Foto: Megamedia

CHILPANCINGO.— El alcalde perredista de Petatlán, Arturo Gómez Pérez, fue ejecutado anteanoche cuando cenaba en un restaurante ubicado en la cabecera de ese municipio de la región de Costa Grande, en Guerrero.

El reporte oficial indica que el jueves, a las 23:45 horas, Gómez Pérez cenaba en la pozolería Casa Vieja junto a sus compañeros de la generación de secundaria cuando de repente irrumpió un joven armado, quien le disparó por la espalda.

El edil, que pretendía reelegirse y formaba parte del grupo político del precandidato presidencial Armando Ríos Píter, falleció en el trayecto a una clínica. Presentaba tres impactos de arma de fuego en la cabeza, el brazo y tórax.

Con este crimen suman tres los funcionarios del ayuntamiento de Petatlán, que han sido asesinados, entre ellos el director de Desarrollo Urbano, Edgar García Cerda, quien fue ejecutado en noviembre de 2016 y el secretario general, Manuel Rebolledo Pérez, en julio de este año.

Además, la lucha político-electoral de las zonas donde el narco controla áreas de producción y trasiego de heroína en Guerrero, dejó un saldo de 13 dirigentes políticos —del PRD, MC y Morena— ejecutados durante los dos primeros años de gobierno de Héctor Astudillo Flores.

Recuento

2017 es uno de los años más violentos registrados en las últimas dos décadas, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), y una muestra es la ejecución de nueve alcaldes en diversos estados, incluido el asesinato del alcalde de Pentatlán.

El primero de ellos fue el alcalde de Tepexco, Puebla, Antolín Vital Martínez, quien fue asesinado de dos disparos, uno en la mejilla y otro más del lado izquierdo del cuello, sobre la carretera federal Puebla-Huajuapan de León el 24 de enero.

Luego, el 6 de octubre, el presidente municipal de Paracho, Michoacán, Stalin Sánchez González, fue ultimado por hombres armados con fusiles de alto poder afuera de su casa, ubicada a 118 kilómetros de Morelia.

Cuatro días después, el 10 de octubre, en Huitzilan de Serdán, Puebla, fue emboscado y asesinado el presidente municipal Manuel Hernández, cuando viajaba de Zacapoaxtla a Huitzilan; según fuentes policiales en el lugar se hallaron decenas de casquillos de rifle R-15 y pistolas .9 milímetros.

El alcalde de Ixtlahuacán, Colima, Crispín Gutiérrez Moreno, también fue emboscado y asesinado la mañana del 20 de octubre, cuando circulaba sobre la autopista Manzanillo-Guadalajara.

Un mes después, el pasado 20 de noviembre, Santana Cruz Bahena, alcalde electo de Hidalgotitlán, en Veracruz, murió a causa de las lesiones que le ocasionaron hombres armados, que según testigos, vestían uniformes tipo militar y se trasladaban en camionetas de redilas.

Cinco días después, el 25 de noviembre, también en Veracruz, cinco personas fueron asesinadas, entre ellas el presidente municipal de Ixhuatlán de Madero, Víctor Manuel Espinoza Tolentino, y su esposa, Hilda Carrera, quien fuera la presidenta del DIF Municipal. Los cuerpos de las 5 personas aparecieron en la zona conocida como La Haciendita.

José Santos Hernández, presidente municipal de San Pedro El Alto, en la región Costa de Oaxaca, fue asesinado la tarde del pasado 8 de diciembre. De acuerdo con los reportes policiales, el alcalde fue obligado a descender de su auto, en el que viajaba con su familia, y recibió un disparo en la cabeza.

El presidente municipal de Bochil, Chiapas, Sergio Antonio Zenteno Albores, falleció casi de manera inmediata cuando hombres armados que conducían una motocicleta se acercaron al auto de Zenteno Albores y le dispararon un arma calibre 45, el pasado 18 de diciembre.— Proceso y El Universal

Piden frenar ola de violencia

El PRD condenó el asesinato del alcalde de Petatlán, Arturo Gómez, y demandó que se frene lo que llamó “ola de violencia” contra la militancia de esa fuerza política, de acuerdo con la agencia Notimex.

Norteamericano asesinado

Un estadounidense identificado como Douglas fue muerto a tiros en Zihuatanejo. Según EFE, Guerrero fue de los estados más violentos en México en 2017, con una tasa de homicidios de 58.6 por cada 100,000 habitantes.