Entre 2020 y 2024, Yucatán ha encabezado las listas como uno de los estados de México con las tasas más elevadas por suicidio.
Detrás de esos números hay una realidad compleja y dolorosa, el suicidio juvenil, que genera una preocupación para los profesionales de la salud mental, coincidieron la presidenta y el vicepresidente del Colegio de Psicólogos del Estado, Karina Pérez Ramos y Aarón Palomo Euán, en entrevista con el Diario.
De acuerdo con los especialistas, el suicidio juvenil en la entidad es un fenómeno multifactorial, influenciado por aspectos familiares, sociales, escolares, tecnológicos y económicos, bajo factores de riesgo como acoso escolar, problemas familiares, abuso, el uso desinformado de redes sociales, la falta de comunicación emocional en casa, así como el consumo prematuro de alcohol o drogas.
El neuropsicólogo clínico, Palomo Euán, explicó que entre los problemas en el ámbito escolar están el “bullying” (acoso y abuso); en el familiar pueden figurar los propios padres y hermanos e incluso puede haber acoso y abuso en este núcleo.
En el social está todo lo que encuentran los jóvenes en las redes sociales, como información distorsionada y ejemplos acerca de cómo tienen la posibilidad de autolesionarse.
Al respecto, la psicóloga Karina Pérez Ramos enfatizó que padres y maestros deben informarse más sobre las etapas de desarrollo de los jóvenes, ya que en ocasiones se piensa que en esta etapa de la vida están preparados y listos para tomar decisiones, pero se encuentran en el ejercicio de aprender a tomar decisiones: en el ensayo y error.
Una formación temprana
Ella describió que cuando nacemos la corteza cerebral está en desarrollo, donde están las funciones superiores del pensamiento, la tolerancia, la espera, la frustración, el raciocinio y la toma de decisiones con base en las experiencias y los conocimientos.
Es importante que los padres sepan que hay una etapa del desarrollo de los niños en los que esta corteza va creciendo, por lo que es vital estimularlos e irlos formando, porque es allá donde ellos podrán hacer mejores juicios, mejor raciocinio, si se cuida mediante la alimentación, agregó.
Como ejemplo dijo que si a un joven de 18 años se le dice “ya es mayor de edad. Toma, ya puedes tomar tu primera chela”, le estás haciendo un daño, pues todavía la corteza cerebral de ese joven no ha terminado de desarrollarse.
La especialista informó que los hombres tardan un poco más de tiempo en desarrollarlo, en comparación con las mujeres.
La cultura yucateca gira mucho al entorno de la convivencia, con presencia de botanas, cervezas, escapadas al puerto y el carnaval. Sin embargo, Palomo Euán mencionó que hay edades para todo esto.
Asimismo, ambos señalaron que la falta de educación emocional continúa lesionando en todos los sectores de la sociedad, desde la infancia hasta la adultez.
Esta situación ha provocado que los jóvenes recurran a las redes sociales y a las inteligencias artificiales para suplir la falta de comunicación directa entre personas.
Ante este panorama, los expertos hicieron un llamado a dialogar con sus hijos.
Contra su vida
Hace unos días en Ixil una madre de familia, de 27 años, presuntamente le arrebató la vida a su propia hija de cuatro años y después atentó contra su propia vida.
Sobre este tema, los integrantes del Colegio de Psicólogos advirtieron que ante una manifestación o intento de suicidio, la intervención médica y psicológica debe ser inmediata.
La presidenta Karina Pérez Ramos dio a conocer algunos síntomas que un familiar y persona cercana puede detectar en una persona que este atravesando un proceso de crisis emocional grave.
Entre los motivos de atención están heridas en la piel como el “cutting” (autolesiones en la piel), encierros durante la mayor parte del día en su habitación, evitar comer con la familia y prolongados tiempos frente a la pantalla del teléfono.
También son motivos de atención el no platicar, no tener amigos y no realizar alguna actividad fuera de casa, como practicar algún deporte o salir con conocidos.
Otras situaciones de alarma son cuando empiezan a hablar de la muerte y de situaciones que les generan tristeza, rabia, enojo, ansiedad, angustia, sintomatologías que no habría que normalizar.
Ante esto, es importante que las personas no duden en acudir al hospital psiquiátrico. La entrevistada puntualizó que es un lugar que cualquiera con pocos recursos puede acudir; y si están en el interior del estado, recomendó asistir inmediatamente a una unidad de la salud para recibir atención.— Manuel Garrido Pérez

