitamos que Sosa Novelo cumpla con la creación del Consejo que establece la Ley de Movilidad, y que se abra el diálogo con los expertos para enriquecer y mejorar el proyecto, no para que retroceda”.

El Va y Ven es un ejemplo nacional para la Sedatu, este modelo forma parte del estudio de un diplomado que ofrece esa dependencia federal y le da prestigio internacional a Mérida, lo que favorece las inversiones”.

El analista en movilidad recordó que desde que empezó la aplicación del Va y Ven en Mérida surgieron dudas sobre cómo se sostendría a mediano y largo plazo, y se quedaron con las dudas porque Hernández Kotasek vetó a esta organización por las críticas que realizó.

Con el cambio de director con el nombramiento de Sosa Novelo nada cambió, porque tampoco tienen acceso a la información completa del Va y Ven.

“Desconocemos si se justifica el desbalance financiero por falta de información, pero en pláticas con personas expertas consideramos que el pago excesivo por kilómetro podría estar afectando el servicio”.

“Eso tiene una solución sencilla porque la ley autoriza a bajar la tarifa y no lo han hecho en tres meses que lleva Sosa Novelo”, destacó.

“Dicen que tienen pérdidas y que es insostenible el esquema, los ciudadanos no podemos saberlo porque no hay un desglose financiero para hacer una valoración técnica”.

“Lo que preocupa es que no han anunciado una solución ni ajuste al pago por kilómetro. Eso es lo que crea suspicacia de todo lo que el gobierno actual dice”.

El modelo del pago por kilómetros se aplica en otras ciudades del mundo y saben que el transporte público requiere de mucho financiamiento y subsidio, porque es para atender a la gente que necesita del transporte para sus actividades”.

“Si se elimina el Va y Ven perjudicará a la gente más vulnerable y el sistema dejará de cumplir su misión de satisfacer la demanda que surge en áreas específicas de la ciudad con grandes desarrollos inmobiliarios y los municipios conurbados como Conkal, Kanasín y Umán”, advirtió.

“Los autobuses actuales cumplen una función de acceso universal porque el 15% de la población de Mérida tiene alguna discapacidad o es persona de edad avanzada y requiere que los autobuses tengan piso bajo, la comodidad del aire acondicionado y otros servicios digitales de las unidades son para la recuperación de los usuarios que abandonaron el transporte por su mala calidad de antaño o por cuestiones del Covid”.

¿Una “Herencia maldita”?

El analista del Observatorio dijo que cuando se agotan los argumentos válidos surgen calificativos como “la herencia maldita” que le atribuyó el gobernador Díaz Mena al sistema por los problemas del Va y Ven, o la culpa que atribuye Sosa Novelo al sistema como causante del incremento de las motos y automóviles en el estado, el aumento de la contaminación y del tránsito.

Monsreal Toraya consideró un acierto que el gobernador Díaz Mena gestione recursos adicionales para mantener el Va y Ven porque es una emergencia financiera, pero también deberían recurrir a otras fuentes de financiamiento, y recurrir a la Sedatu para el mejoramiento del proyecto porque es la dependencia federal encargada del tema de la movilidad y seguridad vial.

Incluso, la Sedatu ofrece diplomados y cursos especializados y utiliza el modelo del Va y Ven como uno de los ejemplos a seguir en México.

“Si el Va y Ven ha causado buena impresión en el gobierno federal, es contradictorio que el gobierno del Estado lo demonice y genere mucha inquietud y le suba demasiado el tono de sus críticas contra el sistema”, destacó.

“El sistema de transporte es moderno, está digitalizado, falta atender algunas zonas, falta mejorarlo, pero lo peor que está pasando es que disminuyan las frecuencias de los autobuses, que los retiren de las rutas y disminuyan su capacidad de transporte porque esto hará que muchos usuarios abandonen su uso”.

Joaquín Orlando Chan Caamal, reportero de la Agencia Informativa Megamedia (AIM); es periodista desde 1987 y en 1993 ingresó a Diario de Yucatán, buque insignia de Grupo Megamedia. Escribe sobre el ámbito local y peninsular, especialmente contenidos sobre educación, economía, medio ambiente, sectores empresariales, sociedad y seguridad.