Los refrescos, los cigarros, las botanas y los servicios de plataforma pueden representar gastos de $20,000 mensuales. La disciplina y la planificación financiera frenan a los gastos hormiga, según un especialista
Los refrescos, los cigarros, las botanas y los servicios de plataforma pueden representar gastos de $20,000 mensuales. La disciplina y la planificación financiera frenan a los gastos hormiga, según un especialista

El cafecito, el refresco, el heladito, los chicles, el cigarrillo, desayunar, comer o cenar fuera de casa y hasta el contrato de servicios digitales por plataforma e incluso las propinas pueden que al momento no signifiquen un fuerte desembolso económico, pero sumando todos ellos, en algunos casos pueden llegar a significar un porcentaje de 15% del ingreso mensual o alrededor de $20,000 de cada persona.

Dependiendo del ingreso personal, la proporción del gasto hormiga puede variar, aunque en términos porcentuales hasta 15% de los recursos suelen destinarse a satisfactores inmediatos y transitorios, gastos que pueden significar una peligrosa fuga de dinero que podría ser destinado a cosas más provechosas e incluso que pueden redituar un recurso adicional, todo es cuestión de percepción y disciplina.

Iván Martínez Díaz, coordinador del programa de Negocios Internacionales de la Universidad Anáhuac Mayab, en entrevista con Diario de Yucatán explicó qué es el gasto hormiga y cómo evitarlo, optimizando el cuidado de los recursos y fomentando más la inversión que el ahorro.

El término, también llamado gasto inocente, tiene su origen en otro término muy similar: robo hormiga.

En esencia, el efecto que éstos producen es el mismo, es una fuga paulatina de recursos, imperceptible al momento y se vuelve cuantificable y lesivo, es dinero que no se trabajó con un beneficio a largo plazo.

“Cuando gastamos en satisfactores efímeros, pasajeros e impulsivos tal vez no lo parezca al momento, pero lo que estamos construyendo es una bola de nieve que liberada cuesta abajo sin control puede convertirse en algo catastrófico”, dijo el entrevistado.

“El café, las galletas, la botanita, el refresco, un helado, las palomitas, los cigarrillos, el desayuno, el aseo del calzado, el servicio de plataforma digital de entretenimiento y transporte, bueno, hasta pagar propinas, todo es cuantificable y a la larga puede traducirse en un 15% del ingreso mensual o alrededor de 20,000 pesos anuales”.

“Dependiendo de cada persona, el impacto de este gasto puede repercutir de diversas formas en la economía, pero para el común de la gente, 20 mil pesos en gastos pequeños es una oportunidad perdida de invertir y obtener un rendimiento por ello”, subrayó.

Luego recalcó que el control de gastos es una cuestión de voluntad, disciplina y buenos hábitos.

Martínez Díaz indicó que asumir un manejo responsable del dinero y planificar es la mejor forma de evitar el gasto hormiga.

“Planificando una persona puede establecer cuanto destinará para sus gastos esenciales, que porcentaje se va para transporte, alimentación, entretenimiento, emergencias, gasolina o transporte y renta”.

“Un porcentaje puede destinarse a gustos personales, pero deben quedar debidamente establecidos y respetarlo. Por otro lado, buscar alternativas para no caer en el consumo de estos productos o servicios es muy necesario. Café desde la casa y desayunar, comer o cenar en ella ya es un ahorro significativo, bolear uno mismo el calzado, limitar el consumo de galletas, refrescos, botanas y helados, además de un ahorro repercute en la salud, consumir colaciones de frutas también supone un ahorro sustancial”.

“Destinar un porcentaje del ingreso al ahorro es bueno, pero invertirlo en un instrumento financiero que ofrezca rendimientos es mucho mejor, de ahí la importancia de conocer las opciones que existen en el mercado bursátil. Para invertir se puede hacer desde $50 en Cetes a plazos”.

Respecto a la tarjeta de crédito, el especialista enfatizó que este es un instrumento que si se utiliza bien puede brindar grandes ventajas, pero conocer su funcionamiento, costo y alcances resulta esencial.

Las tarjetas de crédito tienen un costo anual por intereses, y hay buscadores que ofrecen comparativos entre las más caras y las más accesibles. Además, algunas cobran comisiones y otros cargos que muchas veces pasan desapercibidos, conocerlas evitará sorpresas desagradables.

“Hay que conocer la fecha de corte y la fecha límite de pago, conociendo esto el usuario puede sacar ventaja de los tiempos y extender plazos antes que estos se vuelvan exigibles”.

“Comprar a meses sin intereses es bueno, pero no es posible ni prudente acumular muchas compras en ésta modalidad porque a la larga la cantidad a pagar será casi similar a la de una operación con cargo de intereses. Nunca pagues solo el mínimo, por el contrario divide el pago mensual en dos quincenas y se hará menos onerosos”.

El entrevistado recordó que la digitalización de la banca evita que los usuarios formen largas filas en los bancos, por mencionar una de muchas otras ventajas. Sin embargo, consideró necesario que todas esas facilidades se manejen con responsabilidad y mucha seguridad para evitarse problemas.

Emanuel Rincón Becerra, reportero de la Agencia Informativa Megamedia (AIM). Es licenciado en Ciencias de la Comunicación con 32 años de trayectoria en periodismo; ingresó a Grupo Megamedia en 1994. Se especializa en turismo, arqueología, vida empresarial, historia, arte, cultura y fotografía.