“Está calmada la asistencia”, dice el dueño de un bar

Con un aforo del 50% de su capacidad, el lunes pasado abrieron las cantinas, bares y centros nocturnos de Yucatán como parte de la reactivación de actividades económicas de la entidad.

Para la reapertura de las cantinas, los propietarios tuvieron que tramitar y pagar un permiso provisional de giro de restaurante que les valió $5,000 y que tendrá una vigencia de un mes.

Este requisito causó molestia entre los cantineros de Mérida porque cuentan con las licencias y permisos para funcionamiento desde antes de la pandemia, por lo que consideran injusto el nuevo pago porque trabajarán a la mitad de su capacidad y los clientes no están yendo como antes.

“Abrí el lunes después que pagué cinco mil pesos por el permiso provisional de restaurante”, manifestó Jorge Castillo, propietario del bar “Ramoncitos”, de la colonia Delio Moreno Cantón.

“Está difícil y terrible, está muy calmada la asistencia de clientes, no están viniendo”, indicó el cantinero cuando se le preguntó sobre cómo ha sido la afluencia de gente en estos primeros cuatro días de reapertura.

Además, dijo que el pago del permiso provisional “es mucho dinero porque será cada mes” y por ello está convocando para una reunión con la intención de reactivar el sindicato Alianza de Cantineros de Yucatán o formar otra agrupación con la asesoría de un licenciado.

“Somos como 400 que queremos formar el sindicato”, subrayó.“Si logramos hacer la reunión yo o Gabriel Valladares lo vamos a dirigir”.— Joaquín Orlando Chan Caamal

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