Hoy la preparación y cocción del pan quedó relegado a un segundo plano en muchas panaderías de la ciudad de Mérida, Yucatán, por la demanda para hornear pibes, que es tradición consumir el 1 de noviembre.
Durante todo el mes, pero más la última semana de octubre las panaderías recibieron la solicitud para hornear el manjar yucateco, que se intensificó más ayer viernes y hoy sábado.
También se espera una gran demanda para hornear los pibes mañana domingo.
En la panadería San Martín de Porres, ubicada en la calle 44 del Centro, se pudo ver a Román Cámara Uc, quien afanosamente sacaba del horno la segunda tanda de pibes del día.
Las brasas de la leña ardían cuando abrió el horno, y al disiparse el humo se pudieron observar las decenas latas de pib en plena cocción.
Algunos ya estaban listos, así que Román procedió a sacarlos llenando el ambiente del aroma inconfundible de las hojas de plátano mezcladas con la manteca que el pib suele soltar.
Un aspecto dorado, crujiente se observó en los pibes, que cuidadosamente fue depositando en el piso, el manjar ya estaba listo y en espera de que los recogieran para ser disfrutados.
Antes de las 11 del día, ya habían horneado más de 100 pibes, y había otros más de 100 en espera de su turno para entrar al horno, colocados en dos grandes mesas de madera, en las que usualmente se prepara el pan.
Ni siquiera iban a mitad de la jornada, ya que esperaban recibir al menos otros 100 a lo largo del día, para concluir la jornada alrededor de las 8 de la noche.
Cada año la historia se repite, cuenta doña Dalia María Mex Poot, propietaria de la panadería que se fundó en el año de 1957, pues reciben varios cientos de pibes para ser horneados, ya que a la gente le gusta el sabor que deja la cocción a la leña.
¡Los pibes ya salieron del horno! 🔥🫔
— Diario de Yucatán (@DiariodeYucatan) November 1, 2025
En muchas panaderías de #Mérida, la preparación de pan pasó a segundo plano ante la gran demanda de pibes, el tradicional manjar del #HanalPixán. Durante toda la semana, especialmente este fin de semana, los hornos no han parado de trabajar… pic.twitter.com/oYezXjLnUX
Situación similar se vive en la panadería La Fátima en la colonia Vicente Solís, donde don Luis Collí Vargas mete y saca los pibes del horno de leña según convenga.
El piso del lugar está lleno de pibes cocidos y sin cocer, al igual que un pasillo que conduce a donde está el horno.
Su labor también comenzó a las cuatro de la mañana, y calcula se extenderá hasta las nueve de la noche.
Varios clientes llegan a recoger sus pibes, los buscan entre la tanda de los cocidos, al fin encuentran sus latas macadas con nombre. A uno de ellos le faltan tres pibes que no encuentran.
Don Luis recuerda que acaba de meterlos al horno, “ni modo, alguien tendrá que quedarse con hambre mientras están listos”, expresa la dueña de los pibes, que se va con una tanda y en alrededor de hora y media regresará por los demás.
Así transcurre el día, entre leña, humo y olores que abren el apetito, el pan se consumirá otro día, hoy es día de pibes y el estómago lo sabe.









