MÉRIDA.- En la Plaza Grande de Mérida se respira el aire de finados, pues entre sus pasillos ya se encuentra instalado el Altar Monumental en honor a las ánimas.
Como es costumbre en estas fechas, el centro de Mérida se inunda de tradición con las actividades dedicadas a los finados.
Esta vez fue el turno de la inauguración del altar en la plaza principal, que atrajo a decenas de curiosos.
A los pies del monumento se encontraban dos pequeños infantes caracterizados como ánimas que jugaban con canicas y un trompo.
En ambos lados y vestidas con trajes típicos otras ánimas completaban el escenario, mientras que otra cocinaba en un comal como representación de la tradición.
La encargada de inaugurar el altar fue la directora municipal de Identidad y Cultura, Karla Berrón Cámara, acompañada de Claudia Chapa Cortés, subdirectora de Identidad y Cultura.
También estuvo presente Marcos Pech Naal, director del Instituto para el Fortalecimiento de la Cultura Maya, y Julio Pérez Gómez, subdirector operativo del Ayuntamiento de Mérida.
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Karla Berrón explicó cuáles son los elementos que conformaron el altar entrelazando las tradiciones mayas y judeocristianas, en los que se pueden encontrar velas, flores de cempasúchil, pin, dulces, fotos de los difuntos y en el punto más alto una cruz.
En su estructura fueron tres niveles que representan el inframundo, el mundo y el lugar de los dioses. Su estructura completa se basó en una casa maya.
Al terminar con el protocolo, el orador Raúl Lam explicó a todos los asistentes el origen y la razón de cada elemento colocado cuidadosamente en el altar.
En primera instancia, mencionó que el sincretismo cultural da como resultado la coexistencia de dos cosmogonías.
Como primer ejemplo señaló a la cruz colocada en lo más alto del altar, la cual combina la tradición cristiana con la maya al pintarse de verde en representación de la ceiba.
Otros elementos que forman parte de la usanza cristiana son el sudario de la Verónica, un corazón sangrante y un gallo, como referencia al apóstol Pedro.
Las velas, elemento distintivo, se utilizan como luz para guiar a las almas y comunicarse con ellas a través del humo del incienso.
La comida y las ofrendas incluyen platos y bebidas tradicionales.
Sobre el pib, señaló que en el altar de los niños no se coloca, solo son vaporcitos y en la costumbre yucateca no se pone pan de muerto, sino los famosos tuchitos.
Algo que calificó de indispensable para estas fechas es la limpieza y preparación del hogar. Además, dijo que es importante estar en paz antes de la llegada de las ánimas y la comida debe servirse caliente.
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Para concluir con la jornada, Karla Berrón recordó que hoy lunes a las nueve de la noche se realizará la “Vaquería de ánimas” en los bajos del Palacio Municipal, que incluirá danza de cinco ballets y la orquesta jaranera.
También dijo que el 1 y 2 de noviembre el altar monumental se volverá comunitario y los asistentes podrán llevar sus ofrendas.
Se repartieron libritos con vocabulario de frases en maya y cuadernos para colorear para los niños.